Publicado: septiembre 18, 2025, 8:23 am
El inositol es un nutriente del complejo de la vitamina B, que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades para funcionar y mantenerse sano. El inositol ayuda a que las células elaboren membranas y respondan a los mensajes que llegan de su entorno, y tiene la misma composición química que la glucosa (la fuente principal de energía de los organismos vivos).
Aunque se encuentra en plenos estudios científicos para establecer sus propiedades en la prevención del cáncer, este nutriente soluble en agua y que conviene ingerir todos los días para el correcto funcionamiento del organismo se encuentra presente, sobre todo, en 5 alimentos habituales de nuestra dieta: frutas, legumbres, verduras, frutos secos y cereales integrales.
Estos son los alimentos que más inositol contienen
Incorporar verduras a tu dieta diaria es una excelente manera de aumentar tus niveles de inositol de forma natural. Entre las verduras con mayor contenido de inositol están el brócoli (con 19 mg por cada 100 gramos de producto); la coliflor (18 mg); las espinacas (15 mg); los espárragos (12 mg); y la lechuga (10 mg).
Si hablamos de las frutas, destacan las cítricas como naranjas y mandarinas. También el melón es fuente de inositol (11 mg por cada 100 gramos); el kiwi (9 mg); los higos (18 mg); y los plátanos (8 mg). De las legumbres, las que mayor cantidad incorporan a la dieta son los frijoles, lentejas, garbanzos y habas. ¿Y las semillas? Lino, chía y calabaza se llevan la palma.
En cuanto a los cereales integrales, conviene convertir en aliados dietéticos a la avena; el arroz integral; la quinoa; y el centeno. Y respecto a los frutos secos que más inositol aportan están las almendras, las nueces, las avellanas, y los pistachos.
Beneficios del consumo de alimentos ricos en inositol para el colesterol
Este compuesto, ubicado entre los hidratos de carbono y las vitaminas del complejo B, tiene efectos biológicos significativos una vez se ha absorbido en el organismo. A este nutriente los expertos le otorgan propiedades para mejorar la salud integral, y más concretamente en el tratamiento del ovario poliquístico (relacionado con la hipertensión); la organización de los tejidos corporales; la reducción del colesterol y la hipertensión; la prevención del síndrome metabólico; y la estimulación del tracto gastrointestinal y la salud ósea.
En cuanto a sus efectos beneficiosos sobre el colesterol y la acumulación de grasa, el inositol tiene demostrados efectos para reducir las cifras de colesterol LDL, al evitar que los depósitos de grasa se acumulen. En acción conjunta con la colina (nutriente esencial presente en huevos, carne y verduras de hoja verde), el inositol consigue reducir el colesterol en sangre total.
La gran virtud de este compuesto es que distribuye la grasa por el organismo, eliminándola de aquellos lugares en los que se acumula, liberando el hígado de un exceso graso y proporcionando un efecto detoxificante.
La hipertensión arterial mejora con el consumo de inositol
La hipertensión es el factor de riesgo modificable más importante para la mortalidad por todas las causas en todo el mundo, además de que está íntimamente relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Según datos de un estudio científico reciente, una dosis diaria de 4 gramos de inositol es capaz de reducir los niveles de presión arterial, tanto la diastólica como la asistólica (conocidas como la ‘alta’ y la ‘baja’). Las razones que esgrimen los expertos están relacionadas con el síndrome metabólico: El insoitol puede ayudar a reducir la hipertensión al mejorar la sensibilidad a la insulina y el metabolismo de la glucosa. Ambas circunstancias contribuyen a la salud cardiovascular.
Prevención para la salud ósea
Diversos estudios clínicos asocian la deficiencia de inositol con una menor densidad mineral ósea (DMO) y una mala salud ósea. La suplementación con inositoles, incluidos los fitatos, se ha relacionado con una mejor calidad ósea, una menor pérdida de masa ósea y una disminución de la pérdida de DMO, especialmente en poblaciones con alto riesgo de osteoporosis, como las mujeres posmenopáusicas.
La integración de inositoles en estrategias preventivas y regímenes de tratamiento podría ofrecer un enfoque novedoso para mejorar la densidad ósea y reducir el riesgo de fracturas. Su posible aplicación se extiende al manejo de la osteopenia, retrasando potencialmente la aparición de osteoporosis, y podrían servir como parte de un tratamiento integral junto con fármacos para pacientes osteoporóticos.
Por lo tanto, aunque en estas investigaciones se hace referencia al inositol en forma de suplemento alimenticio, quedan probados los beneficios de este nutriente con respecto a la salud ósea. Incluso, los inositoles pueden tener potencial para tratar trastornos óseos en pacientes con cáncer de mama y próstata que se han sometido a terapia hormonal o quimioterapia.