Publicado: mayo 20, 2025, 5:18 am
En búsqueda de información para mi anterior columna, la referente a José Mujica, me encontré con una definición que el Pepe dio de sí mismo en una entrevista para la BBC Mundo, en el 2024: “Yo sé que soy un viejo medio loco, porque filosóficamente soy un estoico por mi manera de vivir y los valores que defiendo. Y eso no encaja en el mundo de hoy. Algunos me dicen: ‘Es marxista’. No, el estoicismo es más viejo que el cristianismo, no me jodas. Es una vieja corriente de filosofía, una concepción de la vida. Por eso la sobriedad con que vivo”.
Cualquiera puede saber, con sólo conectarse a Wikipedia, esa enciclopedia de contenido libre publicada en Internet que en la actualidad cuenta con 2 millones 34,526 artículos de diversos temas, según la descripción que de sí misma hace la ilustrativa wiki, como le decimos de cariño todos los que la frecuentamos, lo que es el estoicismo.
El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio en Atenas a principios del siglo III a .C. La doctrina estoica está basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Los estoicos pensaban —piensan— que las personas “no podemos controlar lo que pasa a nuestro alrededor, pero sí podemos controlar lo que pensamos sobre estos eventos” en vez de imaginar una sociedad ideal falsamente positiva.
Los estoicos son especialmente conocidos por enseñar que “la virtud es el único bien para los seres humanos y que las cosas externas como la salud, la riqueza y el placer, no son buenas o malas en sí mismas, pero tienen valor como material “para que la virtud actúe”.
Luego de lo anterior puede uno comprender mejor la moralidad, energía, austeridad y templanza de Pepe Mujica, santo político de mi devoción.
Pero ya que me metí en el tema del estoicismo, no todo es Wikipedia en el campo del saber. En una entrevista para National Geographic, Iker Martínez Fernández, experto en filosofía antigua, trazó las diferencias entre el pensamiento clásico y sus interpretaciones modernas. El experto manifestó: “El eje central del estoicismo es descubrir la racionalidad que subyace en la naturaleza (…) El ser humano ocupa un lugar privilegiado porque la divinidad le ha otorgado capacidad racional consciente y lenguaje, lo que le permite aunque de forma limitada, comprender las leyes que rigen el universo. A partir de esta premisa, la vida plena consiste en vivir de acuerdo con las reglas racionales de la naturaleza. El modelo estoico de ser humano ideal, el sabio, no se deja arrastrar por deseos excesivos, miedos irracionales, placeres desmedidos, ni penas paralizantes.
También el humor aparece en el campo de la filosofía, el maestro Pedro González Calero, escribió “Filosofía para bufones”, un paseo por la historia del pensamiento a través de las anécdotas de los grandes filósofos. Aquí un ejemplo: “Entre las cosas que Zenón de Citio, creador del estoicismo, predicaba estaban el autodominio de las pasiones y el despego de los bienes materiales. Pues bien, como los discípulos de Zenón eran muchos, Filemón, un comediógrafo, parodió su enseñanza con estas palabras: ‘¡Qué extraña filosofía es ésta, en la que hay un maestro que enseña a tener hambre y tantos discípulos lo escuchan extasiados! ¡Yo, como muerto de hambre siempre he sido autodidacta!’”
Otro estoico, consignado por González Calero en su publicación, es Crisipo. “Si Zenón se interesó por la ética, él se dedicó al estudio de la lógica (…) le gustaba jugar con los argumentos lógicos y hasta con sofismas como este: ‘Lo que no has perdido lo tienes, no has perdido los cuernos, por lo tanto los tienes’”.
Punto final
Teofisma: Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza. El hombre es lobo del hombre. Por lo tanto, Dios es lobo de Dios.