Publicado: octubre 5, 2025, 10:23 pm
Los problemas derivados de una mala postura son muy frecuentes, tanto en España como en otras muchas partes del mundo. Tendemos a culpar al móvil y las muchas horas que pasamos con él en la mano mirando hacia abajo, pero no siempre es el responsable de ello.
De hecho, tal y como ha explicado la podóloga María Jesús Lechuga, hay tres zonas clave que afectan a la postura y no siempre somos conscientes de ello, por lo que aceptamos los dolores y malestar que nos provocan sin saber que podemos hacer algo para evitarlo. Eso sí, hay otras ocasiones en la que, efectivamente, el móvil es el culpable.
Las tres zonas clave que afectan a tu postura
Una mala postura puede deberse a muchas causas, algunas las conocemos, pero otras pueden ser una gran sorpresa, como las tres que señala la profesional en podología María Jesús Lechuga en sus redes sociales. «Si tienes mala postura o caminas mal probablemente lo primero que te viene a la cabeza es la espalda, pero estas tres zonas clave afectan muchísimo también y no las estás teniendo en cuenta».
Siendo podóloga sorprende poco que la primera de estas zonas a las que hay que prestar atención sean los pies. «Si pisas mal, todo lo que hay por encima se desajusta. Tu cuerpo intenta compensar y eso genera tensiones», revela en su vídeo, señalando que en ese caso unas plantillas personalizadas podrían mejorar las cosas.
La segunda de las zonas que son clave es la boca, porque «una mala mordida puede alterar el equilibrio del cuello y de toda la columna vertebral y como la mandíbula conecta con los músculos que sujetan la cabeza, puede cambiar tu postura sin que te des cuenta». La última de las zonas que quiere señalar son los ojos, «tu mirada influye en como colocas la cabeza y si un ojo ve mejor que el otro, tu cuerpo ajusta la postura de forma inconsciente para compensar».
Cómo mantener una buena postura
Una mala postura puede tener ciertas consecuencias para la salud, por ejemplo, desalineando el sistema musculoesquelético, haciendo más frágil la columna, causando color en cuello, hombros y espalda, reduciendo la flexibilidad y afectando a la forma en la que se mueven las articulaciones. También afecta al equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caídas. Además, en algunos casos puede dificultar la respiración y hacer que sea más complicado digerir la comida.
Una forma de mejorar la postura es ser consciente de ella y tratar de rectificar cuando nos encontramos en una postura inadecuada, también conviene hacer ejercicio, como aquellos que fortalecen los músculos de la espalda, el abdomen y la pelvis, otros, como el yoga, nos ayudan a tomar conciencia de nuestro cuerpo. También hay ejercicios específicos de reeducación postural.
Mientras estamos de pie, es importante mantener la espalda recta, la cabeza erguida y los hombros atrás. Si estamos sentados es importante cambiar de postura con cierta frecuencia, así como levantarse de vez en cuando y caminar un poco. La espalda debe tener un buen apoyo y los hombros estar relajados, los codos cerca del cuerpo y los pies apoyados en el suelo, mejor con las piernas sin cruzar. Mantener el cuerpo en la posición correcta, tanto cuando nos movemos como cuando estamos quietos, puede ayudarnos a evitar dolores, lesiones y otros problemas de salud.
Referencias
National Library of Medicine. (s. f.-e). Guía para una buena postura. https://medlineplus.gov/spanish/guidetogoodposture.html