Saúl Craviotto, leyenda del deporte español, 41 años: "No tengo la misma visión que antes, el éxito es pasar tiempo con mis tres hijas" - Estados Unidos (ES)
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Saúl Craviotto, leyenda del deporte español, 41 años: «No tengo la misma visión que antes, el éxito es pasar tiempo con mis tres hijas»

Publicado: septiembre 29, 2025, 10:27 am

El piragüista Saúl Craviotto, el deportista olímpico más laureado de España con seis medallas, ve actualmente muy lejana la posibilidad de estar en Los Ángeles 2028, en los que serían sus sextos Juegos, y reconoce que está en una fase en la considera que el éxito para él «es pasar más tiempo de calidad» con su familia.

«Estoy en un momento de realismo. No me gusta vender humo, ni decir cosas que realmente no siento. Yo ahora mismo Los Ángeles lo veo muy lejos. Es verdad que cada vez más cerca, el año pasado cuando me lo preguntaban lo veía mucho más lejos y ahora está cada vez más cerquita», expresó Saúl Craviotto tras presentar el nuevo vino Coto de Caleruega Roble 2024, de la marca Grupo Barón de Ley, de la que es embajador.

El seis veces medallista olímpico quiere «empezar a coger rutina», porque la necesita, aunque admite que hay palistas con mucho futuro y prueba de ello son las ocho medallas de la delegación española en los Mundiales de Milán del mes de agosto. «La temporada nueva empieza ahora y hay chavales jóvenes con un potencial increíble. Yo voy a hacer lo que pueda, sin exigirme, porque ya he pasado esta etapa de exigencia física y mental», apuntó.

El deportista catalán, que en noviembre hará 41 años, está en un momento en el que quiere «disfrutar de estos últimos años», aunque no descarta nada por ahora. «Si suena la flauta, me motivo y siento que puedo, pues no lo descarto. Pero tampoco quiero decir, pues sí, voy a ir a Los Ángeles. Voy un poco año a año», expuso.

Sobre sus sensaciones por ser el deportista nacional con más medallas olímpicas, comentó que «tampoco es una cosa» en la que piensa, sino que únicamente lo recuerda cuando surgen entrevistas y se lo dicen. «En mi día a día, normalidad y naturalidad. Creo que no hay que vivir del pasado, ni estancarse o anclarse en lo conseguido. Yo pienso en el presente, en tener ambiciones siempre, y cosas de futuro. Pero estoy orgulloso de toda la gente que me ha ayudado a ser quien soy», subrayó.

Craviotto sabe que todo lo que ha vivido desde que empezó en la alta competición «forma parte de una evolución». «Lo que para mí era éxito con 20 años, ahora no es lo mismo. Antes se basaba en la acumulación, en conseguir medallas y títulos. Ahora, con la edad que tengo, ser exitoso es pasar más tiempo de calidad con mi familia«, confesó.

El piragüista cree que «la vida son etapas y todas hay que vivirlas», porque, aunque te lo digan, «a veces tienes que cometer el error para vivirlo con tus propias carnes». «Evidentemente no tengo la misma visión que antes y mi prioridad es tener el calendario con puntos verdes. El éxito es pasar tiempo con mis tres hijas, vivir cosas sencillas, la normalidad… Poder disfrutar del tiempo es la verdadera definición de éxito», advierte.

Recuerdos de París 2024

En este sentido, también admite que la medalla que recuerda con más cariño es el bronce conseguido en K-4 500 metros en los Juegos Olímpicos del pasado año en París, precisamente porque su familia estaba en la grada. «Es muy difícil elegir, sería injusto dejarme alguna en el tintero porque todas han sido especiales, con compañeros especiales y con situaciones muy bonitas», puntualizó inicialmente.

«Quizás la última, por darle ese toque más emocional. La grada estaba llena, estaban mis hijas, mis hermanas… Toda la gente que realmente tenía que estar, estaba ahí y eso lo viví diferente. En el momento, eso fue como más especial y lo guardo con mucho cariño», rememoró sobre aquella presea que conquistó en la capital francesa junto a Rodrigo Germade, Marcus Cooper y Carlos Arévalo.

Craviotto es historia viva del olimpismo español y por ello fue designado abanderado del equipo español en Tokio, junto a la nadadora Mireia Belmonte, algo que considera «único». «Lo máximo que puede tener un deportista es ir a los Juegos, ser medallista olímpico y ser abanderado de tu país. Cuando te ofrecen la oportunidad de serlo es algo bonito, simbólico y especial. Es verdad que me tocó el año del COVID y lo visualizaba diferente, pero me quedo con lo que significa», reflejó.

Por ello, recomienda a los jóvenes que quieran llegar a ser profesionales en su deporte que «no vayan tan rápido». «Le diría que primero disfrute, que se relaje y se empape de valores de compañerismo, de sacrificio y de entender que si quieres ser el mejor, tienes que sacrificarte más que otro, porque no hay medalla para los 20 mejores. El deporte es oro, plata y bronce. El que queda cuarto se va a casa sin nada y si quieres serlo, esfuérzate y paga el peaje que conlleva», argumentó.

En su caso, a pesar de que se arrepiente de haberse «perdido cosas», sí que le mereció la pena. «Llevo 20 años fuera de mi casa, me he perdido comuniones, bautizos, no he estado cerca de mis abuelos los meses antes de fallecer… Son cosas que no vuelven y es un peaje que hay que pagar, pero en muchos trabajos también pasa. Al final, son decisiones que tomas», manifestó.

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