Publicado: octubre 29, 2025, 1:33 pm
El cierre de los Encuentros de Sensibilización y Sostenibilidad, evento organizado por ABC junto a la Fundación Konecta y con el patrocinio de la Fundación Cajasol, tuvo lugar en La Galería una charla-coloquio dirigida por Manuel Mirat, CEO de Vocento, y acompañado de Juanma Castaño, comunicador, director de El Partidazo de Cop e y nuevo columnista de ABC y El Comercio, que dialogaron sobre la Tecnología y la comunicación al servicio del impacto social, ante un numeroso público que compartió esas «píldoras de buenas prácticas» desde la experiencia de Castaño en más de tres décadas de carrera periodística. Con referencias a Jesús Quintero, ese maestro de la conversación, comenzó Manuel Mirat a plantear las cuestiones que necesita el periodismo para seguir avanzando. «¿Qué haces por los demás?», fue esa primera pregunta con la que se inició una amena charla que fue sacando esas claves que desarrollarán el futuro del periodismo y en las que la desinformación fue una de esas preocupaciones apuntadas por el CEO de Vocento. «Hablo como usuario y creo que estamos volviendo a la credibilidad de los formatos tradicionales. Si yo por ejemplo veo un vídeo de ABC en su perfil de Instagram, ya supongo que ha pasado unos filtros, que no es algo generado por Inteligencia Artificial (IA) y que alguien responde a su publicación. Todavía es importante el nombre de una cabecera a la hora de comentar una noticia», señaló Castaño, que sí mostró su preocupación por asuntos como la clonación de voces que se pueden realizar con la IA. «Tengo miedo de que me la claven y hay que tener mucho cuidado. Hay que mirar si es verdad y llamar al protagonista o a su entorno. Por querer ser el primer no tienes que jugártela», afirmó como advertencia de uno de los peligros actuales del periodismo. La charla giró por la radió, cómo no, pero también repasando los nuevos formatos de periodismo y su impacto social . «Los periodistas deportivos somo periodistas, pero también formamos parte de un show de entretenimiento que es el deporte. Hay que mantener un equilibrio entre el rigor informativo y la seriedad. A las 12 de la noche no puedo ponerme a pontificar, la gente se me duerme. Hay que buscar que se mantengan despiertos, con esa mezcla de que se informen y se entretengan», dijo Castaño, que valoró el potencial de todos los formatos. «Todos los formatos son buenos si el comunicador es un cañón. No hay algo específico para radio, podcast, periódico o televisión. Lo que llega es el tipo de mensaje y el comunicado que lo lanza y cómo lo hace. También en función del acontecimiento, la imagen puede ser clave», apuntó el comunicador, que puso como gran ejemplo de inmediatez las alertas: «Pasó el otro día con Lamine. Les dije que la soltaran, no podía esperar a las 23:30. Buscaba la inmediatez con una frase contundente». Precisamente, ante este escenario, Manuel Mirat planteó la conexión que se establece con las audiencias gracias a las nuevas tecnologías y que desembocó en la advertencia de Castaño sobre el peligro que puede plantear un mal uso de las redes sociales. «Son un arma de doble filo. Te pueden hundir o hacer que te comas la cabeza. Yo, por ejemplo, me fui de Twitter porque llegaba contaminado al programa. Desde por la mañana con insultos, conversaciones, debates, opiniones… llegaba cansado. No puedes estar viviendo todo al día, es una auténtica locura», señaló Castaño, que también abogó por no seguirlas al pie de la letra: «Cuando salió mi primer artículo en ABC, me llamó un amigo que me dijo que lo había leído y que en los comentarios vaya la caña que me daban. Hay que saber gestionar esa comunicación entre la audiencia y nosotros. Si los leo puedo coger miedo y ponerme líneas rojas. Escribiría o hablaría con los parámetros de la gente que opina y yo quiero equivocarme con mi línea. En la calle no tengo problemas y si me fiara de las redes no saldría. Hay que tener una distancia prudencial a los comentarios de la gente». Sacó a escena Mirat la función social del periodismo para plantear cómo se afrontan esos temas de impacto que surgen cada día en las redacciones y que Castaño ejemplificó con el aniversario de la DANA. «Si te metes cada día en abordar un tema social te alejas del espíritu nuclear del programa, que es diversión y deporte. Hoy es el día de la DANA, y todos los programas de radio o televisión están en Paiporta, Valencia… Mi equipo me dice si hacemos algo esta noche, pero tengo un dilema moral. Por la noche el que ponga la radio lleva