Publicado: junio 30, 2025, 1:24 pm
Donald Trump lanzó su propio servicio móvil y teléfono inteligente a mediados de junio de este año. El actual presidente de Estados Unidos estrenó Trump Mobile con el propósito de crear una «alternativa conservadora» en el sector tecnológico, además, a través de la organización empresarial familiar, Trump registró las marcas ‘Trump’ y ‘T1’ en la Oficina de Patentes de Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés) con la intención de crear un servicio de telecomunicaciones completo, que incluye su propio smartphone y red de datos.
Sin embargo, el lanzamiento vino acompañado de una controversia geográfica, debido a que el mapa de cobertura publicado en su web mostraba al ‘Golfo de América’ como ‘Golfo de México’, teniendo en cuenta que Trump firmó una orden ejecutiva para renombrarlo. Además, por si fuera poco dicho error mencionado, se ha descubierto que el móvil T1 no se fabricó en Estados Unidos, por lo que se ha eliminado de la página web todo tipo de referencia a que dicho smartphone está hecho en EEUU.
El diario The Verge revela que se demostró rápidamente que el teléfono no solo no se fabricó en Estados Unidos, sino que existía la posibilidad de que fuese una nueva versión del modelo REVVL 7 Pro 5G, un smartphone chino que cuesta 169 dólares (un poco más de 140 euros al cambio, aproximadamente) y que se ha enfrentado a numerosos retiros del mercado.
Por lo tanto, al descubrirse esta noticia, el sitio web de Trump Mobile eliminó toda mención de «hecho en Estados Unidos» y, actualmente, en su lugar, el móvil está etiquetado como «orgullosamente estadounidense», «diseñado con valores estadounidenses en mente» y «manos estadounidenses detrás de cada dispositivo» —como se puede comprobar, ninguna de las tres etiquetas menciona que esté fabricado en EEUU—.
También, por otra parte, se han modificado algunas especificaciones del teléfono, ahora presenta una pantalla más pequeña de 6,25 pulgadas y no indica cuánta memoria RAM tiene, cuando antes sugería 128 GB.
Recordemos que el smartphone T1 fue presentado con una carcasa dorada, pretendía competir con los iPhone y presumía de estar fabricado en Estados Unidos, siendo uno de los requisitos que Donald Trump exige a Apple.
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