Publicado: febrero 13, 2025, 9:15 am
En consonancia con las órdenes ejecutivas firmadas por Donald Trump desde su segundo aterrizaje en el Despacho Oval como presidente de los Estados Unidos, las agencias federales han comenzado un proceso para eliminar aquellos documentos y comunicaciones que puedan considerarse dentro de los marcos organizacionales de la ‘DEIA’ (políticas de Diversidad, Equidad, Inclusión y Accesibilidad).
Esta labor resulta especialmente sorprendente en el seno de la Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés) y en los Centros de Control de Enfermedades (CDC), cuyo personal está revisando sitios web, artículos científicos e incluso proyectos de investigación activos y pendientes en busca de una serie de ‘palabras prohibidas’ contrarias a las políticas de Trump.
Revisiones de proyectos en la NSF
Así lo han reportado los periodistas Carolyn Y. Johnson, Scott Dance y Joel Achenbach del periódico estadounidense The Washington Post en base a un documento interno de la NSF filtrado y al testimonio de dos empleados anónimos de la organización (tal y como dice el citado medio, «no autorizados a hablar»). De acuerdo con estas fuentes, las palabras de la ‘lista negra’ incluyen algunas tan insólitas como «mujeres», «diverso», «institucional», «históricamente», «sesgos», «relevancia cultural», «discapacidad», «orígenes diversos», «género», «transgénero», «LGBT», «etnia» o «preferencias sexuales».
Hace algunas semanas, supuestamente se avisó a los científicos que reciben fondos de la NSF que cesaran cualquier actividad que no cumpliese con las órdenes ejecutivas de Trump: concretamente, rezaba un mensaje enviado a los investigadores y citado por el medio, «esto podría incluir, sin limitarse a ello, conferencias, talleres, ensayos, consideraciones para selección de participantes y cualquier otra actividad becada que use o promueva el uso de principios y marcos DEIA».
Como consecuencia, se han eliminado algunos reportes previamente publicados en la web de la Patient Safety Network o PSNet (en castellano, red de seguridad del paciente), un recurso producido por la Agencia para la Investigación y Calidad de la Atención médica (AHQR, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, se retiró un reporte de caso de un paciente con endometriosis porque en el último párrafo incluía una referencia a que la enfermedad «puede aparecer en personas trans y de género no conforme, y no entender este hecho puede dificultar el diagnóstico en estas poblaciones».
En principio, la revisión de los documentos que incluyan los términos prohibidos debe tener el cuenta el contexto y determinar si violan las órdenes ejecutivas de Trump, justificando mantener aquellos que no. Por ejemplo, según los documentos filtrados que cita el periódico norteamericano, la palabra «accesibilidad» resultaría problemática si se refiere a principios DEIA, pero no a accesibilidad de datos. También se reflejan casos límites; por ejemplo, las referencias al estatus socioeconómico sí serían contrarias a los decretos presidenciales, pero no las menciones de las comunidades rurales en el contexto de la diversidad geográfica.
Retirada de documentos de los CDC
De modo parecido, la reportera Sadie Whitelocks informaba en en el periódico británico The Daily Mail de que los expertos de los CDC de los Estados Unidos podrían estar viviendo una situación similar, ya que se les habría prohibido publicar ningún nuevo estudio o comunicado de prensa que incluya términos considerados «woke« (‘despierto’) como «transgénero», «LGBT», «personas embarazadas» o «inmigrante».
No sólo eso, sino que Sam Posner, el director asociado para la ciencia de los CDC, envió un email a los empleados en el que se les ordenaba eliminar de los documentos las frases que «promuevan o inculquen la ideología de género, o que incurran en riesgo de hacerlo».
En los días previos, el personal también recibió directrices para editar cualquier mención de estos términos en la web de la institución, causando que cientos de páginas de consejos de salud desaparecieran (incluyendo recursos de información sobre vacunas); e, incluso, se ha solicitado a los más de 1.700 científicos de la organización que retracten cualquier investigación pasada que use alguna de las ‘palabras prohibidas’. O que, en caso de no ser los autores únicos, retiren su co-autoría.
Algunas de las páginas retiradas han vuelto a ser publicadas tras las fuertes reacciones públicas y mediáticas suscitadas en Estados Unidos, como una de servicios de atención médica específicos para personas LGBT en el país, pero en ellas se muestra un mensaje que dice: «esta página se ha archivado por razones históricas y ya no se actualizará más».
