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Qué es el 'tusi' o 'cocaína rosa': la droga que le han incautado en Torremolinos a un cura

Publicado: septiembre 24, 2025, 8:23 pm

La Archidiócesis de Toledo ha confirmado la detención de uno de sus curas el pasado 21 de septiembre en la localidad malagueña de Torremolinos por presunta posesión de drogas. En el registro se le halló una «cantidad importante» de ‘tusi’, sustancia conocida popularmente como cocaína rosa.

Según adelantó El Digital de Castilla-La Mancha, el detenido es Carlos Loriente, canónigo de la Catedral de Toledo y director del Instituto Teológico San Ildefonso. El medio asegura que el sacerdote fue interceptado en un control rutinario cuando viajaba en un vehículo alquilado junto a otros hombres con destino a una fiesta.

Confusión entre sustancias

El argot ‘tusi’ proviene en realidad de la pronunciación anglosajona de 2C-B, una molécula psicoactiva sintetizada por primera vez por el químico Alexander Shulgin en 1974. El proyecto Energy Control, de la ONG Asociación Bienestar y Desarrollo, (que recoge muestras de sustancias que circulan en el mercado ilegal para analizarlas y documentarlas) lleva detectando su presencia en España desde al menos 2006, aunque normalmente en pastillas que se vendían como éxtasis (MDMA).

Sin embargo, en la mayoría de los casos la droga que se identifica como ‘tusi’ no tiene nada que ver con esta peculiar sustancia. Tal y como explica la misma organización, más bien suele tratarse de «un mix de sustancias en forma de polvo, generalmente rosa aunque a veces […] en otros colores».

Hasta el momento, prácticamente todas las muestras de ‘tusi’ analizadas contenían ketamina, un potente disociativo, «por lo que los principales riesgos están relacionados con los de esta sustancia y con la mezcla de ketamina con otras sustancias». Frecuentemente, también se han identificado otras sustancias estimulantes, como cafeína, o empatógenas, como MDMA.

Energy Control aclara que «en muy pocas ocasiones (7 muestras analizadas hasta abril de 2023) ha aparecido 2C-B en muestras de ‘tusi’ (junto a otras sustancias)» y «sólo en 2 ocasiones ha aparecido cocaína en las muestras de ‘tusi’ que han llegado a nuestros servicios de análisis». Por ello, abogan por el cese del uso en redes sociales y medios de comunicación del nombre ‘cocaína rosa’ ya que «puede dar lugar a errores en cuanto al imaginario colectivo sobre su composición».

Entre el éxtasis y el LSD

Por todo ello, al hablar del ‘tusi’ hay que distinguir claramente entre las características y riesgos del 2C-B propiamente dicho y de la ketamina, especialmente en combinación con cafeína, anfetaminas o MDMA.

Respecto al primero, a veces conocido coloquialmente como ‘nexus’, es una feniletilamina (y por tanto es una sustancia emparentada con las anfetaminas), en forma de polvo o pastillas normalmente rosas (aunque también puede verse en tonos blancos o ligeramente amarillentos), de efectos psicodélicos que los usuarios describen como a medio camino entre el MDMA y el LSD; es decir, provoca alucinaciones, cierto grado de estimulación física, buen humor y una sensación aumentada de ‘conexión o empatía con los demás’ (entactogénesis).

En el plano físico, sus efectos secundarios también son parecidos a los del MDMA (pupilas dilatadas o midriasis, hipertensión, taquicardia, aumento de la temperatura corporal, sudoración y tensión en la mandíbula) y, como ocurre con los alucinógenos, puede provocar ansiedad y pánico si el estado mental del consumidor no es el adecuado o si el entorno es estresante.

El 2C-B se consume por vía oral, en forma de pastillas o polvo, o nasal (esnifada).

Riesgos patentes pero poco estudiados

Las dosis varían ampliamente según los efectos deseados. En particular, la web de información sobre sustancias erowid.org las sitúa entre 2 y 5 miligramos para sentir los efectos («dosis umbral») y 50 mg para una dosis fuerte. Sus efectos pueden tardar una o dos horas en sentirse, y posteriormente duran entre 4 y 8 horas, por lo que pueden transcurrir hasta 10 horas entre la ingesta y el cese completo de la intoxicación.

Sus riesgos son prácticamente desconocidos. Debido al estatus legal de la sustancia y a su comparativamente baja popularidad, no se han realizado apenas estudios sobre su potencial toxicidad, ni a corto ni a largo plazo, aunque Shulgin refiere un caso de dosificación de 100 mg que no presentó complicaciones. De hecho, no existe literatura médica sobre ninguna muerte por sobredosis de esta sustancia, lo que por otro lado, dada la situación legal, no significa que esté exenta de riesgo. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que sí se han reportado casos de toxicidad importante en otras sustancias de la familia 2C, con daños neurológicos significativos.

