Publicado: julio 23, 2025, 5:18 am
El gobierno federal dejó de recaudar 809,324 millones de pesos o 41,747 millones de dólares entre 2018 y 2024 por el huachicol fiscal, es decir casi dos veces el costo de la refinería Dos Bocas.
La consultora PETROIntelligence realizó la estimación con base en declaraciones oficiales del gobierno federal en el sentido de que 30% de los combustibles que se venden en México provienen del huachicol fiscal.
“El huachicol fiscal afecta a múltiples sectores de la economía. A nivel gubernamental, esta práctica se traduce en una menor recaudación de impuestos, lo que limita la capacidad del Estado para invertir en infraestructura, servicios públicos y programas sociales”, dijo Alejandro Montúfar, director general de la consultora.
Andrés Gutiérrez, expresidente de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES), resaltó que si bien el término de ‘huachicol fiscal’ es relativamente nuevo, ello no significa que esta práctica haya surgido apenas en el sexenio pasado.
“El huachicol fiscal sí existía desde antes de 2019, pero empezó a crecer con el paso del tiempo”, durante el sexenio pasado, explicó Gutiérrez.
Y es que, como lo señala el expresidente de la AMPES, en los últimos años se conjuntaron dos factores que dieron rienda suelta al huachicol fiscal: por un lado, se cancelaron desde 2019 varios permisos privados de importación de combustibles con el fin de beneficiar a Petróleos Mexicanos (Pemex).
La cancelación de los permisos se dio a la par de que en los últimos años hubo un crecimiento exponencial en México de los sistemas de autoconsumo sin permisos de los reguladores.
Un sistema autoconsumo es cuando una empresa que consume mucho combustible, como por ejemplo, una empresa de transportes, se autoabastece para no tener que ir a comprarle a las estaciones de servicio.
Según estimaciones de la misma AMPEES, en México existen más de 20,000 sistemas de autoconsumo; sin embargo, los reguladores sólo tienen registrados 350 permisos de sistema de autoconsumo, es decir, que la gran mayoría son ilegales.
“Cuando no tienen permisos los autoconsumos es ahí cuando muchos se abastecen con huachicol fiscal, pues pueden adquirir su combustible con cualquier distribuidor aun cuando sea ilegal”, subrayado Gutiérrez.
No sólo se combate con decomisos
Sin embargo, si bien especialistas consideran loable el hecho de que el gobierno federal esté haciendo un esfuerzo por combatir el huachicol fiscal mediante operativos de las fuerzas de seguridad que resultan en decomisos, todos coinciden en que eso sólo puede ser una parte de la estrategia si de verdad se quiere reducir este ilícito.
Andrés Gutiérrez dijo que uno de los puntos torales de la estrategia contra el huachicol fiscal es una mayor supervisión en las aduanas en México, pues en muchas ocasiones es la corrupción de los funcionarios que trabajan en las mismas lo que permite que entren millones de litros de combustible ilegal a nuestro país.
“En las aduanas mexicanas no se tiene la tecnología para revisar las mercancías que entran, además de que también hay muchos casos en los que los funcionarios pueden estar coludidos y se hacen de la vista gorda para dejar entrar los combustibles sin pagar impuestos”, dijo el expresidente de la AMPEES.
Por su parte, Alejandro Montúfar coincidió en que el huachicol fiscal no se resolverá sólo con decomisos de combustible, pues estos operativos, no atacan las raíces del problema que son la red de facturas falsas, la corrupción en autoridades y la demanda de combustibles baratos.
“Para erradicarlo, se necesita una estrategia integral que combine tecnología, reformas legales y depuración de corrupción en Pemex y aduanas. Además, es clave reducir la demanda con precios competitivos legales y campañas que expongan los daños del combustible ilegal”, dijo el director de PETROIntelligence.
Asimismo, señaló que se necesita del desarrollo de un marco regulatorio más sólido que asegure el rastreo de los combustibles.
¿Qué es el huachicol fiscal?
El huachicol fiscal es un término coloquial utilizado en México para referirse a un tipo de fraude fiscal en el que empresas o individuos evaden el pago de impuestos en la comercialización de gasolinas y diésel mediante mecanismos ilegales.
El director general de PETROIntelligence explicó que estos mecanismos ilegales van desde facturas falsas, contabilidad simulada y, principalmente, la elusión de contribuciones en las importaciones de gasolinas y diésel.
Ramsés Pech, asesor en energía y economía, dijo que el término de ‘huachicol fiscal’ surgió en 2021, cuando el Servicio de Administración Tributaria (SAT) detectó un incremento de importación de lubricantes, y que en realidad era diésel importado ilegalmente al país.
Y es que al introducir diésel o gasolinas legalmente, se tienen que pagar dos impuestos en las aduanas: el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Por cada litro de gasolina Magna importado, se deben de pagar en las aduanas 6.45 pesos de IEPS; de gasolina premium, se deben pagar 5.45 pesos y de diésel son 7.10 pesos.
Además, también se debe de contribuir con la tasa de IVA del 16 por ciento.
Cuando se simula la importación de lubricantes, aceites o aditivos, se elude el pago de IEPS en las aduanas, que es el impuesto más oneroso de los dos que se deben de pagar, y sólo se paga IVA.