Publicado: septiembre 6, 2025, 12:24 am
China ha dejado claro que quiere superar a Estados Unidos en lo que respecta al desarrollo de armas. El país liderado por Xi Jinping mostró en el desfile del 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial su nuevo arsenal de armas, drones y otros equipos militares que pueden neutralizar a los enemigos en el campo de batalla.
Entre los protagonistas destacaron el nuevo misil balístico intercontinental DF-61, que es capaz de transportar múltiples ojivas y tiene un alcance de hasta 15.000 kilómetros, y el primer misil de crucero hipersónico YJ-19, apto para volar muy rápido y maniobrar de manera imprevisible.
No cabe duda que China quiere apostar por los misiles de última generación, debido a que, en mayo de este año, se dio a conocer que un misil hipersónico fulminó en cuestión de segundos al sistema ruso de defensa más avanzado. Por lo tanto, con la apuesta de YJ-19, China quiere que su nuevo misil de crucero hipersónico sea capaz de neutralizar grandes plataformas navales enemigas.
Características del misil de crucero hipersónico YJ-19
YJ-19 es el primer misil de crucero hipersónico basado en tecnología scramjet para mantener la aceleración y la maniobra durante toda la trayectoria, además, gracias a dicha capacidad, es capaz de modificar su rumbo en pleno vuelo para esquivar las posibles amenazas.
A diferencia de otros misiles hipersónicos, el motor de YJ-19 también incorpora la tecnología scramjet porque, a mayor velocidad, necesita una combustión hipersónica para maximizar la eficiencia del proceso de combustión. Por lo tanto, el scramjet de YJ-19 emplea el aire exterior a más de Mach 5 —es decir, más de 1.700 kilómetros por hora— para generar un empuje constante y lograr más capacidad de distancia con el fin de alcanzar Mach 10 —más de 12.000 kilómetros por hora—.
Por otro lado, YJ-19 está cubierto de materiales avanzados, tanto en los bordes de ataque como en el cono, para soportar el estrés térmico extremo.
Además, la fricción con el aire provoca el fenómeno blackout, es decir, la ionización forma una capa de plasma alrededor del misil que bloquea las señales de radio. Por lo tanto, para evitar perder el control, YJ-19 dispone de sistemas de guiado inercial y óptico, capaces de funcionar sin apoyo externo hasta la fase terminal, cuando vuelve a ser detectable por los sensores. Básicamente, este tipo de navegación autónoma permite a YJ-19 mantener el rumbo hacia su objetivo, incluso frente a los intentos de bloqueo electrónico o el uso de contramedidas de ocultación.
Primeras pruebas superadas
El misil YJ-19 se puso a prueba en el túnel de viento hipersónico JF-22, de esta manera, China comprobó en condiciones reales todos los parámetros de combustión y control.
Tras superar la prueba, China ya dispone este misil de crucero hipersónico para evitar radares y defensas navales al combinar las capacidades de evasión y penetración, neutralizar enemigos y responder a gran velocidad ante cualquier posible amenaza.