Publicado: noviembre 6, 2025, 2:06 am
Buenos días, buenas tardes, buenas noches. La fricción es constante y no importa la cantidad de lubricante que se use, se genera un desgaste doloroso.
Finalmente, los mandatarios de Estados Unidos y China se reúnen, los acuerdos se hacen muy sonoros en la narrativa de la Casa Blanca y muy silenciosos a la más normal usanza al otro lado de la gran muralla.
Mientras un bando anuncia sendos compromisos compradores, el otro deja pasar la nota sin sobresalto.
Los acuerdos entiendo, aún no están oficializados, y si algo sabemos de estos tratos es que se ejecuta menos de lo pactado siempre.
No voy a entrar al detalle puntual de las cantidades de comercio agroindustrial que manifiesta la Casa Blanca.
Mucho por especificar aun, lo que sí queda en claro es que de momento la intensidad en las hostilidades entra en una tregua. Diremos que la primera victoria es que al menos peor esto no se va a poner.
Ninguna victoria es total, ambos bandos aun siguen en el intercambio de rehenes comerciales, lo presente no es una negociación cooperativa, es una normalización temporal de comercio.
El resultado de corto plazo como puedes imaginar es una reacción entusiasta en el mercado agrícola. Chicago sube. Pero la pregunta a resolver es el por qué.
En esto de los mercados no tenemos pellejo en el juego, somos simples observadores. Creemos tener un asiento en el primer tendido, en zona de sombra, y desde esta posición creemos tener una visión de cercanía especial, escuchamos lo que charla el ganadero, lo que dicen las cuadrillas, escuchamos de cerca la respiración del toro y con ello podemos hacer un análisis puntual para poder luego de manera orgánica nutrir con comentarios el desempeño de la faena.
Sin embargo, hay veces que la cercanía y profundidad no es suficiente, y tal vez nos vendría mejor estar en la andanada, aunque sea de sol.
Hoy cuando vemos un acuerdo en principio entre China y Estados Unidos para regresar al comercio que era habitual, fallamos en el diagnóstico que opera el mercado, honestamente no encontramos cómo justificar el espíritu alcista de los commodities a nivel futuros.
Lo que vemos es un efecto sustitutivo que sumará participación norteamericana, pero restará aporte sudamericano una vez que no encontramos cómo China compre los compromisos norteamericanos por encima de la marca de abasto presente de Sudamérica.
Lo anterior según el libro de texto debe ser arbitrado en primas, no en “flat Price”. Sea lo que sea, estando en medio de un paro de gobierno en Estados Unidos y carentes de información oficial, desconocemos la posición de los especuladores y el estado actual de los compromisos exportadores. Las publicaciones oficiales nos permiten tener un campo visual distinto.
Estamos viendo la faena sin juez de plaza, sin banda, y si la vista no nos falla, estamos viendo en el ruego a dos toros a la vez que luchan contra los tres matadores y estos quieren salir triunfadores robándose muletazos.
Te puedes imaginar que el espectáculo dista de ser festivo. La narrativa dista a su vez de ser clara y dinámica.
Digamos para concluir que mientras suenan los avisos de cambio de tercio, el gobierno del país vecimo del norte insiste en haber cerrado acuerdos comerciales estratégicos con países asiáticos, ha liberado materiales críticos de un secuestro comercial, y ha logrado poner en cintura a su más cercano rival económico.
Te podrás dar cuenta que solo se puede describir abiertamente lo que vemos desde el primer tendido, y carecemos de visión sobre lo que se puede distinguir desde la contrabarrera, pues está digamos, en silencio total y sin dar señas de acción.
Una vez que los acuerdos comerciales se firmen, pasaremos a narrar lo que sucede al cierre de la cosecha norteamericana y el albor de la naciente siembra en el cono sur. La promesa productiva se sigue acumulando y de momento, como que no veo que el consumo crezca de manera orgánica.
La volatilidad y cambio de precios es constante. ¿Estás en buenas manos?
