Publicado: abril 23, 2025, 5:54 am
Muy probablemente muchos de nosotros ha vivido un episodio de un ojo enrojecido por encima de lo normal tras un dÃa de cansancio extremo. Lo primero que trasladan los oftalmólogos es que, ante un ojo rojo que no se resuelve de forma espontánea, es importante que un profesional evalúe la situación para evitar complicaciones irreversibles que pueden llevar, en poco tiempo, a la pérdida total de visión.
En el contexto de este tipo de trastorno ocular se sitúa la uveÃtis, «una forma de inflamación ocular que afecta a la capa media del tejido de la pared ocular, denominada úvea», según explican desde Mayo ClÃnic. Atentos, pues, a los signos de alarma, puesto que suelen aparecer de forma abrupta en forma de enrojecimiento, dolor y visión borrosa, e ir empeorando con mucha rapidez.
Qué es la úvea del ojo y cuáles sus alteraciones posibles
Antes de especificar las causas y desarrollo de la uveÃtis es importante saber qué es la úvea y cómo ‘funciona’ en la visión, algo que los expertos de Mayo ClÃnic aclaran: «La úvea consta de estructuras oculares debajo de la parte blanca del ojo (esclerótica). Tiene tres partes: el iris, que es la parte con color del ojo; el cuerpo ciliar, que es la estructura ocular que segrega el lÃquido transparente dentro de la parte frontal del ojo; y la coroides, que es la capa de vasos sanguÃneos entre la esclerótica y la retina».
El tipo de uveÃtis dependerá de la parte afectada. La denominada ‘anterior’, la más habitual, afecta el interior de la parte frontal del ojo (entre la córnea y el iris) y el cuerpo ciliar. La uveÃtis intermedia afecta la retina y los vasos sanguÃneos detrás del cristalino (parte plana), asà como el gel del centro del ojo (vÃtreo). La ‘posterior’ afecta una capa que está en el interior de la parte posterior del ojo (retina o coroides); y la última, ‘panuveÃtis’, se produce por inflamación de todas las capas de la úvea.
Diagnóstico de la uveÃtis y cuáles son sus causas
Las causas de este problema oftalmológico no están claras, y al mismo tiempo pueden derivar de otras enfermedades relacionadas con trastornos inmunitarios como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante. También existe cierta asociación entre este peligroso enrojecimiento del ojo y la enfermedad de Behcet, infecciones diversas (herpes zóster, sÃfilis, toxoplasmosis), sarcoidosis o psoriasis, entre otras.
Para diagnosticarla, el oftalmólogo llevará a cabo una exploración exhaustiva de la visión, teniendo en cuenta el historial. Entre las pruebas de las que se ayuda el profesional de la visión estarán la tonometrÃa (mide la presión dentro del ojo con unas gotas anestésicas previas) y la oftalmoscopia, exploración del fondo de ojo que dilata la pupila para examinar al detalle la zona afectada.
Otra prueba eficaz es la ‘lámpara de hendidura’, microscopio que amplÃa e ilumina la parte frontal del ojo, con el objetivo de identificar células inflamatorias microscópicas. A veces, es difÃcil encontrar una causa especÃfica para la uveÃtis, lo cual no significa que no pueda tratarse. Aunque en algunos casos no se cure del todo, es necesario el tratamiento para controlar la inflamación.
Asà se manifiesta la uveÃtis
Los sÃntomas que caracterizan a la mayorÃa de las uveÃtis son un enrojecimiento de los ojos, que va acompañado de dolor y una extrema sensibilidad a la luz. Las famosas ‘moscas volantes’ de las que hemos oÃdo hablar, que son puntos oscuros que flotan en el campo de visión, también hacen acto de presencia en la uveÃtis, asà como una visión borrosa que no desaparece.
Es importante tener en cuenta que los sÃntomas mencionados pueden aparecer en un ojo o en ambos, y que incluso puede haber casos en los que no se muestre ningún sÃntoma y se descubra la enfermedad en una revisión oftalmológica rutinaria.
Tratamientos disponibles para esta afección ocular grave
Los oftalmólogos insisten en la necesidad de un tratamiento precoz, que consiga frenar un potencial avance de pérdida de la visión. Además de ayudarnos de unas gafas de sol, existen unas gotas esteroides capaces de disminuir la inflamación y el dolor. Otras formas de abordar la uveÃtis es mediante esteroides orales que inhiben el sistema inmunitario.
En el caso de que la enfermedad esté provocada por una infección generalizada, lo más probable es que el médico recete antibióticos y antiinflamatorios como los corticosteroides. Para las causas autoinmunitarias, el tratamiento pasa por los inmunosupresores. Por lo que se refiere a potenciales complicaciones, están el glaucoma, o las cataratas como las más frecuentes.
Referencias
Anabel González-Peñaa, Eddy Mesa-Hernándezb, Arianna Hernández-Pérezc, Oslay Mijail Tirado-MartÃnezd, Lorelei Ortega-DÃaze. ‘Clinical and epidemiological behavior of anterior uveitis’. Revista de OftalmologÃa. Elsevier. Consultado online en https://www.elsevier.es/es-revista-revista-mexicana el 4 de marzo de 2025.
Santiago Muñoz-Fernández, Emilio MartÃn-Mola. ‘Uveitis’. Best Practice ¬ Research Clinical Rheumatology. Elsevier. Consultado online en https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1521694206000386 el 4 de marzo de 2025.