El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha intensificado las detenciones de migrantes indocumentados en las principales ciudades del país, arrestando a más de 5.500 personas a quienes califica de «criminales», aunque muchos carecen de antecedentes penales.
Los arrestos, llevados a cabo por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), han tenido lugar en las dos primeras semanas de Trump en el poder en más de una decena de ciudades, incluidos importantes centros metropolitanos como Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
En la red social X, la agencia ha resaltado el perfil de 21 personas: algunas de ellas con nombre, apellido y foto, y otras solo con la nacionalidad y los delitos de los que se les acusa que van desde manejar bajo la influencia de sustancias hasta abuso sexual de menores.
— U.S. Immigration and Customs Enforcement (@ICEgov) January 29, 2025
El Gobierno ha indicado que se está preparando para aumentar la capacidad de los centros de detención para migrantes -actualmente ICE tiene capacidad para detener a 41.000 personas– apuntando incluso hacia el uso de bases militares.
Trump ordenó esta semana la construcción de un centro de detención en Guantánamo, con capacidad para 30.000 personas; y en Colorado, las autoridades están preparando unas instalaciones «temporales» para detener a los migrantes en una base de la fuerza aérea.
Los migrantes indocumentados: «criminales»
Tanto en campaña como durante los primeros días en el poder, el gobierno de Trump mantuvo que los arrestos se centrarían en las personas con récord criminal violento.
Sin embargo, esta semana la Casa Blanca indicó que considera a los más de 11 millones de personas que viven en EE.UU. como «criminales», porque «rompen con las leyes migratorias».
Según datos filtrados a la cadena NBC News, solo el 52 % de los 1.179 arrestados del domingo -la jornada con mayor arrestos desde que Trump llegó al poder- fueron detenciones de personas que habían sido condenadas en el pasado por delitos.
Denuncias de abusos
En varios estados del país ha habido decenas de reportes de personas que han sido detenidas incluso a pesar de ser ciudadanos estadounidenses o tener un estatus legal.
En el estado de Nueva Jersey, medios locales informaron que el 23 de enero los agentes de ICE detuvieron a un puertorriqueño durante una redada en un negocio de mariscos en Newark. El hombre fue liberado después de mostrar la documentación probando su ciudadanía, pero el hecho fue condenado por el alcalde.
En Ohio, las autoridades detuvieron temporalmente a un hombre de origen mexicano que llevaba 30 años trabajando en EE.UU. con una visa U, concedida a víctimas de ciertos crímenes que colaboran con las autoridades, según informaron medios locales