Publicado: octubre 15, 2025, 1:23 pm
Desde los atentados en Magdeburgo y Berlín, los mercados navideños en Alemania se han convertido en zonas de alto riesgo terrorista y por tanto se han multiplido los requisitos de seguridad y se han disparado los costes, algo que podrían obligar a cancelar los turísticos mercadillos, según informa el diario germano Bild.
Las autoridades han endurecido las regulaciones drásticamente después de que un coche embistiera a una multitud en Magdeburgo, por lo que muchos festivales se cancelaron. Aducen que las «barreras antiterroristas certificadas» aumentan los costes de los operadores privados.
La situación es «particularmente dramática» en Dresde, conocida como la capital navideña. Además del Striezelmarkt, hay varios mercados navideños privados, algunos de los cuales la policía exige que se reduzcan para poder bloquear las vías de acceso.
El Ayuntamiento había presupuestado inicialmente 800.000 euros para protección adicional de los mercados. Pero los costes ascienden a unos cuatro millones, según cálculos del organizador, que lleva meses visitando a ministros, oficinas gubernamentales y el Ayuntamiento. Incluso escribió varias cartas al ministro del Interior, Armin Schuster (CDU)
«Colapso de la cultura de los mercados navideños»
En respuesta a una consulta del diario Bild, el Ministerio del Interior se limitó a declarar que está «buscando soluciones» con la Asociación de Ciudades y Municipios Alemanes. También indicó que la evaluación de riesgos a nivel nacional para los mercados navideños estará disponible a principios de diciembre.
Los más carismáticos, los de Dresde y Pirna, han anunciado que abrirán el 25 y 26 de noviembre y esperan que no les exijan las costosas barreras antiterroristas, porque si no se verán abocados a tener «aforos reducidos y sin ambiente, o a cancelar», han advertido.
Las autoridades de Dresde también exigen barreras antiterroristas certificadas para los mercados navideños privados. El aumento de los costes de seguridad ha hecho imposible organizarlos. Un representante del sector calificó la situación de un «colapso de la cultura de los mercados navideños» al diario alemán.