Publicado: abril 13, 2025, 4:22 am

Tras más de dos semanas de incertidumbre, las familias de los siete pescadores desaparecidos en el naufragio de la lancha Bruma en Coronel se aferran a los últimos avances entregados por el buque Cabo de Hornos, cuya incorporación a las labores de búsqueda ha sido clave.
Equipado con tecnología especializada, el navío de la Armada ha permitido detectar nuevos puntos de interés bajo el mar.
La llegada del buque fue valorada por los familiares, quienes han insistido en que la búsqueda no debe cesar.
«Se le solicitó a la ministra que la rebúsqueda no termine, para poder sacar a los muchachos y darles una sepultura digna«, expresó Claudia Urrutia, presidenta de la Asociación Gremial de Bacaladeros del Maule y vocera de las familias.
Sin embargo, las difíciles condiciones climáticas han impedido el uso de los ROV (vehículos operados remotamente), particularmente en el punto principal de interés. El viento sur y el oleaje han representado un riesgo para el equipo, lo que obligó a posponer parte del operativo.
Aun así, familiares destacaron el ánimo de los equipos tras los avances: «Los vimos salir con sonrisas en la cara», comentaron.
Nuevos puntos de interés
Hasta ahora, se han identificado dos nuevos puntos de interés que se suman a un tercero previamente registrado, aunque todavía queda una amplia superficie marina por escanear.
«El Cabo de Hornos está entregando información, hay dos puntos de interés, y un tercero, que señalaron los capitanes días atrás, faltando bastante superficie que escanear. Entonces, ya está encontrando cosas que con anormales para el subsuelo marino», explicó Urrutia.
«Son indicaciones que tienen que revisarse y, por lo mismo, dadas las condiciones, también se está proyectando trabajar el lunes o martes. La rebusca está desde Arauco hasta la altura de Constitución aproximadamente», complementó.
Asimismo, enfatizó que «el Cabo de Hornos seguirá trabajando esta noche, está realizando mapeos y eso no se detiene».
Cabe destacar, que el Cabo de Hornos fue clave en el hallazgo del ARA San Juan, submarino argentino que se hundió con 44 tripulantes en su interior en noviembre de 2017. De acuerdo al contralmirante retirado Luis Enrique López Mazzeo –imputado por el hundimiento-, la embarcación chilena encontró el navío 20 días después de su desaparición, pero autoridades argentinas desestimaron el hallazgo, consignó Infobae.
Estructura de madera flotando
En paralelo, se reportó el hallazgo de una estructura de madera naranja flotando, cuyo origen no ha sido confirmado.
«La familia en Constitución no ha reconocido que pertenezca a Bruma«, aclararon desde el equipo de búsqueda, agregando que se desconoce la ubicación exacta del hallazgo.
En las últimas horas también se encontraron elementos personales vinculados directamente a los tripulantes, entre ellos una bota de agua marcada con el nombre «José G.», que fue posteriormente reconocida por la familia como perteneciente a José Gallino Fernández. Asimismo, se identificó una capucha de casaca asociada a otro de los pescadores.
Pese al desgaste emocional, las familias mantienen el ánimo firme. Tras la reunión con las autoridades, señalaron sentirse «positivos, energéticos y con harta esperanza«.
Asimismo, familias ya han entregado pruebas de ADN al Servicio Médico Legal para la identificación de los hallazgos.
Se espera que el despliegue de los ROV se intensifique el lunes y martes, en tanto el Cabo de Hornos continuará con el mapeo nocturno, clave para avanzar en zonas aún no exploradas del fondo marino.
El comandante del ATF Galvarino, Carlos Elgueta, afirmó que «estamos llevando a cabo una misión de gran relevancia a través de nuestras capacidades técnicas, humanas y operativas, colaboramos activamente con las autoridad marítimas, los buzos de rescate, la operación naval, medios dependientes de la segunda zona naval y los sistemas ROV».
Reunión con familiares y un llamado a tener «paciencia»
Durante la tarde del domingo, familiares tuvieron una reunión en la Armada junto al personal a cargo de la búsqueda donde coordinaron los pasos a seguir en la pesquisa.
Respecto a este encuentro, Urrutia indicó que se les pidió «paciencia, porque las condiciones no han estado las óptimas. Hay una corriente submarina que no ha permitido que los ROV puedan llegar a los dos puntos de interés. Uno quedó a 150 metros y el otro quedó a 300 metros».
Según explicó, se están cambiando los equipos «para tener mayor estabilidad y seguir trabajando en esos dos puntos de interés», mientras que, en paralelo, «el Cabo de Hornos sigue mapeando, le falta una parte que escanear y después más a costa para poder completar el trabajo previsto».
Se espera también que el gobierno presente una querella formal en las próximas horas, lo que sumaría nuevos actores al proceso legal en curso.