Publicado: septiembre 28, 2025, 6:23 am
Integral en mayor o menor porcentaje, con semillas, de espelta, centeno, trigo… con masa madre o sin ella, fermentación de 24 horas o 48… el pan se ha convertido en un elemento clave de nuestra dieta en España, y en muchos casos resulta complicado saber elegir cuál es el más beneficioso para nuestro organismo. La variedad es incontable, y cada día salen al mercado nuevas especialidades.
Parece consolidada la certeza de que la masa madre con un reposo adecuado ayuda a que el pan no genere flatulencias excesivas en nuestras digestiones. Sin embargo, existe un consejo concreto y muy sencillo que funciona especialmente bien para que este alimento básico a base de harina no nos siente mal, y lo comparte la doctora Sara Marín en sus redes sociales.
Tan importante es el alimento como la manera de conservarlo
A nadie se le escapa que la dieta es fundamental en nuestra salud general, y que conseguir una alimentación variada y equilibrada, libre de alimentos ultraprocesados, azúcares refinados añadidos y grasas saturadas es clave para el buen funcionamiento del organismo. Pero, además de planificar lo que comemos, es igual de importante saber cómo cocinarlo y conservarlo.
También parece evidente que, congelar la comida nos va a ayudar a combatir el desperdicio alimentario, y también a que se conserve en condiciones óptimas por más tiempo. Pues bien, si unimos ambos conceptos, los de elegir el mejor pan con su correspondiente fermentación y su elaboración artesanal con harinas integrales, y la posibilidad de congelarlo, tenemos el truco que va a favorecer nuestra salud digestiva.
Congelar el pan, la mejor manera de evitar que siente mal
Congelar el pan, en la mayoría de los hogares es una manera práctica de tener siempre disponible este alimento. Si además lo guardamos en rebanadas, este gesto nos ayudará a ir sacando cada día solo las que necesitamos, parea no desperdiciar nada ni comprometer la correcta conservación del resto de la pieza.
Lo que probablemente muchas personas desconocen es que, con este sencillo gesto, además estaremos favoreciendo la salud. En palabras de la doctora Sara Marín, «si congelas el pan y sacas una rebanada para meterla en la sartén o en la tostadora, gran parte del carbohidrato del pan se va a convertir en fibra prebiótica” afirma.
¿Y qué consigue esa conversión? «Disminuye tu pico de glucosa, se digiere mejor produciendo menos inflamación y gases«. El proceso que sucede en este caso es que el almidón que contiene el pan se convierte en gran parte en almidón resistente, que es un tipo de fibra prebiótica que no se va a digerir en el intestino delgado, sino que pasa directamente al intestino grueso. Una vez llegado a su destino, esta fibra sirve de alimento a las bacterias de la microbiota, reduciendo su inflamación.
Referencias
Mohamad Sobh, Joshua Montroy, Zeinab Daham, Stephanie Sibbald, Manoj Lalu, Alain Stintzi, David Mack, Dean A. Fergusson. ‘Tolerability and SCFA production after resistant starch supplementation in humans: a systematic review of randomized controlled studies’. Am J Clin Nutr. 2022 Mar 4;115(3). Consultado online en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/34871343/ el 6 de septiembre de 2025.