El Leganés ya rozaba la victoria ante el Atlético de Madrid cuando todo se detuvo sobre el césped de Butarque: el VAR llamó al árbitro por un posible penalti y el colegiado, después de revisar la acción, concedió la pena máxima al cuadro colchonero. Una decisión que terminó con el pique entre los banquillos del conjunto local y el visitante.
Todo empezó con un saque de esquina rojiblanco hacia el área local en busca del empate: Le Normand intentó cabecear, pero el balón nunca le llegó, si no que terminó golpeando en el brazo de Sergio Gómez. No señaló nada, inicialmente, Melero López, que tras volver a verlo en la pantalla cambió de opinión y pitó penalti.
Era el minuto 88 y ponÃa en bandeja el empate a un Atlético que sabÃa que por el estadio pepinero pasaban el liderato de la Liga y su racha de victorias. Pero no pudo salvar ni una cosa ni la otra: Antoine Griezmann mandó fuera su lanzamiento y el equipo colchonero cayó en Leganés, lo que deja en manos del Real Madrid la cabeza de la tabla y deja en 15 el récord de triunfos consecutivos en la entidad rojiblanca.
Antes de que el francés disparase, el ambiente ya se habÃa caldeado en los banquillos: a Borja Jiménez, técnico del Leganés, no le gustaron nada las protestas del Cholo Simeone, que reclamó la mano del futbolista pepinero y el penalti para los suyos.
«Habla, habla», pudo verse decir al entrenador del cuadro blanquiazul. Y eso no fue todo, pues también se dirigió al cuerpo técnico rojiblanco haciendo gestos de llorar con las manos.
«QuerÃa pedir disculpas porque en el fragor de la batalla nos hemos calentado un poco en la acción del penalti, y querÃa disculparme. Nos decimos muchas veces muchas cosas en el banquillo, pero hoy se me ha visto a mà y querÃa disculparme porque no me representa. Tampoco es mi intención», aseguró Jiménez tras el banquillo, al comparecer ante las cámaras de DAZN.