Publicado: septiembre 25, 2025, 6:23 am
En Solihull, cerca de Liverpool y en su planta en Eslovaquia, lo habitual es ver cómo cada minuto salen de la línea algunos de los vehículos que marcan la cima de la industria británica. Hoy esas cadenas están quietas, y no por falta de piezas o de demanda. Un ataque informático ha obligado a Jaguar Land Rover a parar la producción y a revisar con lupa sus sistemas. La imagen no es solo la de unas fábricas detenidas, es la de un sector que descubre lo vulnerable que puede llegar a ser.
La cronología ayuda a dimensionar la magnitud del caso. El 31 de agosto, Jaguar Land Rover detuvo operaciones en sus fábricas británicas como medida preventiva, según Financial Times. Días después, la empresa comunicó que el restablecimiento de los sistemas requeriría más tiempo del previsto, con el 01 de octubre como nuevo horizonte. El mencionado medio, no obstante, señala que la interrupción podría extenderse durante varios meses, dejando en el aire cuándo volverán a encenderse las cadenas de producción.
Qué sabemos del ataque. lo primero que confirmóla compañía fue que sus sistemas se habían visto comprometidos y que algunos datos resultaron afectados, aunque señaló que no había evidencias de robo de información de clientes. En paralelo, un canal de Telegram difundió mensajes atribuidos a Lapsus$, ShinyHunters y Scattered Spider, con capturas de pantalla y la afirmación de haber accedido al código fuente de la empresa. Sin embargo, este tipo de alardes debe tomarse con cautela.
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Especialistas citados por The Wall Street Journal estiman que cada jornada sin producción supone cerca de siete millones de dólares en ventas no realizadas. La compañía ha optado por seguir pagando a sus trabajadores a pesar de que las plantas permanecen cerradas, una medida que mitiga la tensión laboral pero que incrementa la presión financiera. El resultado es una factura que crece día a día, incluso antes de evaluar los daños técnicos del ataque.
Efecto dominó. más allá de las fábricas, la crisis se transmite a los talleres y proveedores que abastecen a Jaguar Land Rover. Unas 100.000 personas trabajan en ese engranaje que entrega piezas al ritmo exacto que exige la línea de montaje. Cada día sin producción complica la tesorería de pequeñas y medianas empresas, que dependen casi en exclusiva de mantener abierta la conexión con las plantas de JLR.
Seguro contra ciberataques. Según Reuters, la compañía no llegó a cerrar a tiempo una póliza para cubrir pérdidas y costes derivados de un ataque informático. La misma estaba siendo intermediado por Lockton, un bróker global de seguros. Esto sugiere que JLR estaba sin cobertura específica cuando ocurrió el incidente.
El Gobierno británico se ha visto arrastrado a la crisis. Dos ministros mantuvieron reuniones en JLR para analizar cómo reactivar la producción. En paralelo, el Ejecutivo baraja un plan inusual: adquirir piezas de proveedores para sostener su tesorería y colocarlas en el mercado cuando la producción vuelva a arrancar. El sector, sin embargo, cuestiona cómo decidir qué comprar y dónde almacenar los componentes, lo que deja la propuesta en fase exploratoria.
¿Se perderán ventas? A pesar del parón, la compañía no está completamente desabastecida. El mencionado periódico estadounidense indicó que los concesionarios de su país contaban en agosto con un inventario equivalente a 113 días de ventas, uno de los niveles más altos del sector. Ese colchón puede absorber parte del impacto comercial a corto plazo. El problema aparece si el paro se extiende hasta noviembre, con pérdidas de 3.500 millones de libras en ingresos (unos 4.009 millones de euros).
La crisis de Jaguar Land Rover no se limita a un fabricante detenido por un ataque informático. Expone hasta qué punto la automoción moderna depende de sistemas digitales que pueden volverse invisibles hasta el día en que fallan. En un sector acostumbrado a medir cada segundo de producción, un bloqueo como este no solo paraliza fábricas y proveedores, también introduce una nueva variable en la ecuación, la resiliencia frente a amenazas que ya no llegan de los mercados ni de la carretera, sino de un sistema.
Imágenes | Loris Marie | Martin Katler
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La noticia
Jaguar Land Rover fue golpeada por un ciberataque. Lo complicado llegó al intentar reactivar sus plantas de producción
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Marquez
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