Publicado: septiembre 5, 2025, 1:15 am
Un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos ha bloqueado temporalmente este jueves la orden judicial que impedía desde hace dos semanas el ingreso de nuevos reclusos en el centro de detención para migrantes conocido como ‘Alligator Alcatraz’ –por los caimanes de la zona de los Everglades donde se encuentra– y daba un plazo de dos meses para el desmantelamiento de parte de su infraestructura.
El undécimo Tribunal del Circuito de Apelaciones ha aceptado las peticiones del estado de Florida y del Departamento de Seguridad Nacional para paralizar la orden cautelar de la jueza Kathleen Williams, quien ya había paralizado temporalmente las obras de ampliación del centro a principios de agosto.
«Tras una cuidadosa consideración, aceptamos las mociones de los demandados y suspendemos la medida cautelar y el caso subyacente en sí hasta que se resuelva la apelación», ha dictaminado el tribunal compuesto por tres jueces, de los que uno ha disentido, según ha recogido la cadena estadounidense CNN.
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La opinión de la mayoría se sustenta en el argumento de que «la instalación es un lugar construido, dirigido, gestionado y financiado unilateralmente por un gobierno estatal» y no por el federal, por lo que no está sujeto a las obligaciones de la Ley Nacional de Política Ambiental, parte fundamental de la demanda presentada por grupos ambientalistas e indígenas ante las posibles implicaciones medioambientales de una construcción convertida en símbolo de las políticas migratorias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
La zona de Everglades es una región rica en humedales y con presencia de numerosas especies animales como las caimanes que dan nombre a las instalaciones, construidas en torno a una pista de aterrizaje de entrenamiento para pilotos ya prácticamente en desuso de 3.400 metros que forma parte de un enclave de 101 kilómetros cuadrados, situado a 70 kilómetros de Miami.
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La decisión ha sido celebrada en la red social X por el fiscal general del estado de Florida, que la ha calificado como «una victoria para Florida y la agenda del presidente Trump» frente a la orden de la magistrada Williams, a la que ha tachado de «jueza activista».