Publicado: agosto 13, 2025, 2:23 pm
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Hace más de dos años, Grupo Televisa inició cambios estructurales en sus verticales de negocio. El gigante de los medios de comunicación dio un paso estratégico al escindir varias operaciones, entre las que se incluyen el Club América, el Estadio Azteca, juegos y sorteos, así como la publicación y distribución de revistas, con miras a revitalizarlas. Los activos ubicados en el segmento ‘Otros negocios’, durante la pandemia significaron un reto para el Grupo al registrar caídas en sus ingresos del 47.9% en 2020. Dos años después, los negocios no lograron recuperarse y Televisa empezó a barajar opciones: venderlos o escindirlos.
Alfonso de Angoitia Noriega, copresidente ejecutivo de Grupo Televisa, en el momento de la escisión reveló que la compañía primero intentó vender los negocios, pero debido a sus experiencias anteriores, como fue la participación de Radiópolis, consideró que era más rápido separar el negocio. Televisa alistó el cambio y separó los activos ‘Otros negocios’ de sus operaciones estratégicas: las telecomunicaciones. La empresa creó a Ollamani, firma que absorbió al Estadio Azteca y al Club América, así como a las publicaciones editoriales y la vertical de juegos. Mientras alistaba la unión de sus negocios de conectividad, Izzi y Sky. Analistas consultados por Expansión coincidieron que la separación de activos fue una decisión positiva para Televisa, al permitirle generar una mayor autonomía en sus líneas de negocio, que se traducirá en mejores márgenes operativos y estrategias focalizadas para cada unidad. Además, la compañía que absorbió a las verticales deportivas tendrá mayores opciones de financiamiento rumbo al Mundial, ya que se sumó a la tendencia de llevar a un equipo de futbol a cotizar a Bolsa como sucede en Europa y Estados Unidos. Los conglomerados como Grupo Televisa, aquellas empresas que ostentan diversos negocios dentro de una sola compañía, habían disfrutado durante años de buenos resultados, pero el modelo está cambiando. La tendencia actual es evitar la concentración de negocios en una sola operación, en especial, cuando pertenecen a sectores distintos: si uno de los negocios registra números negativos, el resultado impacta la rentabilidad total. “Las escisiones siempre son positivas porque generan mayor valor para los inversionistas, aunque los resultados financieros mejorados pueden no ser inmediatos, las escisiones suelen generar mayor valor a largo plazo”, dijo Brian Rodríguez, analista de Monex Grupo Financiero. Tras más de un año de la salida a Bolsa de la firma Ollamani los resultados financieros aún no logran estabilizarse. En el segundo cuarto de este año, la compañía reportó una pérdida en sus beneficios de 95.7%, de manera interanual. Mientras sus ingresos cayeron 21.1%. Sin embargo, uno de los objetivos de la escisión se logró. Ollamani alcanzó un crédito con Banorte de 2,100 millones de pesos para financiar la remodelación, modernización y cubrir los gastos del Estadio Azteca, que ahora llevará el nombre del banco. Esta línea de crédito y los gastos para la remodelación del estadio que implicó una inversión de 411.4 millones de pesos a junio de este año, fueron los factores que impactaron los beneficios de Ollamani, pero que con el tiempo irán disminuyendo, de acuerdo con datos de la firma en sus reportes trimestrales.
Las telecomunicaciones Los negocios estrella de Grupo Televisa son los enfocados a las telecomunicaciones, protagonizados por Izzi y Sky. Pero los cambios de hábitos entre los consumidores por la acelerada digitalización, ha impactado las finanzas de las verticales “A pesar de los cambios que se gestan en los medios comunicación y los de televisión de paga, Televisa quiere seguir enfocado en ese nicho de negocio, uno que lo llevó a ser líder de Latinoamérica, y la escisión puede ayudar a la empresa a mejorar la estrategia de sus negocios de telecomunicaciones”, dijo Humberto Calzada, economista y analista en jefe en Rankia Latinoamérica. Televisa apuesta por unir a Izzi y Sky. En una primera instancia optó por unir sus activos para crear a un nuevo actor que consolidara tanto el segmento de internet fijo como el de televisión restringida, según reveló Luis Malvido, quien hasta el año pasado fue el CEO de Sky. Pero tras su salida, Francisco Valim tomó el timón de Izzi y Sky, y el rumbo de la unión cambió. La unión de ambas empresas implicó la compra de la participación del 41% de Sky que estaba en manos de AT&T para lograr la integración completa de los negocios de telecomunicaciones. Además de una reestructura interna traducida en la eliminación del 20% de su plantilla laboral para ahorrar más de 400 millones de dólares al cierre del año pasado. A más de un año de iniciar el proceso de unión, Grupo Televisa no ha aclarado si el movimiento implicará la prevalencia de una infraestructura, es decir, si Sky usará por completo la red de Izzi para destinar servicios de internet y televisión de paga, o si Grupo Televisa planea mantener ambas redes. Sin embargo, con la fusión casi alistada, Televisa en el segundo cuarto de este año, reportó beneficios de 474.5 millones de pesos, frente a la pérdida de 25.6 millones de pesos. El resultado significó un hito para la compañía, al revertir caídas en sus utilidades que hilaron más de un año. Para los analistas uno de los mayores retos que tendrán Izzi y Sky es seguir evitando la pérdida de clientes en un entorno cada vez más complejo por la entrada de las plataformas de streaming como Netflix. La pérdida de usuarios incluso ha significado para Televisa una degradación a su calificación crediticia, al colocarse en grado especulativo, según el dictamen de Moody´s Ratings en julio.
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