Los gestos de cariño son una muestra evidente del aprecio que se tiene por otras personas, en España, en general, siempre se destaca el carácter cariñoso de sus ciudadanos, tendemos a saludarnos con dos besos o un abrazo, no es raro mostrar gran cariño hacia las amistades, familiares y personas a las que se quiere y tampoco son extrañas las muestras de afecto públicas hacia la pareja, caminando cogidos de la mano o de la cintura por la calle o aprovechando cualquier ocasión para darse un beso o un abrazo.
En la intimidad estas muestras de afecto suelen ser aún más evidentes, el contacto físico es parte esencial de la mayoría de las relaciones de pareja, son maneras de transmitir y recibir amor, ya sea abrazándose, besándose o tocándose. Si bien cada pareja es diferente y establece sus propios códigos y normas, lo más habitual es que ese contacto físico aumente la intimidad e incluso se convierta en una forma de lenguaje para ellos. Estas muestras de afecto y cariño son también importantes durante las relaciones sexuales, tal y como demuestra que el ‘cuddlegasm’ sea la nueva tendencia en sexualidad para el año 2025.
‘Cuddlegasm’: así es la nueva tendencia en sexualidad
Esta tendencia pone de manifiesto la importancia del afecto, el contacto físico y los mimos (o ‘cuddles’ en inglés) en las relaciones, tanto personales, como íntimas y sexuales. Besos, caricias y abrazos cobran especial protagonismo a la hora de disfrutar del placer en la pareja, poniendo también el enfoque en el placer emocional y no solo en el físico. Estos pequeños gestos de intimidad merecen también apreciación, antes, durante y después del sexo.
“Los momentos posteriores al sexo son tan importantes como el propio sexo. De hecho, es cuando el cerebro y el cuerpo se bañan en oxitocina, la ‘hormona del vínculo’, que aumenta la empatía y la conexión. Acurrucarse juntos puede ayudar a amplificar estos beneficios gracias a la oxitocina añadida”, explica Megwyn White, directora de educación de Satisfyer tal y como recogen en Voxpopuli. “Al igual que el enfriamiento después de un entrenamiento, cuando el cuerpo absorbe los beneficios y los músculos se relajan, acurrucarse garantiza que los beneficios físicos y emocionales de la conexión íntima se perciban más fácilmente y que perduren en el tiempo”.
Los beneficios de los mimos y abrazos en la cama
Abrazarse, tener gestos de afecto… en definitiva, darse mimos, es una estupenda manera de extender la intimidad fuera del dormitorio, pero también es una manera muy buena de mejorar la complicidad en la cama y no solo durante las relaciones sexuales.
Las caricias y abrazos aumentan los niveles de oxitocina, una hormona que segregamos al experimentar felicidad e intimidad y hace que nos sintamos más relajados y alegres. Los mimos y abrazos en la cama aumentan la zona de contacto, permite liberar un poco el movimiento habitual de un abrazo que ya no dependerá solo de rodear al otro con los brazos, todo el cuerpo puede acompañarnos.
El contacto físico ayuda a reducir los niveles de estrés, se segrega una menor cantidad de cortisol, la hormona asociada al estrés, cuando nos abrazamos, sobre todo si es piel con piel. Las caricias y mimos son gestos sencillos, pero que muestran mucho más de lo que pensamos, pueden demostrar cariño, complicidad o deseo, si se dan en la cama, crean intimidad y fortalecen los lazos afectivos.
Referencias
Von Mohr, M., Kirsch, L. P., & Fotopoulou, A. (2017b). The soothing function of touch: affective touch reduces feelings of social exclusion. Scientific Reports, 7(1). https://doi.org/10.1038/s41598-017-13355-7