Publicado: agosto 14, 2025, 7:24 pm
Definitivamente soy una de esas personas que nació para el verano y sus disfrutes. Y tener piscina en casa está en la cima de la vida disfrutona.
Es evidente que no todo el mundo puede permitirse una piscina en casa. De hecho, es bastante más habitual en España que ni siquiera podamos permitirnos un piso. Pero quien sí tenga esa opción, lo cierto es que limpiar y mantener la piscina es una de esas tareas tediosas que convierten la diversión en hastío. Y eso que hay algunos, doy fe, que se relajan quitando hojitas de la superficie. El problema es que con esa práctica zen no basta.
Efectivamente: no se trata solo de quitar las hojas o residuos de la superficie del agua, sino también de darle una pasada al fondo, las paredes y la línea de flotación para evitar que se acumule suciedad. Ya no digamos si vives en un entorno rodeado de árboles, donde los residuos parecen multiplicarse por arte de magia.
Por eso dispositivos como los robots limpiafondos están pisando fuerte: al fin y al cabo es como el robot que aspira tu casa mientras tú te dedicas a otras cosas. Y, una vez más, la tecnología llega para ofrecer soluciones eficientes, automáticas y menos laboriosas.
Este verano he podido probar una de esas máquinas y, sinceramente, el resultado es de locos. El Dreame Z1 es un robot limpiafondos diseñado para hacerte la vida más fácil si tienes una piscina en casa. Y te la deja como un espejo.
Empezar a usar un robot limpiafondos de piscina
Este dispositivo destaca por muchas cosas y una de ellas es lo fácil que es ponerlo en marcha. Con un diseño sin cables, cualquiera que haya usado un robot aspirador sabrá cómo empezar a usarlo. Y, si no lo has hecho, también. Solo hay que seguir los pasos que te va pidiendo la aplicación y el aparato hace por sí mismo la tarea.
Yo lo he probado en una piscina de 8 x 15 metros, unos 180 metros cuadrados en total teniendo en cuenta paredes. La casa, en el Pirineo, está rodeada de vegetación, lo que convierte el agua en un caldo de cultivo para todo tipo de residuos.
Es una piscina que se encuentra en un pueblo de montaña, en una finca privada, rodeada de bosque y monte. Un entorno en el que hay mucha flora y fauna y, por lo tanto, mucha facilidad de que caiga residuo a la piscina. Demostrar la eficiencia en un lugar como este es como decir que esta máquina puede con todo. Y lo hace.
Además, hemos echado alguicida para matar las algas que había previamente, por lo que el resto de las algas muertas también se había posado en el fondo de la piscina. Y no solo eso: queda algo de restos de pastilla de cloro, polvo del ambiente, hojas, insectos, etc.
Subiendo paredes como si fuera Spiderman
Uno de los puntos fuertes de este robot es la potencia de succión. Con 30 m³/h, el Z1 tiene suficiente fuerza para absorber todo tipo de residuos, desde hojas grandes hasta las partículas finas que quedan en el fondo. La tecnología PoolSense le da un toque de inteligencia, ya que el robot mapea la piscina, optimiza la ruta y evita obstáculos de forma dinámica.
Conforme avanza por el fondo, va sacando el agua filtrada a través de su sistema de limpieza. Cuenta con un doble cepillo en la parte frontal de silicona que va recogiendo la suciedad y después sus dos motores hacen el trabajo duro.
Va por la piscina con en recorridos en forma de S para el fondo y en forma de N para las paredes. Otro punto positivo es su diseño sin cables: el Z1 es completamente inalámbrico, facilitando su uso y evitando enredos.
Verlo subir por las paredes es todavía más impresionante, como si fuera una lagartija (¡o Spiderman!) pegada a las baldosas.
Como digo, está equipado con tecnología PoolSense, un sistema con IA que permite que el robot tenga navegación inteligente, pueda planificar la ruta, aplique una limpieza optimizada por zonas y haga una evasión dinámica de obstáculos.
