Publicado: mayo 18, 2025, 10:22 am
Tres semanas después de despedir al Papa Francisco, lÃderes mundiales se han vuelto a dar cita en la Plaza de San Pedro de Roma para asistir a la misa que da inicio al Pontificado del Papa León XIV . De nuevo el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se ha ausentado. La delegación española ha estado presidida por los Reyes Don Felipe VI y Doña Letizia . En representación del Gobierno han acudido los ministros MarÃa Jesús Montero, Yolanda DÃaz y Félix Bolaño . La ministra de Hacienda y vicepresidenta primera, MarÃa Jesús Montero , ha seguido el protocolo de vestimenta en el Vaticano a medias, ya que ha lucido un vestido negro pero con detalles en nude, que, además, tenÃa un escote pronunciado. Las recomendaciones ante el Papa son vestir de negro, con faldas por debajo de la rodilla, y cubrirse la cabeza con mantilla o velo. Es cierto que no es una obligación, pero sà una recomendación que la mayorÃa suele cumplir. El ‘privilegio del blanco’ solo está reservado a algunas reinas católicas, como la propia Doña Letizia , que se decantó por un vestido nuevo de Redondo Brand . MarÃa Jesús Montero eligió un vestido negro por debajo de la rodilla, con manga francesa rematada con volante, escote en pico pronunciado y detalles en color nude. Se trata de un diseño con pespuntes en el escote y en la cintura, asà como con dos cordeles en el mismo tono. Debajo del escotado vestido, la ministra llevó una camiseta negra ajustada, para cumplir la norma. Por otra parte, la ministra prescindió de las medias negras, otra de las recomendaciones. Tampoco cubrió su cabeza. La vicepresidenta primera del Gobierno completó su estilismo con salones altos y bolso negro. La que sà siguió el protocolo fue Yolanda DÃaz . La ministra lució un vestido negro por debajo de la rodilla que acompañó de una blazer entallada. Siguiendo las normas de vestimenta del Vaticano, la polÃtica llevó medias negras transparentes, zapatos cerrados con tacón alto y unos pendientes pequeños, que quedaban al descubierto, al haber recogido su melena en un recogido informal con un mechón suelto.