«Hablamos de personas cuya vida se pone en peligro»
Respecto de la situación sin precedentes, el director del Centro Global de Legislación de Salud de la OMS Larry Gostin comentó en declaraciones concedidas a The New York Times que estos actos «equivalen a censura desde un punto de vista clásico». «Aunque la Administración pueda silenciar al personal gubernamental en el desempeño de sus funciones oficiales», añadió, «no puede arrastrar a los científicos privados a su red de censura por emplear una sola palabra con la que el Gobierno no está de acuerdo».
«No estamos hablando de ideología. Estamos hablando de salud pública»
Igualmente, el doctor Richard Besser, que fue director en funciones de los CDC en 2009, afirmó no tener «ni idea» de qué significa el término «ideología de género»: «No estamos hablando de ideología», dijo. «Estamos hablando de salud pública. Hablamos de personas cuya vida se está poniendo en peligro».
Y es que son muchos los científicos que han venido advirtiendo de que esta clase de políticas pueden provocar daños muy importantes a la salud pública y al progreso de la investigación en medicina. En este sentido, la obstetricia y ginecóloga Jessica Weyer explicó a The New York Times que necesita acceso a documentos de los CDC sobre los criterios de elegibilidad para aconsejar a sus pacientes en su elección de medios contraceptivos, así como a información sobre interacciones peligrosas con otros fármacos o contraindicaciones para perfiles con ciertas enfermedades. «Parece que estamos asistiendo a la eliminación intencionada de información importante sobre la contracepción segura», declaró.
A su vez, el doctor Gordon Schiff, director de Calidad y Seguridad para el Centro de la Escuela Médica de Harvard para la Atención Primaria expresó estar «en shock» por la «censura extrema»: «Esta idea de que los factores de riesgo deben basarse en la ideología política y no en los datos y la verdad resulta aterradora», afirmó. Un estudio acerca de la identificación de pacientes en riesgo elevado de suicidio en la atención de urgencias firmado por este profesional, que no trabaja para el Gobierno, fue retirado de la Patient Safety Network por una frase: «Los grupos de alto riesgo incluyen el sexo masculino, ser joven, ser veterano de guerra, pertenecer a tribus indígenas, o ser LGBTQ».
Repercusiones globales
A fecha actual, muchos de los recursos públicos de los CDC, especialmente aquellos sospechosos de promover la llamada ‘ideología de género’, siguen sin estar disponibles. Los manuales y documentos de este organismo constituyen en la actualidad la base de la práctica clínica en Estados Unidos.
Por su parte, NSF es una agencia independiente del Gobierno federal de los Estados Unidos con un presupuesto de 9.000 millones de dólares, cuyo cometido es financiar investigaciones científicas en todo el mundo; desde bases en la Antártida a observatorios astronómicos. Sus becas, en principio, deberían destinarse sólo a proyectos que avancen en los conocimientos científicos sino también que tengan impacto en la sociedad.
Teniendo esto en mente, los cambios promovidos por la Administración Trump adquieren su verdadera dimensión. Se hace evidente la manera profunda en la que pueden afectar al avance de la ciencia; y sobre todo, al bienestar de millones de personas en los Estados Unidos y en el mundo entero.
Referencias
Carolyn Y. Johnson, Scott Dance & Joel Achenbach. Here are the words putting science in the crosshairs of Trump’s orders. The Washington Post (2025). Consultado online en https://www.washingtonpost.com/science/2025/02/04/national-science-foundation-trump-executive-orders-words/ el 12 de febrero de 2025.
Sadie Whitelocks. The four banned terms in Trump’s overhauled CDC that are sending workers into meltdown. The Daily Mail (2025). Consultado online en https://www.dailymail.co.uk/health/article-14355135/banned-words-Trumps-overhauled-CDC.html el 12 de febrero de 2025.
Apoorva Mandavilli & Roni Caryn Rabin. C.D.C. Site Restores Some Purged Files After ‘Gender Ideology’ Ban Outcry. The New York Times (2025). Consultado online en https://www.nytimes.com/2025/02/03/health/trump-gender-ideology-research.html el 12 de febrero de 2025.
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