Publicado: abril 8, 2025, 1:55 am

El «saludo romano» de Elon Musk; la paz cartaginesa para Ucrania; el edicto sobre precios máximos de Diocleciano como preludio de los aranceles de Trump; la orden ejecutiva que establece la arquitectura clásica como el estilo preferido para los nuevos edificios del Gobierno … federal; el final de la pax americana y las nuevas ambiciones imperiales que abarcan desde Groenlandia hasta Marte; la nostalgia por Sila y Maximus Decimus Meridius; y toda la testosterona a nivel Gladiator/Spartacus…
La historia dice que el Imperio Romano comenzó en el año 27 a. C. y colapsó en el 476 d. C. Sin embargo, a tenor de los reproches viralizados en TikTok, la obsesión por la Roma Antigua es compartida por muchos hombres enganchados a aquellos tiempos de sandalias, togas y centuriones. Y con los Estados Unidos de Trump transformados en una de romanos –en latín, pero con subtítulos en inglés– resulta todavía mucho más difícil no pensar en los idus de marzo, Augusto, Marco Aurelio, Julio Cesar y hasta Cleopatra.
Con todo, la fijación del trumpismo por el Imperio Romano se centra sobre todo en su decadencia. Bajo la premisa de retroceder dos milenios para contemplar el futuro de Estados Unidos, Musk ha troleado en su red social X sobre «vibraciones» de declive imperial y J.D. Vance habla de «un periodo tardorrepublicano». En este interesado ejercicio de eterno populismo se culpabiliza del batacazo que se avecina a la pérdida de fibra moral, la inmigración de los bárbaros, el olvido de virtudes como la hombría, el exceso de bacanales, la complacencia de las élites o, incluso, la crisis de natalidad.
Por supuesto, toda esta lógica de apocalipsis inminente requiere soluciones extremas si de verdad se quieren revertir los efectos perniciosos de una era de woke-woke, secularización, vergüenza nacional y guerrita cultural perdida. Y si hace falta mano dura, en plan Lucio Cornelio Sila, pues alea iacta est. El problema es que hay que demasiados Catilinas pero sin rastro de un solo Cicerón. Y SPQR (Senatus Populusque Romanus) no pasa de «Solo Políticos Que Roban».