Publicado: agosto 4, 2025, 2:23 am
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele , ha rechazado este domingo que la aprobación en El Salvador de la reelección presidencial indefinida sea el «fin de la democracia» , al asegurar que las crÃticas a esa decisión se deben a que la tomó un paÃs «pequeño y pobre». En un trámite exprés, el Congreso, dominado por el oficialismo, aprobó este jueves una reforma constitucional que permite la reelección indefinida , amplÃa el mandato de cinco a seis años, y elimina la segunda vuelta electoral. En su primera reacción a la ola de crÃticas de organismos de derechos humanos internacionales, Bukele aseguró en la red social X que «el 90% de los paÃses desarrollados permiten la reelección indefinida de su jefe de gobierno, y nadie se inmuta» . «Pero cuando un paÃs pequeño y pobre como El Salvador intenta hacer lo mismo, de repente es el fin de la democracia», ironizó el mandatario de 44 años, quien llegó al poder en 2019 y fue reelegido en 2024 con un 85% de votos que le permitió tener un control casi absoluto de todos los poderes del Estado. El presidente aseguró que «se apresurarán a señalar que ‘un sistema parlamentario no es lo mismo que uno presidencial’, como si ese tecnicismo justificara el doble rasero. Pero seamos sinceros, eso no es más que un pretexto». Según Bukele, si El Salvador se declarara una monarquÃa parlamentaria «con exactamente las mismas reglas que el Reino Unido, España o Dinamarca», las crÃticas seguirÃan. Añadió que el problema «no es el sistema, sino el hecho de que un paÃs pobre se atreva a actuar como un paÃs soberano. Se supone que no debes hacer lo que ellos hacen. Se supone que debes hacer lo que te dicen. Y se espera que te mantengas en tu carril». Por otra parte, organizaciones como AmnistÃa Internacional, Human Rights Watch (HRW), la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) consideraron la decisión como un «golpe mortal» a la democracia y una «manipulación» a la Constitución para favorecer las ambiciones de poder de Bukele. El presidente salvadoreño goza de gran popularidad por su «guerra» contra las pandillas , que inició en 2022 y redujo a mÃnimos históricos la violencia en el paÃs centroamericano. Pero grupos de derechos humanos critican su polÃtica de seguridad porque está basada en un régimen de excepción que permite masivos arrestos sin orden judicial y restringe libertades.