Publicado: abril 13, 2025, 11:23 am
Un ataque aéreo ruso sobre la ciudad de Sumi, al noreste de Ucrania, ha dejado más de 20 muertos —entre ellos un niño— y decenas de heridos en el centro de la ciudad, coincidiendo con el día en que su población conmemora el Domingo de Ramos. Según ha informado el Servicio Estatal de Emergencias (DSNS), al menos 84 personas también han resultado heridas, entre ellas siete niños. «Hubo heridos en plena calle, en coches, transportes públicos y casas«, ha indicado el DSNS.
El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko, ha informado de que varios misiles balísticos han impacto en el centro de la ciudad. La zona alcanzada estaba abarrotada de personas que en ese momento estaban celebrando el Domingo de Ramos, ha añadido el ministro, quien ha pedido a la población que se abstenga de acudir a la zona para facilitar la evacuación y la atención a los heridos.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha condenado este ataque, que se ha producido «en una calle normal de una ciudad, en la vida normal: casas, instituciones educativas, coches en la calle… Y esto ocurre un día en que la gente va a la iglesia: el Domingo de Ramos», ha remachado.
En un mensaje publicado en redes sociales, Zelenski ha pedido una respuesta contundente del mundo occidental sobre Putin: «Solo un bastardo podría actuar así. Quitando las vidas de gente común», ha dicho.
Por este motivo, ha proseguido, «necesitamos una fuerte respuesta del mundo. América, Europa, todos los que quieren que esta guerra y estas matanzas terminen. Rusia quiere exactamente este tipo de terror y está alargando esta guerra», ha enfatizado.
Según Zelenski, la paz es imposible si no existe presión sobre Rusia: «Rusia desea precisamente este tipo de terrorismo y está prolongando esta guerra. Sin presión sobre el agresor, la paz es imposible. Las conversaciones nunca han detenido los misiles balísticos y las bombas. Debemos tratar a Rusia como se merece un terrorista», ha indicado.
La jefa diplomática de la Unión Europea, Kaja Kallas, no ha tardado en reaccionar al ataque ruso contra la ciudad ucraniana de Sumi. «Escenas desgarradoras en Sumi: los residentes reunidos para el Domingo de Ramos fueron alcanzados por misiles rusos», ha manifestado la alta representante de Política Exterior y Seguridad Común en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.
Para Kallas, lo ocurrido en Sumi este domingo es «un ejemplo horrible de cómo Rusia intensifica sus ataques mientras Ucrania ha aceptado un alto el fuego incondicional». «Mis condolencias están con el pueblo ucraniano», ha concluido la diplomática.
Ofensiva rusa en Sumi, fronteriza con Kursk
La región de Sumi es fronteriza con la provincia rusa de Kursk, adonde se adentró el Ejército ucraniano en agosto de 2024. Rusia ha lanzado una ofensiva de primavera contra las regiones de Sumi y la vecina Járkov, según declaró el pasado día 9 el comandante en jefe ucraniano, Oleksandr Sirski.
Según dijo el mismo día Zelenski, en la actualidad más de 67.000 soldados rusos se encuentran en la dirección de Kursk, con lo que Rusia» completó la reubicación para un ataque en la dirección de Sumi«.
El ataque de este domingo se produce en plenas negociaciones de ambos países con EE UU, que intenta orquestar un alto el fuego entre Rusia y Ucrania, por ahora enquistado.
Kiev aceptó un alto el fuego completo de 30 días hace un mes, pero Moscú se ha negado hasta ahora y de momento solo se han acordado una tregua energética y otra marítima para el mar Negro, si bien ni una ni otra se están cumpliendo.
Sobre las conversaciones entre Ucrania y Rusia se ha referido este sábado por la noche el presidente estadounidense, Donald Trump, que ha valorado que todo marcha bien: «Creo que la relación entre Ucrania y Rusia puede estar yendo bien. Y lo van a descubrir muy pronto. Llega un punto en el que hay que aguantar o callarse. Ya veremos qué pasa, pero creo que va bien», ha sostenido Trump, a pesar de que los ataques por ambas partes han continuado y el propio mandatario estadounidense ha expresado previamente su frustración por la falta de avances entre ambas partes para un alto el fuego.