Igualmente, se han documentado distintas complicaciones al esnifar otras feniletaminas.

Además, se ha reportado que el consumo continuado produce un aumento en la tolerancia a la sustancia, lo que significa que el usuario necesita cada vez cantidades mayores de sustancia para experimentar los mismos efectos. La dependencia física se considera improbable (es rara en las drogas psicodélicas) pero no se descarta que pueda producirse dependencia psicológica.

Ketamina, una sustancia empleada en medicina

Por el contrario, la ketamina es una sustancia sintetizada en 1962 (como apunta el Plan Nacional sobre Drogas) y con un largo recorrido como medicamento por sus propiedades analgésicas y sedantes. No obstante, mientras que la presentación farmacéutica es en forma de líquido inyectable, en la calle se puede encontrar de muchas formas (líquido, polvo, cristales, pastillas, cápsulas) y a menudo adulterada.

Los efectos varían en función de factores como las características del consumidor, su composición, la dosis o el contexto en el que se consume. Por lo general, a dosis bajas es similar a la intoxicación etílica: pérdida de coordinación, dificultades para hablar, visión borrosa, etc.

A dosis altas, los efectos son más similares a las de sustancias disociativas y psicodélicas: delirios, pseudoalucinaciones, pérdida de la noción del espacio y el tiempo, distorsión de la realidad… Es común que los consumidores refieran verse fuera de su cuerpo, piensen que han muerto o que van a fallecer de manera inminente.

La misma fuente recuerda que «es una sustancia muy peligrosa que puede provocar ansiedad, paranoia, y paros respiratorio y cardíaco, e incluso consumos mínimos pueden producir sobredosis», y que «la combinación con alcohol u otras drogas aumenta el riesgo de sufrir depresión respiratoria, episodios de síncope o paro cardíaco. La mezcla con psicoestimulantes y/o alucinógenos puede provocar una reacción impredecible y muy peligrosa».

Alexander Shulgin, químico y ‘psiconauta’

Alexander Shulgin (1925-2014), que como indicamos sintetizó y estudió el 2C-B y otras sustancias, era un químico y farmacéutico estadounidense de ascendencia rusa, conocido por sus trabajos en el área de la psicofarmacología y por su activismo político a favor del uso responsable de las sustancias psicotrópicas.

Precisamente, desde los años 70, Shulgin sintetizó para la agencia estadounidense encargada de la guerra contra la droga, la DEA, varios cientos de sustancias que probaba personalmente para posteriormente documentar la experiencia. Muchas de estas sustancias se utilizan hoy en día no como drogas recreativas, sino para investigar el comportamiento de los neurotransmisores y neuroreceptores en el cerebro humano. Además, Shulgin es el autor del método moderno de síntesis del MDMA, si bien no es el descubridor de esta sustancia (el MDMA fue descubierto en 1912 por Anton Köllisch), y es el principal responsable de su popularización.

Sus trabajos para la DEA se truncaron en la década de los 90, cuando publicó dos libros (PiHKAL y TiHKAL) en los que detallaba sus experiencias con un buen número de enteógenos (sustancias psicodélicas) e incluso daba instrucciones para su síntesis. El contenido molestó a la Agencia, que canceló su colaboración, registró sus laboratorios y le impuso cuantiosas sanciones económicas.

Posteriormente, Shulgin continuaría abogando por el uso responsable en entornos lúdicos y especialmente por la investigación farmacológica con estas sustancias hasta su muerte, dejando tras de sí un legado tan criticado como venerado.

Referencias

Energy Control. 2C-B. Consultado online en https://energycontrol.org/sustancias/2c-b/ el 19 de febrero del 2024.

Energy Control. Tusi. Consultado online en https://energycontrol.org/sustancias/tusi/ el 19 de febrero del 2024.

Alexander Shulgin. PiHKAL: A Chemical Love Story. Transform Press (1991). ISBN: 0-9630096-0-5

Erowid.org. 2C-B. Consultado online en https://erowid.org/chemicals/2cb/ el 19 de febrero de 2024.

Plan Nacional sobre Drogas. Ketamina. Consultado online en https://pnsd.sanidad.gob.es/ciudadanos/informacion/sustanciasPsicoactivas/otrasDrogas/ketamina.htm el 19 de febrero de 2024.

Alexander Shulgin. TiHKAL: The Continuation. Transform Press (1997). ISBN: 0-9630096-9-9

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