Publicado: marzo 3, 2025, 11:29 pm
Donald Trump ha decidido suspender de manera indefinida la ayuda militar de EE.UU. a Ucrania, en medio de las presiones del presidente de la primera potencia mundial a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, para que acepte un proceso de paz en las condiciones que él desea. La medida de Trump, revelada este lunes por medios estadounidenses como Bloomberg y Fox News, se produce días después de la bronca monumental entre ambos mandatarios en el Despacho Oval la semana pasada. Zelenski acudió a Washington para firmar un acuerdo de cesión a EE.UU. de recursos minerales de su país, pero la negociación estalló por la negativa de Trump a ofrecer garantías de seguridad a Ucrania en un eventual proceso de paz con Rusia.
En los tres años desde la invasión rusa de Ucrania, EE.UU. ha aprobado el envío a su país aliado de ayuda militar por valor de 67.000 millones de dólares. De ellos, quedan 3.800 millones de dólares en armamento de las reservas del Pentágono por enviar, además de otros contratos con empresas de defensa estadounidenses financiado por el Gobierno de la primera potencia mundial. Tanto Zelenski como sus aliados europeos han reconocido que sin la ayuda militar de EE.UU. -clave en la resistencia a la invasión- Ucrania no puede hacer frente a Rusia en el frente.
La suspensión del envío de ayuda se prolongará hasta que Zelenski y el resto de líderes ucranianos muestren un compromiso claro con la búsqueda de la paz. «Esto no es una eliminación permanente de la ayuda, es una pausa», dijo a Fox News un miembro de la Administración Trump.
La decisión es un paso más en la presión de Trump a Ucrania para que acepte unas condiciones de paz que el Gobierno de Zelenski ha rechazado. Desde la campaña electoral, Trump se mostró inclinado por forzar una paz en Ucrania -que prometió que conseguiría «en 24 horas»- aunque incluyera líneas rojas hasta ese momento para EE.UU. y sus aliados europeos, como la cesión de integridad territorial y la renuncia a la entrada en la OTAN.
Poco antes de que se conociera la decisión, el presidente de EE.UU. volvió a presionar a Zelenski. «Quizá alguien no quiere llegar a un acuerdo», dijo en referencia a Zelenski. «Y si esa persona no quiere llegar a un acuerdo, creo que esa persona no durará mucho. No se le escuchará mucho tiempo a esa persona. Porque yo creo que Rusia sí quiere llegar a un acuerdo».
Al mismo tiempo que Trump eleva la apuesta con Zelenski para que negocio, busca lo mismo, pero con carantoñas, con Rusia. Según han asegurado fuentes gubernamentales a Reuters, la Casa Blanca ha pedido al Departamento de Estado y al Tesoro que elabore un listado con las sanciones que podrían ser objeto de levantamiento y que los negociadores estadounidenses podrían utilizar con sus homólogos rusos. Entre los beneficiados podría haber algunos oligarcas, compañías y entidades que han recibido sanciones por parte de EE.UU. desde el comienzo de la invasión de Ucrania decretada por Putin hace algo más de tres años.
Trump fue esquivo sobre la posibilidad de levantar sanciones a Rusia, aunque tampoco lo desmintió. «Vamos a llegar a acuerdos con todo el mundo para acabar con esta guerra», se limitó a decir cuando fue preguntado al respecto, y pasó a hablar de las negociaciones que puede haber sobre Ucrania con sus socios europeos.
La eliminación de sanciones sería un nuevo paso más en el acercamiento de Trump a Putin desde su vuelta a la Casa Blanca. Hace unas semanas, sorprendió a Ucrania y sus socios europeos con una llamada telefónica a Putin para empezar negociaciones de paz, sin haber acordado posiciones con sus aliados. Después, marginó a Ucrania y a los países europeos en conversaciones con Rusia en Arabia Saudí, y votó junto a la delegación rusa en la ONU contra resoluciones de condena a Rusia y a favor de una en la que no se trata a Moscú como «agresor» ni se defiende la soberanía y la integridad territorial de Ucrania.
La creciente sintonía con Putin es inversa con Zelenski, al que ha llegado a calificar de «dictador» y a quien ha acusado de haber iniciado la guerra. Tras la bronca en el Despacho Oval de la semana pasada, Trump dejó claro ayer que la relación con el presidente ucraniano está lejos de recomponerse.
Discurso ante el Congreso
Cinco años después, Donald Trump volverá hoy a tomar el camino del Capitolio y se presentará ante una sesión conjunta de las dos cámaras del Congreso de EE.UU. para pronunciar el tradicional discurso sobre el estado de la Unión. Ocurre en un momento en el que el presidente de EE.UU. está entregado a una agenda rupturista, tanto para la política doméstica como para las relaciones diplomáticas: desde la transformación turbulenta del Estado –liderada por Elon Musk– hasta la crisis en la relación con Ucrania y la presión arancelaria a sus grandes socios comerciales.
Trump se presentará ante los legisladores en un discurso en el que lo convencional es defender la agenda del presidente y buscar que el Congreso ponga de su parte. Por el momento, Trump ha dejado claro que, más que colaborar con el poder legislativo, prefiere imponer su visión –las dos cámaras tienen mayoría republicana, pero muy escasa– o puentear al Congreso. En las seis primeras semanas de su segundo mandato, Donald Trump ha aprobado 81 órdenes ejecutivas, con el objetivo de deshacer muchas de las políticas de su antecesor –el demócrata Joe Biden– y de recortar y adelgazar al sector público.
