Publicado: agosto 8, 2025, 8:23 am
El Gabinete de Seguridad del Gobierno de Israel ha aprobado durante la madrugada de este viernes el plan militar para ocupar la ciudad de Gaza, en el norte del enclave. Esta operación, propuesta por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, tiene como objetivo «derrotar a Hamás». El plan inicial incluye ocupar la Ciudad de Gaza, sin aclarar qué sucederá con el resto del enclave a pesar de que el líder israelí había declarado su intención de extender la operación a toda la Franja.
De hecho, la ofensiva sobre Gaza capital, segun indican fuentes del Ejército a The Times of Israel, no sería un punto final, sino el comienzo de una ocupación más amplia del territorio aún fuera del control israelí. La decisión no ha estado exenta de protestas; miles de personas se congregaron este jueves en varias ciudades de Israel para protestar contra el plan para profundizar la ofensiva en Gaza, pidiendo un alto el fuego que permita que Hamás libere a los rehenes que quedan en la Franja.
Recientemente, Netanyahu declaró que su intención es tomar el control total de la Franja de Gaza, aunque sin establecer un gobierno permanente ni anexionarla. Según el primer ministro, Israel mantendría un «perímetro de seguridad» y transferiría la administración civil a «fuerzas árabes» que no representen una amenaza para el país y que excluyan a Hamás. Esta estrategia se estructura en torno a cinco principios clave para el llamado «día después» en Gaza.
1. El desarme total de Hamás
La prioridad del gobierno israelí es la eliminación absoluta de la infraestructura militar de Hamás. Netanyahu insiste en que no puede haber un escenario postguerra estable mientras el grupo islamista conserve capacidad de acción. Según el mandatario, Hamás utiliza escudos humanos y coloca explosivos en edificios residenciales, lo que justificaría la destrucción masiva en el enclave.
2. La desmilitarización de Gaza
Más allá de Hamás, el plan contempla la desmilitarización completa de Gaza, lo que implicaría la eliminación de túneles, armas y cualquier infraestructura bélica. Israel, por su parte, mantendría un perímetro de seguridad para impedir que resurjan amenazas. Aunque Netanyahu afirma que no quiere una ocupación prolongada, este punto supone una presencia militar indefinida en el territorio.
3. Liberación de los rehenes
Actualmente, Israel estima en 50 los rehenes aun cautivos por Hamás, de los que se cree que quedan alrededor de 20 con vida. En respuesta, los familiares de los rehenes han expresado su preocupación, advirtiendo que una ofensiva total podría poner en riesgo la vida de los secuestrados. Netanyahu ha asegurado varias veces que la guerra podría terminar «mañana mismo» si Hamás se rindiese y liberase a los cautivos.
El líder de la oposición, por su parte, considera que varios ministros ultranacionalistas han arrastrado al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a una decisión que «llevará meses» y «conducirá a la muerte de los rehenes y de muchos soldados».
4. Control israelí de la seguridad
Aunque el primer ministro rechaza la idea de gobernar Gaza, sí contempla que Israel mantenga el control de la seguridad, algo que incluiría la vigilancia de fronteras y la supervisión de movimientos internos. La propuesta ha generado críticas en el propio Ejército israelí: el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, habría advertido que ocupar Gaza “arrastraría a Israel a un agujero negro”.
5. Una administración árabe independiente
La propuesta más controvertida es la entrega de la gestión civil de Gaza a una autoridad árabe “no israelí” y desvinculada de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Netanyahu ha descartado explícitamente cualquier papel para la ANP, algo que ha chocado frontalmente con las posiciones de Jordania, Egipto y otros países árabes, que consideran esencial que Ramala (capital administrativa de Palestina) participe en cualquier futuro acuerdo.
El plan, presentado como una solución a largo plazo, ha sido rechazado por Hamás, que considera que cualquier forma de Gobierno autorizada por Netanyahu será considerada como una «fuerza de ocupación vinculada a Israel». Mientras tanto, las protestas contra la guerra continúan dentro de Israel; este mismo jueves, nueve personas fueron detenidas en Tel Aviv por manifestarse contra la posible ocupación total de Gaza.
Israel controla ya el 75% del enclave, pero la ofensiva no parece tener un final próximo. Se estima que el plan de Netanyahu podría durar de cuatro a cinco meses.