Publicado: julio 3, 2025, 7:15 am
En el presente 2025, el Banco de México llegará a su centenario de existencia. Cien largos años de servicio y entrega institucional en apoyo del país en su conjunto. La ocasión es propicia para la celebración y también para la reflexión prospectiva. Respecto a la perspectiva histórica, preguntarse cómo fue posible que la institución se consolidó y prosperó de manera continua a lo largo de las décadas. Y por lo que se refiere a la visión hacia el futuro, tratar de plantearse cuáles deberán ser los principales lineamientos del trabajo a desarrollar de manera indefinida.
El principio fundamental debe referirse al frente operacional. En ese aspecto, el llamado es para perseverar en la lucha contra la inflación. En el panorama de coyuntura, seguir trabajando para restaurar la estabilidad plena de precios y, a continuación, nunca bajar la guardia para preservarla de manera indefinida. Ese trabajo nunca será fácil, en razón de que, según lo dictó en su momento don Rodrigo Gómez, “las fuerzas de la inflación son poderosas, múltiples y sutiles”. Y, además, esas fuerzas están siempre al acecho para atacar.
En el orden administrativo, el reto se plantea en la forma de conservar y fortalecer la excelencia institucional por la cual siempre se trabajó desde las primeras etapas de desenvolvimiento institucional. Los fundamentos de la excelencia institucional han sido la calidad del recurso y del capital humano y la convicción para mantenerse siempre en la frontera del desarrollo tecnológico.
De manera paralela, en el orden estratégico la clave residirá en ejercer con decisión, a la vez de consolidar, la autonomía. Autonomía institucional no como un privilegio, sino en la forma de una precondición para poder brindar a la economía del país y a la comunidad nacional el mejor servicio posible en el campo de su especialidad. Y, desde luego, el ejercicio y el fortalecimiento de la autonomía deben venir acompañados de un mejor desempeño institucional en el cumplimiento de sus contrapartes indispensables, que son la transparencia y la rendición de cuentas.
Hacia futuro, el Banco de México deberá profundizar sus esfuerzos en los campos de la comunicación y de la educación económica y monetaria. En cuanto al primero de esos dos aspectos, en razón de que el organismo padece un déficit de identificación institucional (con frecuencia se le confunde con Banamex). Y, tal vez desde una perspectiva de mayor plazo, trabajar para la consolidación en la sociedad mexicana de un gran consenso colectivo en contra de la inflación y de las políticas económicas que la suelen causar.