Publicado: septiembre 17, 2025, 10:23 am
Han tenido que pasar dos largos años -el próximo 7 de octubre se cumple el fatídico aniversario de los terribles atentados de Hamas en territorio israelí- para que el «derecho a defenderse» del Estado de Israel empiece a ser criticado por buena parte de la comunidad internacional como una inasumible e indiscriminada masacre de civiles. Pedro Sánchez, empujado por sus socios y consciente de la sensibilidad de sus electores, ya venía colocándose en primera línea de los críticos desde hace meses a través de sus declaraciones, reconociendo oficialmente al Estado de Palestina y pidiendo a la UE medidas más contundentes contra el Gobierno de Netanyahu cuando las crecientes movilizaciones ciudadanas en España le han regalado una oportunidad única para retratar al PP en un marco particularmente incómodo.
Mientras las imágenes de niños masacrados por la hambruna y las bombas alientan un mayoritario rechazo en la sociedad española e inyectan un aglutinante estímulo para las izquierdas que sostienen a Sánchez, en las filas de Feijóo, pese a todo, no han dudado en el discurso. Díaz Ayuso vuelve a erigirse con el mensaje más potente y agresivo, con sus posados junto al equipo ciclista israelí o su comparación del Madrid de las protestas del domingo con un Sarajevo en guerra.
Tellado y la corte de Génova, pretendiendo pisar un suelo más templado, hacen cabriolas para no llamar genocidio a lo que este mismo martes una comisión de investigación de la ONU ha calificado abiertamente como tal y centran la crítica en los disturbios, la inseguridad y la imagen proyectada por unos incidentes jaleados y aplaudidos por el presidente el Gobierno, al que el propio Feijóo acusa de ”violencia política”.
«Las imágenes de niños masacrados por la hambruna y las bombas alientan un mayoritario rechazo en la sociedad español»
Deberían cuidar su lenguaje nuestros políticos de más alto rango y responsabilidad. En el encuentro de Vox de Vistalegre este fin de semana no sólo se rindió homenaje al nuevo mártir de la ultraderecha, Charlie Kirk, sino que se demonizó a toda la izquierda y se la situó como responsable, repicando los discursos con los que el trumpismo está tensando la convivencia social y política en Estados Unidos.
La causa palestina ya ha entrado a ser un factor de la política española y movilizaciones y decisiones políticas, como la de RTVE de retirarse de Eurovisión si participa Israel, seguirán mostrando las posiciones al respecto de Gobierno y PP. Eso es la política. Nunca “violencia política”.