Publicado: marzo 8, 2025, 5:00 am
Afecta a las venas y las arterias de los brazos y las piernas, y llega a conseguir que los vasos sanguíneos se obstruyan, bloqueándose y formando peligrosos coágulos. Aunque no es muy prevalente, la enfermedad de Buerger, también denominada tromboangitis obliterante, llega a destruir el tejido cutáneo, provocando una infección y, en el peor de los casos, gangrena.
Con semejante pronóstico, los expertos de Mayo Clínic aseguran que la mejor manera de detener el avance de la enfermedad sería dejando de fumar. Efectivamente, la mayoría de personas con la enfermedad de Buerger son fumadoras, una relación directa de la que tomar conciencia, para evitar que todo finalice con la amputación de dedos de las manos o los pies.
La peligrosa relación entre el tabaquismo y esta enfermedad
Normalmente, la enfermedad de Buerger suele manifestarse en primer lugar en los pies, afectando después a los vasos sanguíneos de las manos de forma progresiva. Con el paso del tiempo, la escasez de flujo sanguíneo que afecta a las venas de los brazos y las piernas puede dañar el tejido cutáneo. Pero, ¿por qué se desencadena?
Aunque se desconocen las causas exactas, sí existe una relación científicamente demostrada entre esta enfermedad y el consumo de tabaco. La razón es que determinados ingredientes químicos que forman parte de cada cigarrillo podrían debilitar el recubrimiento de los vasos sanguíneos, y desencadenar todo el proceso.
Otros factores de riesgo de la enfermedad de Buerger incluyen ser varón y estar en torno a los 50 años. Las infecciones prolongadas de las encías también pueden aumentar el riesgo, aunque hacen falta más estudios para confirmar esta relación.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Buerger?
Cuando esta enfermedad avanza, pueden aparecer llagas abiertas que no terminan de curarse, y que pueden derivar en una gangrena, algo bastante grave. Los síntomas de la gangrena son una piel de color azulado, y pérdida de sensibilidad en las extremidades.
Entre los síntomas más comunes, antes de llegar al estadio más peligroso (la gangrena), los expertos señalan un cierto hormigueo en manos y/o pies; dolor al caminar; episodios de inflamación en las venas; heridas que no curan; y cambios de color en la piel de las extremidades, que pueden volverse azules o negruzcos con la exposición al frío.
¿Tiene tratamiento esta enfermedad circulatoria?
Para evitar que la enfermedad de Buerger progrese hasta convertirse en un problema muy serio, los expertos recomiendan dejar de fumar. Otra de las posibilidades, a criterio del médico especialista siempre, es recetar un tratamiento con aspirina.
Si el dolor de las extremidades es intenso, probablemente el profesional de la salud recetará medicamentos calcioantagonistas. En un paso más avanzado de la enfermedad, puede que se haga necesario llevar a cabo una simpatectomía, intervención que consiste en seccionar ciertos nervios que desembocan en las manos, con la intención de que mejore el flujo sanguíneo.
En el peor de los casos, si la dolencia ha avanzado tanto que se ha vuelto incontrolable, la única solución posible para detenerla es hacer un bypass. Cuando la extremidad se ha quedado por completo sin riego sanguíneo, entonces la única vía posible es la amputación de la zona afectada.
Referencias
G. Espinosa, A. Llambrich, M. Ingelmo. ‘Tromboangeítis obliterante’. Unitat de Malalties Autoimmunes Sistèmiques. Hospital Clínic de Barcelona. Consultado online en https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-tromboangeitis-obliterante-10021657 el 24 de enero de 2025.