Publicado: septiembre 30, 2025, 1:07 am
«Así será definitivamente, es algo seguro. Ese es mi evento ». Con esas contundentes palabras se expresó la superestrella de las artes marciales mixtas, Conor McGregor, cuando fue preguntado acerca de su regreso al octágono en la velada que prevé organizar la UFC en la Casa Blanca, en junio del próximo año. El irlandés, muy cercano al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene muy claro que ese es el lugar donde quiere regresar después de cuatro años fuera del octágono. McGregor estuvo muy cerca de competir en verano del año pasado, pero una lesión le empujó a salir del combate contra Michael Chandler. Ahora, The Notorious ha señalado que la Casa Blanca sería un escenario perfecto para terminar disputando esa pelea que estuvo tan cerca de suceder. Lo cierto es que numerosos aficionados recelan de que McGregor vuelva a pisar una jaula para pelear, pero de sus palabras se desprende una gran seguridad en que terminará ocurriendo. Para ello, ha apuntado el irlandés, está en conversaciones directamente con el Gobierno estadounidense, pues el evento se celebrará en la residencia presidencial. «No estoy negociando con la UFC para esta pelea como de costumbre. Estoy negociando con los Estados Unidos de América» , ha apuntado en una pregunta recogida por SecondsOutLive en uno de las veladas de Bare Knuckle, la compañía de boxeo sin guantes de la que es co-propietario McGregor. Las negociaciones, en cualquier caso, prometen ser duras. El irlandés ha impuesto un par de condiciones más que comprometidas tanto para el CEO de la UFC, Dana White, como para Donald Trump. « Quiero 100 millones de dólares para luchar en la Casa Blanca, junto con 100 ‘Golden Visas’ estadounidenses para mí, mi familia y mis amigos. Tengo muchas ganas de volver a entretener al mundo de la lucha. ¡Un placer que nunca doy por sentado!», ha escrito en sus redes sociales. Sea como fuere, la alianza entre Conor McGregor, Dana White y Donald Trump se estima muy rentable para todos. Por un lado, el irlandés aportaría un aumento del foco mediático en el evento, el CEO de la UFC impulsará un evento histórico y el presidente de Estados Unidos habrá logrado atraer todas las miradas en el panorama internacional.