Publicado: octubre 31, 2025, 7:23 pm
En vísperas de que se cumplan los 50 años de la Marcha Verde -la invasión marroquí sobre el Sahara Occidental -, la cuestión del Sahara ha llegado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas donde este viernes se ha votado un proyecto que convierte el plan marroquí en la base de las negociaciones para resolver el conflicto. Presentado el 22 de octubre por Estados Unidos, el Consejo de Seguridad buscaba así decidir sobre la renovación del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), que expira este mismo viernes. Con esta votación, el plan de autonomía de Rabat, propuesto en 2007, se convierte en un punto de referencia central para la resolución del conflicto entre el reino alauí y el Frente Polisario (apoyado por Argelia), que dura ya 50 años. El Consejo considera que una autonomía genuina para el Sahara Occidental bajo la soberanía de Marruecos «podría constituir la solución más viable». En una versión inicial, el texto, impulsado por la Administración Trump, presentaba este estatus de autonomía «dentro del Estado marroquí» como «la solución más viable». Marruecos presentó ante la ONU en 2007 una propuesta que plantea que la «región autónoma del Sáhara» disponga de competencias administrativas, judiciales y económicas propias , mientras que asuntos como defensa, exteriores, moneda, bandera y religión quedarían bajo control del Estado central. Según la propuesta, los saharauis tendrían un Gobierno y un presidente elegido por el Parlamento regional, posteriormente investido por el Rey . Aunque fue en 2007 cuando Marruecos presentó este plan de autonomía, no fue hasta el 2020 cuando la cuestión del Sahara pegó un impulso con el respaldo de la Administración de Donald Trump. En diciembre de 2020, el reino alauí normalizó sus relaciones con Israel gracias a los Acuerdos de Abraham impulsados por el presidente estadounidense. Casi a la vez, el líder norteamericano reconoció la soberanía marroquí sobre la excolonia española . Un intercambio de favores entre ambos aliados. A partir de ese momento, todo cambió, y poco a poco los países europeos se fueron sumando a este respaldo al plan alauí . El giro más importante lo protagonizó el Gobierno español de Pedro Sánchez, que en marzo de 2022 cambió la postura histórica de España. Francia, Bélgica y Reino Unido también validaron la autonomía marroquí como la «opción más creíble». En total, Rabat logró ampliar significativamente sus apoyos con cerca de 125 países que consideran que es un marco viable para buscar una solución. Tras estos reconocimientos, quien quedó en una posición de casi hundido fue el Frente Polisario . Desde su fundación, ha sido considerado como el interlocutor del pueblo saharaui, primero contra la ocupación española y después contra el control marroquí. Durante este tiempo, ha ido perdiendo apoyos entre los Estados occidentales al tiempo que ha mantenido estrechas relaciones con la Unión Africana, Rusia, China y, sobre todo, Argelia, que es su principal valedora. Y aunque ha perdido el favor explícito de Estados europeos, el Polisario se acoge a las últimas resoluciones del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) de 2024, que no reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental . Desde 1991, las Naciones Unidas han administrado una misión de mantenimiento de la paz diseñada para llevar a cabo un referéndum que determine el estatus del territorio disputado, todo el cual está bajo control de Marruecos, excepto por una pequeña franja cerca de la frontera con Argelia. Después de años de conflicto, el área ha surgido recientemente como un centro para la inversión que atrae a empresas europeas y estadounidenses interesadas en la pesca, la agricultura y proyectos de infraestructura que permitirían la transmisión de energía eólica y solar.
