Publicado: septiembre 22, 2025, 4:23 pm
Desconocemos el futuro y eso nos anima a quedarnos anclados en el pasado.
El coche eléctrico trae más potencia y un mayor control sobre la misma, una aceleración más salvaje o coches que acabarán siendo más eficaces en el paso por curva. Con el peso de los actuales deportivos, no es de extrañar que empecemos a ver cifras muy similares en peso… y mucho mejores si hablamos de la relación peso/potencia respecto a los modelos de combustión.
BYD, de hecho, acaba de demostrar que el futuro del hiperdeportivo es eléctrico, barriendo a Bugatti y convirtiéndose el Yangwang U9 en el coche más rápido del mundo. Hace ya tiempo, el McMurtry Spéirling dejaba en ridículo la aceleración de cualquier coche con motor de combustión.
Y, pese a todo, el coche eléctrico deportivo sigue sin calar. No sabemos si es cuestión de tiempo, si coches como el futuro Renault 5 Turbo 3E romperán esquemas y se convertirán en un clásico inmediato. Pero hasta entonces, el coche de combustión ofrece unas sensaciones que el coche eléctrico no podrá igualar.
Para algunos esas sensaciones son diferentes.
Para otros, son claramente mejores.
Sea como sea, hay una evidencia: el coche eléctrico deportivo no termina de convencer. Y eso está provocando que los planes para electrificar estos modelos se retrasen. El mejor ejemplo es el futuro Porsche 718. Un coche que debía dar el salto al todo eléctrico y que, sin embargo, contará con una versión de combustión. Y eso, de rebote, nos conducirá a un futuro Audi deportivo que, también, montará motor de combustión.
Porsche recoge cable (y de paso, Audi se beneficia)
«Queremos cumplir con las nuevas realidades del mercado y cambiar las demandas de los clientes. Hemos visto una clara caída en la demanda de coches eléctricos de batería exclusivos, y lo estamos teniendo en cuenta». Las palabras son de Oliver Blume, CEO de Porsche, en una llamada a inversores recogidas por The Autopian.
Llegan para confirmar un cambio de estrategia. Los futuros Porsche 718, deportivos clásicos de motor central y la gama de entrada a la compañía seguirán ofreciendo, al menos en sus opciones más caras, motores de combustión. La noticia es la confirmación de lo que empezaba a ser un secreto a voces: el futuro Porsche 718 no será únicamente eléctrico como se había defendido hasta ahora por parte de la compañía.
El movimiento llega justo cuando se confirma también que los Porsche Cayenne no saltarán al eléctrico en exclusiva. Es un cambio fuerte en la estrategia ya que los buenos resultados iniciales del Porsche Taycan habían servido a los germanos para impulsar su estrategia eléctrica. Sin embargo, China ha dado la espalda a la compañía y ha roto gran parte de esta estrategia.
Por el camino ha ido confirmando que los clientes adinerados que tienen acceso a sus coches de combustión… no están dando el salto al eléctrico. Tanto es así que el Porsche Macan, que se vendía como un modelo exclusivamente eléctrico, podría contar con un hermano de combustión en 2028 según Jalopnik. Eso sí, habrá que ver sobre qué base porque la PPE sobre la que se asienta el Macan actual solo admite modelos completamente eléctricos.
Cuando analizamos el nuevo Porsche Macan eléctrico ya contamos que era un coche realmente interesante. Era un coche efectivo, de una fuerza bruta demencial y un paso por curva sorprendente para su altura y tamaño. Pero tenía un pero: ese coche llevaba antes un motor de gasolina V6. Y convencer a quien entra en el mundo Porsche de que ahora ese motor es eléctrico… es harto complicado.
El problema de base para el deportivo eléctrico es que los coches son mucho más que números. En redes sociales se repite como un mantra eso de que «quien sabe manejar un Excel se compra un coche eléctrico». Y sí, es cierto si buscas un coche «asequible» para el día a día, con un menor gasto en «combustible», un ahorro en mantenimiento con el paso de los años, beneficios fiscales en impuestos… pero nada de eso se tiene en cuenta cuando uno se compra un deportivo biplaza de motor central.
Por eso un Mazda MX-5 sigue transmitiendo sensaciones que ningún otro coche transmite con poco más de 100 CV. Ese perfil de conductor valora el sonido del coche, el empuje cuando sube de vueltas o el tacto de una caja de cambios manual. Sí, un reloj de cuarzo suele ser más preciso que uno automático pero el comprador valora el trabajo «artesanal» que hay bajo la esfera. Sí, una cámara digital es más polivalente y fácil de utilizar que una analógica pero el feeling de cargar el carrete y «sentir» la mecánica en las manos va mucho más allá de los megapíxeles.
Estos coches son meros juguetes de capricho y, como tal, no atienden a factores racionales. Se puede hablar de números pero eso es solo el continente, no el contenido.
Ante esta diatriba, las marcas que son indisolubles de esta experiencia de conducción lo tienen hartamente complicado. Especialmente aquellas más «terrenales». Ferrari o Lamborghini tiene más ancho de banda para trasladar a sus clientes las posibles multas que le lleguen en el futuro, Porsche no tiene tanto margen para trasladar este coste a los clientes. Especialmente en los modelos más «asequibles».
Por eso se ha planteado un futuro a dos velocidades. No es casual que los modelos de combustión del Porsche 718 se identifiquen con las versiones topes de gama. Eso ayudará a vender las versiones más caras porque entregarán una experiencia de conducción inaccesible para la inmensa mayoría de los conductores. Pero, incluso, será relativamente inaccesible hasta para quien puede comprarse un Porsche.
Este futuro Porsche 718 da aire a la compañía. Como bien explican en El podcast de Coches.net Joan Dalmau y Juan Carlos Grande, las compañías han hecho esfuerzos para avanzar una gama sólida ante un horizonte en 2035 sin motores de combustión. Pero necesitan seguir ganando dinero y en Europa el cliente no ha abrazado el coche eléctrico al ritmo esperado. En este nicho de negocio, los problemas son todavía más graves porque, como decíamos, no se impone la racionalidad.
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Eso hace que Porsche mire a sus clientes europeos y americanos que siguen claramente enfocados en el motor de combustión. Eso, todo indica, ayudará a contar con un deportivo de combustión de Audi que habría de ser exclusivamente eléctrico. Sin embargo, para tratar de amortizar las inversiones no esperadas en un motor de combustión, ese futuro Audi debería también montar una versión de combustión.
El reto es conseguir que el coche sea igualmente divertido en sus versiones eléctricas y de gasolina. La experiencia nos dice que cuando la plataforma se comparte, una de las dos variantes suele ser claramente inferior a la otra. El producto se suele convertir en un puzzle donde una de las piezas encaja a las bravas y no termina por ofrecer la armonía del resto del conjunto.
Para eso, eso sí, tendremos que esperar a conocer estos futuros deportivos a fondo.
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En Xataka | BYD ya tiene un superdeportivo eléctrico de 1.300 CV. Es un dardo a un Tesla Roadster que no ve la luz
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La noticia
Las marcas están volcándose en el deportivo eléctrico. Porsche y Audi volverán a la combustión porque nadie quiere comprarlos
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alberto de la Torre
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