todo el día escuchando temas de la DANA. Si pone la radio es para evadirse de todo ese desastre. Pero luego pienso si lo estamos haciendo bien, si como programa deportivo tengo que demostrar implicación con Valencia. Hay que buscar ese equilibrio de tratarlo pero sin que el oyente se sienta agotado. Es duro y difícil», apuntó antes de marcar otro límite del periodismo a la hora de afrontar una noticia como la grave enfermedad de un futbolista . «Está el ejemplo de Kirian, el jugador de Las Palmas, que ha tenido cáncer y convocó una rueda de prensa para anunciarlo. Justo antes alguien publicó lo que iba a decir y eso no es ético. Aunque lo supiera, yo no lo diría. Hay que ser los primeros en contar las noticias, tiene mucho mérito serlo, pero hay noticias que quitan mucho más de lo que dan. Hay que ser humanos», sentenció. Puso sobre la mesa Manuel Mirat el deporte femenino o el de base, con esas dificultades para ganar espacio ante «la parte premium que lo ocupa casi todo». «La tarta es una, se parten trozos y uno es para el Madrid, otro para el Barcelona, Alcaraz, el baloncesto… Queda un trozo pequeño para el resto. No sé si la culpa es nuestro o de los consumidores. Hablamos de lo que la gente quiere», señaló Castaño, que sí reivindicó ese crecimiento experimentado: «El deporte femenino y el de base están mejor de lo que estaban. La mujer tiene más presencia hoy en la sociedad y en cargos directivos que hace 25 años, con una cuota de importancia que debían tener desde los principios de los tiempos». Aprovechando ese conocimiento del mundo que a Castaño le permite su profesión, Manuel Mirat le planteó qué proyectos de impacto social le han llamado la atención . «Me he dado cuenta de que es una ciudad es más avanzada cuando su población hace mucho deporte. En este país ha habido un cambio en 15 años en las carreras populares, en las que ahora corren 20.000 personas. Hay un boom en la participación del ciudadano. Una ciudad que no tiene instalaciones deportivas para sus ciudadanos está un peldaño por debajo», señaló el director de El Partidazo. «¿Y cómo ayudan las tecnologías a esa España vaciada?», l o cuestionó Mirat para encontrar una respuesta que deja muy vivo al periodismo. «Cuando voy en coche a Zahara, escucho la misma emisora sin que se corte. Eso es tecnología, que antes te peleabas con la radio. O voy paseando por la playa y veo a gente con los cascos puestos escuchando radio en directo o el programa del día anterior. A la radio la tecnología nos ha salvado la vida. Ahora llevamos todos una radio encima y se puede escuchar en cualquier momento. Había negacionistas que decían que se cargaría el periodismo y la tecnología está permitiendo que se lea o escuche en más sitios », apuntó Castaño, que también desveló una nueva forma de consumir. «Ahora los programas duran 24 horas y cada uno lo escucha cuando quiere. Estamos peleando con un elenco de especialistas en podcast y El Partidazo es el primero. Eso es un orgullo. Estamos haciendo un producto que está gustando. En la tele me pasa algo distinto. Por ejemplo, el programa de los domingos se trocea y se publican clips. Ya no son espectadores del programa sino del clip que llega. La radio mantiene una fidelidad de gente que escucha el programa». Para cerrar el coloquio, Mirat planteó a qué colectivos habría que dar más voz y su compañero en el escenario apuntó a los adolescentes . «A los chavales de entre 12 y 18 años. Hay un trato infantil hacia esa edad que probablemente no debería serlo. Son críos que dicen cosas muy interesantes. Tengo un crío de 14 años y me quedo sorprendido con la facilidad que llegan a algunas cosas o cómo entienden las polémicas, la vida o lo que necesitan», respondió con rotundidad Castaño, que volvió al ejemplo de Lamine Yamal para desvelar una conversación familiar: «Cuando dijo lo de que el Madrid roba, mi hijo me decía que lo había dicho en la Kings y entre risas, que no era para tanto, que nos volvemos locos. Le contesté que era una falta de respeto, y hubo un debate desde mi visión tradicional y la suya . También les dije que ya verían cómo lo recibiría el Bernabéu, que ellos pensaban que no, y se dieron cuenta de que era verdad. Fue una lección para mí y para ellos. Hay cosas que ellos no consideran importantes o que no hacen un daño irreparable, pero también deben ver que hay decir las cosas con seriedad se digan donde se digan. Pero no podemos juzgar a esa generación sin escucharlos y reconociendo que también llevan razón en muchas ocasiones», finalizó Castaño.
