Publicado: noviembre 5, 2025, 11:50 pm
En la eterna pugna de policías y ladrones, de trampas asociadas al deporte y agentes que persiguen la ilegalidad, las fuerzas del antidopaje empiezan a llegar a una conclusión: es mucho más eficaz un seguimiento en el tiempo de los sospechosos que tratar de localizar una sustancia concreta en un control. El caso reciente del ciclista español Oier Lazkano , sancionado provisionalmente y en periodo de alegaciones, ha puesto en el foco una herramienta, el pasaporte biológico, que fue una pesadilla para la anterior dirección de la Agencia Española Antidopaje (Celad) y que se ha revitalizado en la actualidad como método de prueba para acechar a los deportistas fraudulentos. El pasaporte biológico es un registro individual que recopila y registra,… Ver Más