En mis pruebas, todo ha funcionado perfectamente, si bien no he podido probar a fondo la parte de evitar obstáculos, pues es una piscina cuadrada y sin nada que evitar (no tiene escalones, por ejemplo). Lo único que sí ha hecho es no pasar por encima del desagüe, aunque en las primeras pruebas se chocaba contra este elemento.
Facilidad de uso y control
El robot se controla desde la app Dreame Home, lo cual es un plus. Desde allí puedes programar la limpieza, ver el mapa de la piscina y ajustar lo que necesites. Es bastante intuitiva, aunque hay un pero: cuando el robot está bajo el agua, no puedes cambiar la configuración desde la aplicación. Aunque si lo necesitas puedes interrumpir la limpieza.
Te hace un mapeo de la piscina y después te reproduce el mapa en la aplicación, igual que lo haría un robot de limpieza de los que tenemos en casa. Una vez hecho el mapa, puedes también elegir las zonas en las que quieres que limpie.
Una de las cosas que más mola es que, cuando acaba la tarea programada, hace un estacionamiento automático en el borde de la piscina para que la puedas recoger. Puedes hacerlo manualmente. Lo único con lo que hay que tener cuidado es con que no se quede sin batería o llegue justo a ese momento con poco margen, porque entonces, si la autonomía se agota, se hunde en el fondo. En ese caso se puede poner el gancho de recuperación en el palo de la red de limpiar la piscina y puedes cogerlo.
Hay otros robots que, como plus, tienen base de carga automática: regresan automáticamente a una base para recargarse. Este no lo tiene, aunque cogerlo no supone un gran esfuerzo porque no es extremadamente pesado.
Este modelo no tiene control remoto (el Pro sí lo tiene, es su diferencia principal además de que es apto para 200 metros cuadrados en vez de para 180).
Mantenimiento
Es alucinante cómo va dejando el fondo de la piscina libre de suciedad, pero aún es más alucinante cuando la sacas y ves todo lo que ha quedado en el filtro. La efectividad es impecable.
Además, cuando termina, limpiar la cesta de escombros es sencillísimo y solo necesitas darle con una manguera.
Autonomía y carga
El Z1 tiene 4 horas de autonomía, que son suficientes para limpiar el fondo de una piscina de 180 metros cuadrados. Si quieres que también limpie las paredes, mejor que uses el modo Eco, que te permite abarcar más superficie.
La carga es magnética y tarda entre 4 y 6 horas, lo cual es razonable para un robot de estas características. Eso sí, asegúrate de que la parte de carga esté bien seca antes de conectarlo para evitar que se dañe.
Resistencia y durabilidad
El Z1 es apto para piscinas de agua salada y agua dulce, lo que es genial porque no tienes que preocuparte por la corrosión.
Además, se adapta a todo tipo de piscinas, tanto elevadas como enterradas y de diferentes formas.
Una de las pegas principales ha sido que la tapa de la parte superior es algo delicada a la hora de enganchar. Hay que tener cuidado porque, de romperse, el robot no podría funcionar.
El precio del aparato es de 999 euros, aunque ahora mismo está en oferta y se puede adquirir por 699 euros. Además, viene con cesta de escombros y gancho de recuperación, que tienen un valor de 59,90 euros y 19,90 euros respectivamente. Van incluidos ambos en la caja, pero se pueden comprar los recambios si hiciera falta.
Resumen
El Dreame Z1 es, en general, un robot limpiafondos que hace muy bien su trabajo. Si estás buscando algo que te ahorre tiempo y te deje la piscina impecable sin complicaciones, definitivamente vale la pena. Su potente succión, la tecnología inteligente que optimiza la limpieza y su facilidad de uso lo convierten en una opción muy atractiva. Además, el hecho de que no tenga cables lo hace muy cómodo de usar.
En el otro lado de la balanza tenemos que el precio original de 999 euros puede resultar elevado para algunos bolsillos, aunque es fácil que podamos encontrar el dispositivo en oferta.
Es un producto muy completo que hace su trabajo de forma eficiente y sin que tengas que mover un dedo. Si te lo puedes permitir y tienes una piscina de tamaño medio o grande, lo recomiendo sin duda.