Publicado: octubre 28, 2025, 8:23 pm
Lo que ocurre con la mayoría de los dispositivos es que, cuando forman parte de una misma serie, pocas veces tienen la capacidad de sorprenderte. Me explico: llevo cinco años probando generación tras generación del Apple Watch y, salvo algún cambio menor en diseño, la norma ha sido siempre tener entre las manos el mismo reloj, solo que un poquito mejor.
Reconozco que el Series 11 me ha dado buenas sensaciones en la gran asignatura pendiente del Apple Watch: la autonomía. En días con menos actividad llego sobradamente a la jornada y media sin pasar por el cargador. Sin embargo, aunque nos alegremos de ganarle unas horas al reloj —en este caso en sentido literal de la frase—, la batería sigue siendo su gran desventaja. Especialmente cuando en España tenemos excelentes alternativas en el mercado que llegan a ofrecer hasta tres semanas de libertad.
Lo que sí me ha gustado bastante y he notado una diferencia apreciable es su carga rápida: pasamos del 0 % al 80 % en 30 minutos o, como novedad en esta generación, a tener ocho horas de vida útil con solo un cuarto de hora en el cargador.
Es cierto que 15 o 30 minutos se pasan en nada y que, posiblemente, entre que te das una ducha, te vistes y te dejas el café preparado, tienes batería de sobra para todo el día. Pero, en mi opinión, la demanda histórica de los usuarios es poder olvidarse de que tienen que cargar el reloj. La carga rápida es un plus, pero sigue siendo un parche para un problema mayor. Eso sí: bravo por el parche, porque es práctico, funcional y muy bien resuelto.
Diseño, comodidad y pantalla exquisita
He empezado por las críticas porque por las bondades ya lo conocemos todos. El Apple Watch Series 11 se presentó en septiembre y durante las semanas que lo he llevado se ha mantenido intacto.
Como pequeña pega en el apartado de durabilidad diré que la correa que yo llevo puede coger algo de olor al hacer ejercicio, pero es leve y, además, se elimina fácilmente.
Sobre el diseño, mentiría si dijese que otros relojes me resultan más agradables de llevar. La verdad es que, de todos los que he probado, a nivel comodidad este es sin dudarlo mi favorito. No molesta en la muñeca, no te vas chocando con él por ahí —igual es cosa mía y muevo mucho los brazos, pero me suele ocurrir que rozo el reloj con paredes y muebles— y apenas sientes que lo llevas puesto. Es ligero, compacto y equilibrado.
Ese aspecto compacto, sin embargo, no penaliza la pantalla. Aunque llevo la versión pequeña, el tamaño es más que suficiente para ver lo que aparece en el display, para chequear las aplicaciones y leer los mensajes. El brillo, la nitidez y el contraste son espectaculares tanto en interiores como al sol. Se ve de locos. Pero es que también se toca de locos: la fluidez es exquisita y la respuesta, inmediata.
El caso de la pantalla es uno de esos elementos que, como decía, va mejorando conforme pasan las generaciones. Son mejoras pequeñas, probablemente si vienes del Series 10 no notarás la diferencia, pero si vienes de un Series 4 te quedarás con la boca abierta.
Autonomía y carga
Aquí está la clave. Desde hace años espero que Apple dé el salto a los dos o tres días de autonomía. No pido ni siquiera una semana. Con este Series 11 no ha llegado ese momento, pero al menos sí hay un pequeño avance.
En mis días más tranquilos, el reloj llega vivo a mitad de la segunda jornada. No es un cambio radical, pero sí una mejora real.
La carga rápida, en cambio, sí que cambia las rutinas: en 15 minutos tienes batería para todo el día. Muchas mañanas lo conecto mientras desayuno y, cuando me pongo el abrigo, ya está listo. Es una solución inteligente, aunque sigue siendo un parche, porque lo que todos queremos es no depender del cargador.
Resumen
Creo que este reloj existe porque Apple ya no necesita reinventarse. El Apple Watch ha alcanzado un punto de madurez en el que solo queda pulir detalles. El Series 11 no revoluciona nada, pero refina los puntos clave. Es más rápido, más cómodo, más brillante, más estable.
Si vienes de un modelo antiguo, notarás la mejora. Si vienes del Series 10, te costará encontrar diferencias. Y si no eres usuario de Apple, lo verás como un reloj excelente… pero caro y con autonomía corta.
Personalmente, el Apple Watch Series 11 me gusta. Es de esos productos que te dejan la sensación de que casi todo está en su sitio. Pero ese ‘casi’ pesa: la autonomía sigue sin estar a la altura del resto.
En todo lo demás, roza el sobresaliente: diseño, comodidad, pantalla, fluidez y experiencia dentro del ecosistema. Desde luego es el reloj más cómodo y mejor acabado que Apple ha hecho. Hasta que veamos el Series 12, que será otro poquito mejor.
