Publicado: noviembre 4, 2025, 3:45 pm
Tras su tortuoso paso por la primera edición de Supervivientes: All Stars, donde pidió explícitamente su abandono y acabó convertida en la primera expulsada, Adara Molinero obtuvo este año una nueva oportunidad para resarcirse, pero, esta vez, junto a figuras como Tony Spina, Jessica Bueno o su madre, Elena Rodríguez, con quien nunca había competido a la vez.
Durante los cerca de 60 días en los que permaneció en Honduras, la influencer pudo demostrar a sus seguidores sus capacidades como buena superviviente y, aunque tampoco estuvo exenta de altibajos emocionales, también pudo afrontar cada uno de los obstáculos y situaciones adversas que conlleva una experiencia tan extrema como la de reality.
Ahora, con la proclamación de Rubén Torres como ganador aún reciente, la amiga de Marta Peñate se ha sincerado a través de su perfil de Instagram sobre las secuelas físicas que, en su caso, habría experimentado en su cuerpo tras su regreso a España, y más en concreto, sobre su insaciable deseo de comer de forma compulsiva.
«Luchando contra la necesidad de comer como un animal y el efecto rebote», escribió Molinero desde sus historias, acompañando sus palabras con una imagen tomada en el supermercado, con un carro cargado de frutas, verduras y lonchas de jamón, entre otros productos.
Unas horas más tarde, la televisiva reapareció para dar más detalles en torno a esa insaciable sensación que, a juzgar por su testimonio, se habría convertido en una gran fuente de preocupación para ella. «Me siento como una aspiradora, me lo como absolutamente todo. Además, empiezo a comer y hasta que no estoy totalmente llena del todo no paro», relata la mallorquina.
Estos atracones de comida, según cuenta, también se aplica a otro tipo de productos menos por lo que, ante la constante «ansiedad» por comer que le reclama su cuerpo, la creadora de contenido ha solicitado ayuda a su comida para remediar tales efectos. «Tengo miedo al efecto rebote», admitió Adara, en referencia a un posible aumento de peso.
