Publicado: junio 3, 2025, 7:24 pm
Los cables submarinos circulan por el mar para conectar al mundo a una red de información y, aunque no seamos conscientes de ello, pueden transmitir grandes cantidades de datos gracias a la tecnología de fibra óptica. Según las últimas estimaciones, el 98% de todo el tráfico internacional de Internet viaja a través de los cables submarinos, además, más allá de proporcionar conectividad, sirven para transportar energía e incluso detectar terremotos. Por ello, debido a su gran uso, protegerlos de los posibles ataques es fundamental.
Para evitar estas posibles situaciones, la Unión Internacional de Telecomunicaciones y el Comité Internacional de Protección de Cables crearon un organismo asesor para proteger a los cables submarinos de los ataques, de esta manera, garantizan la reparación y minimizan el riesgo de daños. Pero más allá de esta iniciativa, existe otro sistema de vigilancia submarina que puede proporcionar una supervisión ininterrumpida.
Dicho sistema reutilizable, llamado Seabed Sentry, está compuesto por una red de sensores con inteligencia artificial que puede operar de forma autónoma durante meses, e incluso ofrecer una vigilancia constante a profundidades de hasta 500 metros. Además, el contratista de defensa Anduril es el responsable de esta creación, que funciona como una red de módulos ‘sin cables’ que pueden detectar, procesar y transmitir información en tiempo real para alertar de los posibles ataques.
Pero más allá de avisar de identificar las ofensivas, Seabed Sentry también puede usarse en aplicaciones militares y comerciales, estudios de fondo marino, seguridad portuaria, protección de infraestructuras críticas y construcción de patrones de vida marina.
Así es el diseño de Seabed Sentry
Seabed Sentry puede desplegarse en el océano mediante vehículos submarinos autónomos para establecer una red de alerta, teniendo en cuenta que es un sistema modular con una capacidad de carga útil superior a 0,5 m³, conformado por un conjunto de estructuras cilíndricas similares a las boyas, con un diámetro de 53 centímetros y una longitud aproximada de 2,5 metros
Cada módulo incorpora una bahía de carga modular y un ancla que garantiza su estabilidad en el lecho marino, además, su arquitectura abierta permite actualizar fácilmente sus capacidades e integrar nuevas capacidades de hardware y software.
Por otro lado, respecto a su estructura, Dr. Shane Arnott, vicepresidente de Ingeniería de Anduril y líder del área marítima de Anduril, explica al diario The War Zone que «la cabeza es donde viven todas las comunicaciones y las capacidades computacionales y, luego, la cola es donde se alojan cargas útiles flexibles. La mayor parte del sistema es un tubo largo en el que puede caber lo que se quiera, como vehículos submarinos autónomos u otras cosas que salgan nadando».
Las tecnologías imprescindibles para que pueda funcionar
El sensor principal de Seabed Sentry, llamado Sea Spear, emplea un diseño inspirado en «algunos trabajos de la NASA es el espacio», debido a que integra una determinada tecnología para que pueda flotar de forma natural en el agua. Asimismo, funciona de forma parecida a las redes de sonar remolcadas por barcos de superficie, no obstante, dicho sistema emplea un brazo extensible que se alarga para efectuar rastreos.
Por otra parte, el conjunto de los algoritmos con inteligencia artificial es otro de los pilares fundamentales de Seabed Sentry. ¿El motivo? Gracias a esta combinación, dicho sistema puede procesar la información en tiempo real, e incluso contribuye a una red integral que permite detectar, analizar y responder ante cualquier ataque.
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