Publicado: octubre 29, 2025, 5:23 pm
Mucho más oscura y mucho más grande que las avispas que conocíamos desde siempre, las avispas asiáticas se han convertido en una especie invasora cada vez más común, desde que se vieron los primeros especímenes hace años. En España se encuentran principalmente en el norte, pero se están extendiendo al sur.
La presencia de estas avispas en nuestro país supone ciertos problemas, principalmente porque son depredadores de las abejas, lo que tiene impacto sobre la polinización, también se alimentan de otras especies de insectos nativos, atacando a la biodiversidad. Para los humanos también pueden ser molestas en otros aspectos, porque sus picaduras son muy dolorosas.
Un error frecuente: subestimar la picadura
La avispa asiática o Vespa velutina se ha convertido en una especie invasora en nuestro país. Desde hace unos años, cada vez es más frecuente cruzarse con estas avispas que se diferencian de las demás por tener un abdomen de color más oscuro (es casi negro con algunos detalles anaranjados o amarillos, en lugar de las clásicas franjas amarillas y negras), también por su tamaño, que suele estar entre los 2,5 y los 3 centímetros. Lo mejor que se puede hacer si nos cruzamos con ellas es mantener la calma, respetar su espacio y no intentar matarlas.
Intentar invadir su espacio puede provocar que ataquen y nos piquen, una picadura que no es igual que la de las avispas tradicionales, las avistas asiáticas pueden picar varias veces y no solo una, además, al pical liberan feromona que incita al resto de la colonia a hacer lo mismo. Se trata de una picadura que provoca un dolor agudo seguido de un fuerte escozor y, aunque en la mayoría de los casos la picadura se resuelve sin complicaciones, en otros puede ser grave e incluso mortal, sobre todo en caso de tener alergia a su veneno.
Tras la picadura, los síntomas más habituales son urticaria, picor, ansiedad y malestar, pero también puede producirse inflamación de las mucosas, dolor abdominal, náuseas, vómitos o mareos, dificultad para respirar, tragar o hablar y, en los casos más graves hipotensión, colapso, coloración azulada de la piel o pérdida del conocimiento.
Un error habitual que puede acabar en tragedia es subestimar la picadura y no tomarse en serio las advertencias, pues puede llegar a ser mortal.
Qué hacer en caso de picadura
Lo más habitual es que no suceda nada grave y que la picadura siga su curso habitual, siendo en ocasiones necesario aplicar frío sobre ella para reducir la hinchazón y calmar el dolor. Si el dolor es más fuerte puede ser necesario aplicar alguna pomada con corticoides o incluso tomar antihistamínicos. Hay que evitar recurrir a remedios caseros, así como apretar o pinchar la picadura o usar pinzas para extraer el aguijón, porque puede extender el veneno.
Las cosas son diferentes si se producen varias picaduras, porque eso aumenta los efectos del veneno, también si las picaduras son en la cara o el cuello. En ese caso lo mejor es acudir cuanto antes a que nos vea un profesional sanitario, también hay que llamar al 112 o acudir a urgencias si se tiene alergia al veneno, si los síntomas son graves (si hay problemas para respirar, hinchazón en labios o garganta o ronchas generalizadas) o se produce una gran hinchazón, sobre todo si se extiende más allá de la zona de picadura.
Si ya se sabe que existe una alergia a las picaduras, lo mejor es llevar siempre encima un autoinyector de adrenalina.
Referencias
Vidal, C., Armisén, M., Monsalve, R., González-Vidal, T., Lojo, S., López-Freire, S., Méndez, P., Rodríguez, V., Romero, L., Galán, A., & González-Quintela, A. (2020). Anaphylaxis to Vespa velutina nigrithorax: Pattern of Sensitization for an Emerging Problem in Western Countries. Journal Of Investigational Allergology And Clinical Immunology, 31(3), 228-235. https://doi.org/10.18176/jiaci.0474
