Publicado: marzo 24, 2025, 4:00 pm
Por muchas cosas que tengamos que hacer a lo largo del día y lo planificado que esté todo, hay un momento durante la jornada en el que todos somos conscientes de que nuestra energía baja y nos encontramos más somnolientos y es después de comer, no por nada es el momento ideal para echarse una reconfortante siesta, tan típica de España. Sin embargo, no siempre podemos tomarnos esa media hora de descanso en el sofá, en la mayor parte de las ocasiones porque seguimos dentro de nuestra jornada laboral y necesitamos seguir siendo productivos, incluso cuando no sentimos ninguna inclinación por ello.
Algunas personas se enfrentan a esta situación optando por una solución rápida y sencilla, un buen café después de comer puede ayudarnos a pasar ese bache, ese bajón que nos da después de comer. La cafeína se convierte en una aliada para ello, pero también puede convertirse en un enemigo, porque puede provocar un aumento del nerviosismo, así como impedirnos descansar adecuadamente por la noche. Existen otros sistemas para plantarle cara a ese momento de cansancio y no todos ellos implican tomar cafeína.
Cómo plantarle cara al bajón de después de comer
Alrededor del medio día son muchas las personas que sienten un bajón de energía, están más cansados y eso hace que concentrarse en lo que tienen que hacer sea más complicado. Esto suele producirse por los cambios naturales del ritmo circadiano, que es el que regula el ciclo de sueño y vigilia, aunque también puede haber otras causas. Entre las 13:00 horas y las 15:00 horas el cerebro manda señales para que bajemos el ritmo, lo que genera esa sensación de somnolencia que tan bien conocemos. Para muchas personas la solución es tomar un café o un té, que gracias a la cafeína que contienen pueden hacer que esos niveles de energía aumenten, pero no es la única solución.
La alimentación puede ser clave en este aspecto porque si nuestra comida es rica en hidratos de carbono simples o en azúcares puede provocar un aumento de los niveles de azúcar en sangre, esto provoca un aumento de los niveles de energía que suele ir seguido de un descenso brusco de la misma, lo que provoca una sensación de fatiga y letargo. Evitar ese tipo de alimentos puede ayudarnos a que tampoco sintamos ese bajón después de comer o que por lo menos no sea tan notable. Es mejor apostar por los carbohidratos de absorción lenta que nos proporcionan alimentos como legumbres, cereales integrales, frutas enteras y verduras.
Una buena hidratación también se convierte en esencial para evitar ese bajón vespertino, beber agua durante todo el día puede ayudarnos a lograrlo. Además, también es posible gestionar nuestros niveles de energía apostando por hábitos saludables, como puede ser el ejercicio. Caminar unos minutos a paso ligero puede ayudarnos a aumentar los niveles de energía y concentración. Un cambio de ambiente puede ayudarnos, sobre todo si aprovechamos para disfrutar unos minutos del aire libre y el sol, la luz natural mejora el estado de ánimo y aumenta los niveles de energía.
Si es posible, una pequeña siesta de unos 10 o 20 minutos también puede ser clave para evitar esos momentos de bajón, pero no todo el mundo puede disponer de esa posibilidad.
Cómo el café de la mañana afecta ese bajón de energía
Una de las opciones más habituales cuando estamos cansados es recurrir a tomar un café para que la cafeína que contiene nos aporte ese extra de energía, algo que no siempre conviene hacer porque un exceso no es bueno. La cafeína, si se toma en cantidades muy elevadas, puede interferir con el descanso y elevar la ansiedad.
El Dr. Jeremy London, cirujano cardíaco y divulgador en redes, ha empleado su cuenta de TikTok donde comparte sus conocimientos para dar un truco para evitar que ese bajón suceda y la clave de todo está en la hora a la que tomamos el café. Son muchas las personas que nada más levantarse comienzan el día con una reconfortante taza de café y este sería el problema. La cafeína bloquea la adenosina, que es un neurotransmisor que induce el sueño, cuando el efecto del café desaparece, se desbloquea toda esa adenosina que estaba bloqueada, provocando el cansancio. Esperar unos 90 minutos para tomar el café hace que el cuerpo elimine de manera natural la adenosina acumulada, evitando que la cafeína la bloquee.
Referencias
National Library of Medicine. (s. f.-h). Cafeína. https://medlineplus.gov/spanish/caffeine.html