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Nothing Ear (3): estos auriculares hacen algo que ningún otro puede (y lo hacen muy bien)

Publicado: octubre 27, 2025, 8:23 pm

Nothing ha lanzado este mes la nueva generación de sus auriculares inalámbricos premium y ha dejado claro una vez más que es una marca que va con todo al diseño. Pero no se limita a hacer productos bonitos: están bien construidos estética y funcionalmente.

La manera en que confeccionan sus dispositivos es una declaración de intenciones y, con los Ear (3), Nothing consolida la madurez de su línea de sonido. A simple vista, siguen siendo reconocibles por sus transparencias, su punto rojo y su estética industrial, pero ahora se sienten más refinados, más cómodos y, sobre todo, más inteligentes.

El gran protagonista de esta nueva generación es el Super Mic, un sistema que convierte el propio estuche en un micrófono activo para llamadas y grabaciones. A eso se suman un rediseño metálico, un driver de 12 mm más potente, cancelación de ruido adaptativa por IA y una integración más profunda con el ecosistema Nothing.

Pero, claro, lo bueno y bonito, no suele ser barato: los Ear (3) de Nothing salen a la venta por un precio de 179 euros. Algo por debajo de algunos de los auriculares más aplaudidos este año en la categoría de los true wireless, como los HUAWEI FreeBuds Pro 4 (199 euros) o los AirPods Pro 3 (249 euros). Te cuento si merece la pena pagar lo que cuestan.

Diseño y comodidad

Personalmente, el diseño me encanta. Nothing siempre ha sabido jugar con el minimalismo sin caer en lo frío y con los Ear (3) lo ha vuelto a lograr. Mantienen su estética transparente con detalles industriales, pero ahora añaden un acabado metálico en el estuche que les da un toque más sólido y maduro.

La zona blanca opaca y ovalada del auricular no es solo un detalle estético: está pensada para mejorar el aislamiento pasivo y adaptarse a distintos pabellones auditivos. Son superligeros y muy cómodos, tanto para usarlos en trayectos, en la oficina o incluso en un avión. Los he llevado durante horas sin notar fatiga ni presión.

El estuche, por su parte, mantiene ese agujero característico en la tapa que invita casi a jugar con él. Lo único que he notado es que el aluminio anodizado tiende a rayarse con cierta facilidad, sobre todo si lo llevas suelto en el bolso o la mochila.

En cuanto a los controles, Nothing sigue apostando por los pellizcos en la varilla, una solución que me gusta, aunque no siempre responde con la precisión que debería: a veces es demasiado sensible y otras hay que apretar más de lo esperado. Lo positivo es que hay feedback háptico y sonoro que confirma cada acción.

Sonido: equilibrado y con carácter

Los Ear (3) ofrecen un sonido muy equilibrado, con buenos graves y un rango medio claro que mantiene el detalle sin exagerar los agudos. El driver dinámico de 12 mm con diafragma PMI+TPU logra un sonido más rico y espacioso.

La escena sonora es amplia, los instrumentos se perciben bien colocados y las voces mantienen un tono natural. El refuerzo de graves se nota, pero no resulta invasivo. Es un sonido que puede disfrutar cualquiera sin necesidad de tocar el ecualizador, aunque la app Nothing X permite personalizarlo con un EQ de ocho bandas y un modo Dynamic Bass que ajusta los graves automáticamente según el contenido.

Tras el tiempo que los he estado utilizando, puedo afirmar que no son los auriculares con más pegada del mercado, pero sí uno de los modelos más equilibrados en su gama, con una firma sonora limpia y agradable.

Cancelación de ruido: cumple, sin liderar

La cancelación activa adaptativa funciona bien, aunque no es la mejor que he probado. Nothing ha mejorado su algoritmo con IA, que se ajusta en tiempo real, pero sigue quedando un paso por detrás de los AirPods Pro 2 o los Huawei FreeBuds Pro 4 en entornos muy ruidosos.

Para situaciones cotidianas —como una oficina, la calle o el transporte público— es más que suficiente. Reduce notablemente el murmullo sin generar sensación de vacío o presión en el oído, algo que se agradece en sesiones largas. En el avión, sin embargo, se cuela más ruido del motor de lo deseado.

Aun así, la combinación entre el sellado físico y la cancelación por IA da un resultado satisfactorio. Y el modo Transparencia resulta natural y fluido.

Experiencia de uso y llamadas

Aquí Nothing ha hecho un gran trabajo. Los Ear (3) son fáciles de usar, rápidos al conectar y cómodos de controlar desde la app. La conectividad Bluetooth 5.4 es estable y el emparejamiento con varios dispositivos funciona sin cortes.

En llamadas, el salto de calidad es claro. El Super Mic —el micrófono integrado en el estuche— me ha sorprendido. Se nota cómo amplía y mejora la voz respecto a los micrófonos del auricular. De hecho, he grabado mis notas sobre esta review directamente con el estuche y el resultado es limpio, nítido y con una presencia de voz muy superior a la que obtienes hablando solo con los auriculares.

La sensación al usarlo es cómoda y menos forzada: puedes hablar con un tono natural y el sistema capta perfectamente la voz incluso en entornos con ruido o viento. Es uno de esos detalles que parece menor, pero una vez lo pruebas, cuesta volver atrás.

Super Mic: la innovación que separa a Nothing del resto

El Super Mic convierte el estuche de carga en un micrófono direccional activo, con dos micros MEMS que captan el sonido a 30 cm de distancia y en un ángulo de 60 grados.

Cuando se activa con el botón TALK, los Ear (3) cambian automáticamente la fuente de voz al estuche y combinan su señal con la de los auriculares y la VPU (unidad de conducción ósea).

Un algoritmo de IA entrenado con más de 20 millones de horas de audio analiza en tiempo real las tres fuentes y prioriza la más clara, reduciendo el ruido ambiental hasta 95 dB.

En la práctica, el sistema funciona como un micrófono de mano o grabadora portátil, perfecto para llamadas, notas de voz o entrevistas improvisadas.

Frente a sus competidores directos, Nothing ofrece una solución de hardware completamente distinta: en lugar de filtrar el ruido con software, acerca físicamente el micrófono a la voz. Y eso se nota.

Autonomía y carga

En cuanto a batería, Nothing mantiene el equilibrio justo entre potencia y peso.

Ofrecen hasta 5,5 horas con ANC activado (22 horas con el estuche), y 10 horas de reproducción tras 10 minutos de carga rápida (sin ANC). También admiten carga inalámbrica Qi y puerto USB-C.

En el uso real, cumplen con lo prometido: aguantan sin problemas una jornada de trabajo o un viaje medio, aunque no destacan.

Resumen

Los Nothing Ear (3) representan la evolución natural de una marca que ha hecho del diseño su lenguaje. Siguen siendo diferentes, reconocibles y con una estética que provoca conversación: las transparencias y el punto rojo se han convertido en marca de la casa y seña de identidad, un aspecto que no suele dejar indiferente y que casi siempre hace que quien no está muy puesto en los avances de los dispositivos tech se fijen en los auriculares y te pregunten de qué marca son.

Pero ahora además suenan mejor, se sienten más cómodos y ofrecen una función realmente innovadora. El Super Mic cambia la forma en que usamos unos auriculares: mejora las llamadas, simplifica las grabaciones y demuestra que todavía hay margen para innovar en un mercado saturado.

No son los auriculares más potentes ni los que más cancelan, pero sí los más Nothing: honestos, funcionales y con personalidad propia.

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