Publicado: abril 24, 2025, 3:52 pm
En un giro inusual, Donald Trump ha roto este jueves su habitual ambigüedad con respecto a Moscú y ha lanzado un mensaje directo a VladÃmir Putin tras el ataque más mortÃfero de Rusia contra Ucrania en casi un año. «¡VladÃmir, PARA!», ha escrito el presidente de Estados Unidos en Truth Social, en referencia al bombardeo nocturno sobre Kiev que ha dejado al menos nueve muertos y más de 70 heridos. Es la primera vez en semanas que el mandatario norteamericano señala con claridad a Rusia como responsable de entorpecer las negociaciones de paz, en un contexto de creciente frustración dentro de su Administración.
El ataque, calificado por el presidente ucraniano, VolodÃmir Zelenski, como «uno de los más escandalosos» desde el inicio de la guerra, llega en plena ofensiva diplomática de Washington para imponer un alto el fuego. El plan, elaborado por el vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, contempla el congelamiento de las lÃneas territoriales actuales, sin revertir la anexión de Crimea. Kiev lo ha rechazado en repetidas ocasiones. «Han pasado 44 dÃas desde que propusimos el acuerdo, y Rusia sigue matando a nuestra gente», ha dicho Zelenski, que ha acusado a Moscú de desestimar toda presión internacional.
Trump, sin embargo, no ha dejado de culpar también a Ucrania. Un dÃa antes del bombardeo, criticó a Zelenski por no haber defendido Crimea en 2014: «Si la querÃa, ¿por qué no luchó por ella cuando fue entregada sin disparar un tiro?». Sus palabras reflejan el intento de la Casa Blanca por equilibrar la presión sobre ambas partes, pero también dejan ver el limitado margen de maniobra del mandatario, quien prometió en campaña acabar con la guerra en 24 horas.
La contradicción entre sus declaraciones públicas y la escalada militar rusa complica el camino hacia cualquier tipo de acuerdo. Rubio ha admitido este jueves que el pacto podrÃa no concretarse esta semana, como Trump esperaba. «Estamos tratando de ver si ambas partes están siquiera en el mismo vecindario», ha dicho, en referencia a la distancia entre las posiciones de Moscú y Kiev. Según fuentes diplomáticas, tanto él como el enviado especial Steve Witkoff cancelaron una reunión con aliados europeos para revisar el estado de las conversaciones.
La crÃtica a Putin marca un quiebre retórico, pero no necesariamente estratégico. Trump ha evitado imponer sanciones adicionales o dar una respuesta contundente al ataque y se ha limitado a insistir en la urgencia de alcanzar un acuerdo. En Washington, el gesto ha sido interpretado como un intento de blindar su imagen internacional tras semanas de inacción visible frente al deterioro del frente de guerra.
Este episodio deja en evidencia los lÃmites de la polÃtica exterior de Trump en su segundo mandato: una diplomacia personalista, dependiente de gestos más que de estructuras, atrapada entre su simpatÃa con lÃderes autoritarios y la presión de una guerra que sigue sumando muertos cada semana. El clamor de Trump —«5000 soldados mueren cada semana»— es una admisión de que su promesa de paz enfrenta obstáculos que ya no controla.