Publicado: septiembre 21, 2025, 8:45 am
Las microcredenciales universitarias son formaciones breves y focalizadas en competencias concretas, diseñadas para responder a la necesidad de actualización continua en un mercado laboral en continua transformación. Rafael B. Llavori de Micheo, experto del Departamento de Calidad de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), explica que se diferencian de un tÃtulo tradicional por su menor duración, su flexibilidad y su carácter más práctico . «Mientras que un grado universitario puede extenderse durante cuatro años y un máster entre uno y dos, una microcredencial tiene una duración inferior a los 15 créditos europeos (ECTS), es decir, menos de 375 horas. En muchos casos, se limitan a 2 o 3 créditos –unas 50 a 75 horas de formación–, lo que permite cursarlas en pocas semanas o durante un solo trimestre académico». Estas credenciales se imparten en modalidad presencial, online o hÃbrida, lo que amplÃa su alcance y facilita que trabajadores en activo puedan acceder a ellas sin renunciar a sus responsabilidades laborales. Aunque en ocasiones se tiende a asociar las microcredenciales con la formación estrictamente técnica, su espectro es mucho más amplio. Llavori de Micheo aclara que abarcan áreas muy diversas que tienen que ver con la adquisición de competencias especÃficas de innovación tecnológica, digitales, sostenibilidad, idiomas, gestión empresarial, habilidades comunicativas o de liderazgo, entre otras. De esta manera, no solo se convierten en una herramienta clave para los perfiles STEM , sino también para profesionales de la comunicación, la educación, la salud o el sector social. «Esta formación cumple dos funciones estratégicas: el ‘ upskilling ‘, entendido como la mejora rápida del perfil profesional mediante la adquisición de nuevas competencias, y el ‘reskilling’, que implica la readaptación de las habilidades a sectores o funciones diferentes a las desempeñadas hasta el momento». La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) ha sido una de las instituciones que más ha apostado por este modelo. Tal y como explica Marta Borrà s Costa, manager del programa de la Unidad de Innovación de Producto de la UOC, el catálogo de la universidad incluye ya más de 100 microcredenciales en ámbitos como análisis de datos e inteligencia de negocio, competencias digitales y uso de la inteligencia artificial , comunicación, desarrollo personal, intervención social, programación, salud, sostenibilidad y educación. La corta duración de los programas y su orientación práctica permiten a los estudiantes aplicar lo aprendido de forma inmediata en su entorno laboral. Además, estas formaciones se pueden ‘apilar’, es decir, acumular de manera que el estudiante pueda construir un itinerario académico y profesional adaptado a sus necesidades. En el caso de la UOC, las microcredenciales no solo se configuran como formaciones independientes, sino que muchas de ellas son convalidables dentro de programas más amplios , como posgrados o másteres. Esto ofrece a los estudiantes la posibilidad de transformar un aprendizaje puntual en parte de una titulación superior. Para Marta Borrà s, su formato modular, flexible y con validación digital permite una actualización constante de las competencias profesionales y facilita a los trabajadores mantenerse relevantes y competitivos en un entorno en constante transformación. Uno de los aspectos clave de este nuevo modelo formativo es su validez académica y profesional. En España, las universidades son las principales certificadoras, pero el reconocimiento se ve reforzado por el uso de credenciales digitales verificables, conocidas como ‘badges’ o insignias electrónicas . Estas insignias permiten mostrar de manera transparente las competencias adquiridas en plataformas profesionales como LinkedIn o en portafolios digitales. La colaboración entre el mundo académico y el empresarial es otro de los pilares de las microcredenciales. Un caso destacado es el acuerdo entre CaixaBank Tech y la Universitat Politècnica de Catalunya – BarcelonaTech (UPC), en el marco del programa Connèxia UPC. A partir del curso 2025-2026, ambas instituciones lanzarán tres microcredenciales universitarias de seis créditos cada una, centradas en tecnologÃa aplicada a las finanzas ( fintech ): una sobre desarrollo de software Full Stack, otra sobre desarrollo de interfaces de usuario Frontend y una tercera sobre programación del servidor Backend. Cada microcredencial incluye unas 40 horas lectivas y combina clases presenciales en la UPC School con sesiones online , lo que facilita la participación de profesionales en activo. Los contenidos abordan tecnologÃas como JavaScript, React, Java Spring, Python, APIs, arquitectura de servicios web y metodologÃas de integración continua. El acuerdo no se limita a la formación. CaixaBank Tech aporta casos prácticos, retos reales y oportunidades de empleo, reforzando asà la conexión entre la universidad y el mercado laboral. La UOC, por su parte, ha impulsado dos escuelas especializadas que sirven para ilustrar el creciente impacto de las microcredenciales: el UOC Skills Lab y la Escuela de Programación. Durante el último curso, más de 298 estudiantes se formaron en ‘soft skills’ como inteligencia emocional , gestión de conflictos o liderazgo, mientras que otros 326 adquirieron competencias en programación con lenguajes como Python, JavaScript o Java. Estos datos muestran que las microcredenciales no solo atienden a competencias técnicas de vanguardia, sino también a habilidades transversales que cada vez son más demandadas y apreciadas por las empresas. Todo apunta a que las microcredenciales se convertirán en un elemento central de la educación superior y de la formación continua en España. Tanto universidades como empresas coinciden en que su carácter modular, digital y verificable las convierte en una herramienta clave para mantener la competitividad de los profesionales en un mundo laboral cambiante . La UOC prevé que en el futuro los estudiantes de grado puedan también acceder a microcredenciales durante sus estudios, lo que permitirÃa a los recién graduados salir al mercado con un portafolio de competencias digitales y profesionales adicionales. Por su parte, la expansión de acuerdos como el de CaixaBank y la UPC anticipa un escenario en el que la universidad y la empresa colaborarán de forma más estrecha para diseñar formaciones especÃficas y alineadas con las necesidades reales del tejido productivo.