A partir de este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó la suspensión inmediata de todas las ayudas y préstamos federales, decisión que podría impactar directamente en programas clave de educación y salud.
La Administración ha justificado la decisión argumentando que es necesario garantizar que todos los fondos cumplan con las recientes órdenes ejecutivas firmadas por Trump, que incluyen restricciones a los derechos de las personas transgénero y recortes en programas de diversidad, equidad e inclusión.
En un memorando emitido el lunes, el director interino de la Oficina de Gestión y Presupuesto, Matthew J. Vaeth, señaló que la congelación también afecta a fondos destinados a la ayuda exterior y a organizaciones no gubernamentales, entre otras partidas.
La pausa ordenada por Trump podría retrasar el desembolso de miles de millones de dólares para diversos programas, incluidos los préstamos estudiantiles, y tendría un impacto negativo en la investigación sanitaria, la asistencia alimentaria y la financiación de organizaciones de apoyo a veteranos y personas con discapacidad.
Asimismo, la medida podría afectar la ayuda destinada a las zonas devastadas por incendios en California e inundaciones en Carolina del Norte, regiones que Trump visitó la semana pasada y donde había prometido apoyo federal.
En una rueda de prensa este martes, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, calificó la orden como «una puñalada al corazón de las familias estadounidenses», subrayando que su impacto se sentirá tanto en estados republicanos como demócratas, en ciudades y en zonas rurales.