Publicado: abril 26, 2025, 4:00 pm
Cada vez escuchamos hablar más de la necesidad de practicar algún tipo de ejercicio físico para mantener a salvo nuestra salud, independientemente de la forma física y las circunstancias de cada quien. Aeróbico, cardio, de fuerza, de resistencia… los hay para todos los gustos y necesidades, y en todos los casos es una buena costumbre para mantener la obesidad a raya y proteger el corazón.
Sin embargo, un estudio científico llevado a cabo por expertos de la Universidad canadiense de Saskatchewan, y publicado en la revista ‘Journal of Physical Activity and Health’, pone de manifiesto que hay un gesto aún mejor que caminar, andar en bicicleta o ir al gimnasio para ponerse en forma. En la investigación concluyen que, lo mejor de todo para reducir las cifras altas de presión arterial (hipertensión) son los estiramientos.
Caminar o estirar, ¿qué es más efectivo para la hipertensión?
Durante muchos años, caminar ha sido la principal recomendación de los expertos para combatir las cifras de tensión alta (entre otras medidas). La hipertensión es uno de los principales motivos que nos sitúan en riesgo frente a las enfermedades cardiovasculares, por lo que la dieta y el ejercicio se convierten en aliados en caso de necesitar bajarla.
El nuevo descubrimiento, sin embargo, sitúa muy por encima de ejercicios aeróbicos como caminar, los estiramientos, a pesar de que no elimina de la ecuación el hecho de que andar sigue siendo una buena idea. En palabras de uno de los autores del estudio, Phil Chilibeck, «todos piensan que estirar es simplemente estirar los músculos, pero lo que suele desconocerse en general es que, al estirar los músculos, también se estiran los vasos sanguíneos y la presión baja al disminuir la rigidez de las arterias (la sangre fluye mejor)».
Así ha sido el estudio que relaciona estiramientos y baja tensión
Para llevar a cabo la investigación, los científicos dividieron de forma aleatoria a 40 hombres y mujeres de 60 años de media en dos grupos durante dos meses de seguimiento. Un grupo llevó una rutina de estiramientos durante 30 minutos diarios, cinco días a la semana, mientras que el otro grupo caminó enérgicamente ese mismo periodo de tiempo. Todos ellos eran pacientes con tensión arterial elevada.
Al final del proceso, se descubrió que el estiramiento obtenía mayores reducciones de la presión arterial en todos los casos. Lo único que cabría resaltar, es que el grupo de quienes andaban perdieron mayor cantidad de grasa corporal, algo absolutamente imprescindible para evitar el riesgo cardiovascular. Por lo tanto, la conclusión definitiva es que las personas que caminan para reducir su presión arterial alta deben seguir haciéndolo, aunque añadiendo sesiones de estiramiento. ese sería el escenario ideal.
«La gente que lea nuestra investigación no debe pensar que no merece la pena hacer actividad aeróbica; al contrario, caminar o ir en bicicleta tiene efectos beneficiosos sobre la grasa, pero también en el colesterol y el azúcar en sangre». Como ventaja añadida: los estiramientos pueden llevarse a cabo en cualquier lugar, pudiendo adaptarse a las dolencias de cada uno porque se pueden hacer suavemente. Otra buena idea es, por ejemplo, iniciarse en el yoga para obtener los beneficios de los estiramientos.
Referencias
Jongbum Ko, Dalton Deprez, Keely Shaw, Jane Alcorn, Thomas Hadjistavropoulos, Corey Tomczak, Heather Foulds, Philip D. Chilibeck. ‘Stretching is Superior to Brisk Walking for Reducing Blood Pressure in People With High–Normal Blood Pressure or Stage I Hypertension’. Publicado en Journal of Physical Activity and Health. Consultado online en https://journals.humankinetics.com/view/journals/jpah/18/1/article-p21.xml el 23 de marzo de 2025.