Publicado: septiembre 28, 2025, 2:23 pm
El 29 de septiembre de 1995, muchos compradores españoles se hicieron con una nueva consola, la primera de una compañía conocida por sus videocámaras, Walkman, Discman y televisores. Hace 30 años, Sony lanzaba la PlayStation en Europa, pero antes de llegar ya había dejado una víctima por el camino: a SEGA con su Saturn.
Y todo se fraguó durante dos segundos en el primer E3 de la historia con uno de los mayores trolleos de los videojuegos: el del «299».
De un chip de audio a la PlayStation. Antes de llegar a ese punto, vamos con algo de contexto. Sony no era una compañía de videojuegos. De hecho, dentro de la propia gigante japonesa, pocos creían que pintaran algo en ese segmento. Sin embargo, ahí estaba Ken Kutaragi, el «padre» de PlayStation. Fue viendo a su hija jugar a la Famicom, nuestra NES, cuando Kutaragi se dio cuenta del potencial de los videojuegos. Lo planteó, pero Sony pasó del tema.
Unos años más tarde, Nintendo necesitaba un chip de audio para la SuperNES, y ahí estuvo Kutaragi, trabajando en secreto en el diseño del SPC700 que tanto aportó a la historia de los videojuegos y al audio de la consola de Nintendo. No acabó despedido de milagro, ya que sus jefes enfurecieron cuando se enteraron. Pero bueno, poco a poco fueron entrando en razón y Kutaragi debía ser un pesado de campeonato porque consiguió que Sony y Nintendo colaboraran en el desarrollo de la Super NES CD, o la Nintendo PlayStation que hoy es una pieza de museo.
De la traición de Nintendo. ¿El problema? Nintendo no veía con buenos ojos que una empresa como Sony ganara poder en el mundillo de los videojuegos y, justo cuando iba a darse a conocer al mundo la gran asociación, Nintendo pegó un volantazo: se asoció con Philips y les cedió cinco de sus franquicias para que hicieran lo que quisieran. Fue el mayor error de Nintendo.
No sólo Philips destrozó ‘Mario’ y, sobre todo, ‘Zelda’ con juegos tremendamente malos para la CD-i, sino que enfureció a Sony de una manera inimaginable. Si antes no estaban convencidos del todo, ahora tenían claro que debían humillar a Nintendo. Se pusieron manos a la obra y, de esa traición, nació la PlayStation. Ahora había que presentarla bien, y el primer E3 de la historia, el de 1995, era el escenario ideal.
…a los «299». Nintendo fue con el fracaso de Virtual Boy bajo el brazo y con rumores de Nintendo 64 (a la que le quedaban unos años de desarrollo), pero había otra compañía que sí tenía novedades: SEGA. La otra gigante japonesa de los videojuegos sería una piedra en el camino de Sony si no hacían bien las cosas, y dentro de «hacer bien las cosas» entra lo de poner un precio atractivo. Era la primera consola, tenía que funcionar.
De hecho, ambas eran las que más tenían que ganar y que perder en la feria porque se habían lanzado ya en Japón, pero el precio que marcaran para Estados Unidos sería clave. SEGA cruzó el charco con su Saturn y anunció que costaría 399 dólares (también 399 libras en Reino Unido y 79.990 pesetas en España). Sony necesitaba un golpe de efecto, y fue entonces cuando ocurrió este momento:
El mayor trolleo de los videojuegos. Lo que acabas de ver es de sobra conocido, pero no menos impactante 30 años después. Tras un largo discurso sobre la historia de la compañía y sobre las bondades tanto de la máquina como del CD, un formato nuevo por aquel entonces, Steve Race, presidente de Sony América subió al escenario y, claro, te imaginarás que alguien así subiría a dar otro larguísimo monólogo. Pero no.
«Two nine nine». 299.
Y se bajó del escenario.
Esos dos segundos, seguidos de aplausos y vítores, bastaron para que PlayStation «ganara» aquel primer E3. Ya lo comentaba mi compañero Rafa Márquez en Vidaextra: la mejor mezcla posible entre un trolleo y un marketing magistral. Era 100 dólares más barata que la SEGA Saturn, tenía el favor de muchísimos desarrolladores, era un buen reproductor de CD y no sólo había juegos japoneses, sino otros muy enfocados al público occidental. Además, era el dato que todos iban a resaltar, el que quería la prensa y los jugadores.
La puntilla. Fue una jugada maestra, pero aunque la historia le ha dado un buen peso a la hora de hacer que SEGA tropezara, lo cierto es que la propia SEGA había hecho muchísimos méritos para acabar como acabó. Para empezar, la Saturn era una consola cara, pero también muy complicada. Los juegos en 2D y las conversiones de arcade eran geniales, pero para exprimir la máquina había que desarrollar para los dos procesadores que tenía. Además, el lanzamiento en tiendas fue nefasto al producirse por sorpresa.
Era una complicación porque las herramientas no son tan sencillas y accesibles como en la actualidad, pero es que al otro lado tenías una PlayStation para la que era muchísimo más fácil desarrollar, además de dar alguna que otra ventaja en cuanto a royalties. Y con Saturn, pero sobre todo con Dreamcast, SEGA vivió una guerra civil interna entre las divisiones de Estados Unidos y Japón. Es decir, el «299» fue un empujón que aceleró la caída de la compañía, pero es que SEGA no necesitaba a nadie para tambalearse.
Historia. Al final, el mercado puso a cada una en su lugar. Por las menos de diez millones de SEGA Saturn, Sony colocó más de 100 millones de aquella primera PlayStation. Sólo ‘Gran Turismo‘ vendió más que la propia Saturn y, aunque a Nintendo le fue mejor con las casi 33 millones de Nintendo 64 vendidas, llegó tarde y con cartuchos, perdiendo por el camino el favor de compañías como Square Enix y otras muchas desarrolladoras que vieron que el CD era un formato más favorable.
Ese «discurso» de Race es historia del medio, pero también del marketing y uno de mis momentos favoritos en estas presentaciones de videojuegos. Como curiosidad, como estamos condenados a repetir la historia, en 2014 ocurrió algo similar con resultados, de nuevo, favorables para Sony. Microsoft anunció que su Xbox One costaría 499 dólares.
Un día después, Sony repitió la jugada bajando 100 dólares la barrera con PlayStation 4. Y volvió a llevarse la generación.
En Xataka | La loca, loca idea del videojuego por satélite: el proyecto de Nintendo que anticipó el futuro del streaming
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La noticia
En el E3 de 1995, PlayStation sólo necesitó dos segundos para destrozar a SEGA. Y cambió los videojuegos para siempre
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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