Publicado: octubre 3, 2025, 5:23 am
La Unión Europea mira al segundo aniversario de los ataques de Hamás del 7 de octubre entre la división en los 27, la reacción tardía y un papel lleno de dudas sobre cómo gestionar esta crisis. En dos años se han producido fricciones entre los socios, dos bandos, una Ursula von der Leyen muy criticada y una cascada de críticas en base a una gestión diferente de lo que pasa en Gaza respecto a cómo se tomó la invasión rusa de Ucrania. Y así se ha llegado a 2025, con medidas sobre la mesa (algunas de ellas casi imposibles) y el bloque comunitario buscando su sitio sobre este conflicto.
«La Unión tiene muchas cosas que reivindicar en este caso, seguimos siendo el principal apoyo humanitario de Palestina y siempre hemos tenido la misma posición», comentan fuentes comunitarias consultadas por 20minutos, que recalcan las ‘líneas maestras’ del bloque desde el inicio de las hostilidades: liberación de los rehenes por parte de Hamás, entrada de la ayuda humanitaria y solución de los dos Estados. «Sí que se ha endurecido el mensaje en los últimos tiempos porque lo que pasa en la Franja ya es insostenible», reconocen las fuentes.
Pero, ¿qué ha hecho la Unión Europea realmente en estos dos años?
Del shock inicial a las críticas a Von der Leyen
La primera reacción tras los ataques terroristas de Hamás fue un viaje exprés de Ursula von der Leyen y Roberta Metsola a Israel, a la zona cero de esa ofensiva que después respondió Tel Aviv con dureza. Eso avivó las críticas contra la presidenta de la Comisión Europea, que se posicionó rápidamente del lado del Gobierno de Benjamin Netanyahu. En el caso de la líder del Parlamento Europeo, aunque menos en el foco, la censura llegó porque se presentó en Israel directamente sin esperar a una resolución de la Eurocámara sobre el asunto. «Eso ya queda muy atrás», reconocen las fuentes consultadas por este medio; muchas voces entienden que aquel paso no se daría ni mucho menos en unas circunstancias como las actuales, dado cómo ha cambiado el conflicto.
Un «doble rasero» fruto de la división interna
Pero el mayor problema de la UE ha sido y es la división interna, sobre todo entre los países miembros. En realidad existen dos bloques de socios, como se pudo ver también recientemente en la Asamblea General de Naciones Unidas, donde gobiernos de la Unión como Francia o Bélgica dieron el paso de reconocer el Estado palestino. En ese sector están otros como España, Irlanda, Luxemburgo o los nórdicos. El español de hecho es el Ejecutivo que más dureza ha mostrado contra Israel, y viene desde hace meses pidiendo medidas mucho más firmes.
Las acusaciones contra la UE por el «doble rasero» entre Gaza y Ucrania se repiten porque en el otro bloque sigue habiendo una decena de Estados miembros que no quieren romper con Tel Aviv: ese grupo lo lidera Alemania. El Gobierno de Friedrich Merz no se mueve, se niega a reconocer el Estado palestino y solo ha dado pasos relativos al embargo de armas. Sin Berlín cambiado de lado, no habrá unanimidad (necesaria por ejemplo para aprobar sanciones); Italia, en cambio, sí se abre a esas medidas restrictivas y Giorgia Meloni ha ido endureciendo su mensaje. No obstante, otros países como Hungría o Austria también hacen de parapeto para esa unidad que se le reclama a la UE.
El mayor donante de Palestina
Con todo, la UE sigue siendo el mayor donante de ayuda a Palestina: lo era ya antes del 7-O y ese puesto se mantiene. Desde el inicio de la crisis, la ayuda enviada por los Estados miembros de la UE ha aumentado considerablemente, con fondos adicionales por un total de 972,6 millones de euros. La UE ha contribuido con 472,9 millones de euros adicionales. Esto eleva la ayuda financiera humanitaria total a 1.440 millones de euros, según los datos compartidos por el Consejo.
Además de canalizar la financiación a través de socios humanitarios, la UE también está proporcionando ayuda en especie a Gaza y a la región. La Unión ha puesto en marcha una operación de puente aéreo humanitario para prestar ayuda a las personas afectadas por la crisis. Según cifras correspondientes a septiembre 2025, han llegado 76 vuelos a Gaza y el bloque comunitario ha transportado más de 4.950 toneladas de mercancías para la Franja (por vía aérea, marítima o terrestre), en particular medicamentos, suministros médicos, material para refugio y para saneamiento, agua, artículos de higiene, material educativo en nombre de socios humanitarios y existencias de la UE.
La UE ha abierto en Gaza tres almacenes humanitarios. Actualmente están operativos los de Daraj y Zawayda. Varios Estados miembros también han proporcionado ayuda por medio de lanzamientos aéreos.
