Publicado: septiembre 30, 2025, 12:23 pm
El humo se eleva, la población huye y quien se queda firma su sentencia de muerte. Así se vive actualmente en Gaza, donde Médicos Sin Fronteras asegura que la población gazatí está en tensión constante por múltiples arrinconamientos, el asedio y los bombardeos. La organización, que el viernes emitió su cese de actividad en Ciudad de Gaza por las complicaciones que provocaba la ofensiva israelí en su desarrollo, ha querido denunciar públicamente esta precaria situación a través de una rueda de prensa que ha tenido lugar este martes en sus oficinas de Madrid. La coordinadora de MSF en España, Raquel González , ha utilizado con plena responsabilidad el problemático término «genocidio» por datos que han sido testificados por el personal de la organización que «muestran asesinatos masivos, desplazamientos forzados, destrucción sistemática de infraestructuras y prácticas que buscan eliminar a toda una población». González ha reiterado que «los médicos y la ayuda humanitaria no pueden detener un genocidio; son los líderes mundiales quienes deben hacerlo». Ante el intento de Trump de fraguar la paz, la coordinadora ha explicado que «se necesitan actos, no declaraciones vacías». Ha instado a la cooperación internacional a «usar toda su influencia para poner fin al asedio, garantizar la entrada masiva y sin restricciones de ayuda humanitaria y detener las órdenes de evacuación forzosa. Es imprescindible asegurar vías de salvamento y el derecho al retorno de los palestinos». Por otro lado, la supervisora de emergencias de MSF, Esperanza Santos , ha apoyado las palabras de González con su propio testimonio. Santos, una enfermera que ha trabajado en distintos países en conflicto como Yemen, R.D. Congo o Siria, entre otros, estuvo al mando de los servicios de emergencia durante siete semanas en Gaza. Según sus propias vivencias: «Desde el primer día, la vida allí era insostenible, no había mercados y la población enfrentaba una hambruna extrema. Al inicio de agosto entró algo de comida, pero pronto Israel anunció que intensificaría la ofensiva, acabando con toda esperanza de tregua». Santos ha recalcado que los puntos de distribución de ayuda son «un espectáculo inhumano»: sin orden ni protección, se convierten en «trampas mortales». La distribución de alimentos, agua y medicinas funcionan bajo «la ley del más fuerte»: quien llegue antes, se lo queda. A parte de la falta de suministros que derriba en la malnutrición y esta en la destrucción del sistema inmunitario, Santos también explica que «la población vive bajo presión psicológica permanente: drones, bombardeos, demoliciones y el ruido constante de aviones militares». Las heridas de bala y las muertes son constantes, lo que complica los servicios de las organizaciones de emergencia y por ende, los hospitales están colapsados. La coordinadora de emergencias ha explicado que la destrucción de zonas como la Franja donde «no quedan civiles ni edificios, solo ruinas», ha derribado a un éxodo de la sociedad gazatí donde «más de medio millón de palestinos avanzan a pie durante horas para poder encontrar un lugar seguro donde quedarse. Aún así, hay gente que decide quedarse porque sabe que, si se marcha, nunca podrá regresar a la misma ciudad». Finalmente, Santos ha explicado que el fin del conflicto debe llegar ya: «Lo más urgente es detener esta barbarie: cesar los bombardeos, levantar el asedio y garantizar el acceso inmediato de ayuda humanitaria». Asimismo, ha reiterado que las posibles treguas deben «poner al ser humano en el centro de las decisiones». A pesar de las complicaciones y las denuncias que han emitido, MSF seguirá ayudando y cooperando con la sociedad gazatí. En un comunicado de la organización han asegurado su compromiso y su objetivo: «Seguir prestando apoyo a los servicios esenciales de las instalaciones del Ministerio de Salud, incluidos los hospitales Al Helou y Al Shifa, mientras sigan funcionando». Y seguir proporcionando consultas médicas, cirugías y partos asistidos, sesiones de salud mental, agua segura distribuida a miles de personas cada día y atenciones de urgencias.