Las primeras medidas firmes, dos años después
Las primeras medidas firmes que se han puesto sobre la mesa han llegado en septiembre de este mismo año. «Lo que está sucediendo remueve la conciencia del mundo: la hambruna provocada por el hombre nunca puede ser un arma de guerra. Por el bien de la humanidad esto tiene que acabar», sostuvo Ursula von der Leyen durante el debate sobre el estado de la Unión, de la manera más rotunda por su parte hasta ahora. «No podemos dejar que todo esto ocurra», comentó en un punto en el que afeó de la «incapacidad» de Europa para encontrar el consenso en un marco en el que la UE es el principal donante de ayuda a Palestina. «Pero tenemos que hacer más». Muchos Estados miembros han ido más allá por su cuenta en las medidas contra Israel, y por eso Von der Leyen ha pedido «superar el bloqueo».
En ese sentido, ha puesto sobre la mesa cuatro medidas: la suspensión parcial del acuerdo comercial con Israel, sanciones a los ministros extremistas de Netanyahu, la suspensión de la ayuda bilateral a Tel Aviv y una Conferencia de apoyo a Palestina. El ‘elefante en la habitación’ para la UE es la primer de todas.
Para que los 27 acepten la suspensión hace falta una mayoría cualificada que ahora está lejos, sobre todo por las posiciones de Italia y sobre todo de Alemania. Y aún así sería un bloqueo con muchos matices: se basa sobre todo en la reincorporación de aranceles y la eliminación por tanto de Israel como «socio preferencial» de la Unión. El foco del bloqueo se pondría sobre todo en los bienes, y no en los servicios, pero el cálculo de la Comisión es que el impacto de la suspensión sería sobre un 37% de las exportaciones de Israel hacia la Unión Europea (5.900 millones de euros aproximadamente) y en torno a un 30% de las exportaciones desde la Unión hacia Tel Aviv. La Comisión estima que si el comercio se mantuviera al mismo nivel, las exportaciones israelíes tendrían que pagar una cantidad adicional de 227 millones anuales en tarifas. «No estamos proponiendo el bloqueo total del acuerdo», incidieron desde Bruselas.
¿Qué pasará a partir de ahora?
Y se ha llegado al plan Trump para Gaza que la UE y los países miembros ven con buenos ojos. España, por ejemplo, cree que es el momento «de poner fin a tanto sufrimiento», expresó el presidente Pedro Sánchez en redes sociales. «Es la hora de que cese la violencia, se produzca la inmediata liberación de todos los rehenes y se dé acceso a la ayuda humanitaria para la población civil. La solución de dos Estados, Israel y Palestina, conviviendo uno junto a otro en paz y seguridad, es la única posible», añadió. «El sufrimiento ha durado demasiado», sostuvo Exteriores en un comunicado.
Francia, Italia, Portugal y Países Bajos también anunciaron su respaldo a la propuesta. «Saludo el compromiso del presidente Donald Trump para poner fin a la guerra en Gaza y lograr la liberación de todos los rehenes. Espero que Israel se comprometa resueltamente», publicó Emmanuel Macron, y tendió la mano para «contribuir» a desarrollar el plan, igual que Roma. «Italia está dispuesta a desempeñar su papel en estrecha coordinación con Estados Unidos, los socios europeos y en la región», sostuvo Giorgia Meloni, que también uso la palabra «oportunidad» para avisar a Hamás de que tiene que aceptar esta vía. «Una paz justa y duradera es posible en Oriente Próximo, con un Estado de Israel y un Estado palestino que convivan en paz y seguridad, y con la plena normalización de las relaciones entre Israel y las naciones árabes e islámicas», concluyó.
«El plan del presidente Trump para Gaza es una oportunidad para lograr una paz duradera. Ofrece la mejor oportunidad inmediata para poner fin a la guerra«, sostuvo la Alta Representante de la UE, Kaja Kallas, con quien coincidió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. «Las hostilidades deben terminar con la prestación inmediata de ayuda humanitaria a la población de Gaza y con la liberación inmediata de todos los rehenes», incidió, al tiempo que repetía que la solución de los dos Estados «es el único camino viable para la paz». Para el jefe del Consejo Europeo, Antonio Costa, esta propuesta sirve para «dar una oportunidad real a la paz».
¿Parece que todos reman en la misma dirección en la UE? Sí pero no. Las líneas maestras, dos años después, parecen claras, pero las divisiones siguen presentes: hay países que recelan de poner más presión sobre Israel y otros que quieren medidas más firmes. Mientras, todos censura a Hamás de una manera o de otra y parece que la solución más tangible puede venir desde Washington y sin que la Unión juegue un papel activo.