Publicado: abril 27, 2025, 5:01 pm
El comité federal de la CDU ratificará este lunes el acuerdo de coalición al que Friedrich Merz ha llegado con el Partido Socialdemócrata (SPD) y en esa misma reunión serán presentados los nombres de los ministros conservadores, sobre los que hasta ahora se había … guardado un estricto secreto.
En las últimas horas, sin embargo, ha comenzado a filtrarse el diseño de Merz para el nuevo Gobierno de Alemania y lo primero que destaca es el nombre de próximo ministro de Exteriores, el conservador Johann Wadephul. Desde 2018 ocupa la vicepresidencia del grupo parlamentario CDU/CSU y es responsable de Exteriores, Defensa y Consejo de Europa dentro de la Comisión de Asuntos Exteriores, la Comisión de Defensa y la Comisión de Asuntos de la UE. Se desempeña como portavoz de Exteriores y de seguridad de más alto rango del partido y es el jefe de la delegación alemana ante la Asamblea Parlamentaria de la OTAN desde 2021. También es miembro del Comité Político del Subcomité de Asociaciones de la OTAN, del Subcomité de Relaciones Transatlánticas, del Consejo Interparlamentario Georgia-OTAN y del Comité Permanente. En noviembre de 2024, fue nombrado además vicepresidente del grupo de la Autoridad Palestina de la OTAN.
A parte de este irrefutable currículum que avala su capacidad para el cargo, con el que se subraya la necesidad de una formación y experiencia específicas para ocupar tal responsabilidad, queda patente la imposición de Merz de que el Ministerio de Exteriores quede en manos de su partido, a pesar de que ello exija romper con una arraigada tradición de la política democrática alemana. Tradicionalmente, el Ministerio de Exteriores corresponde al socio menor de la coalición, que goza así de una distinción diplomática pero sin grandes ambiciones, dado que hasta las pasadas elecciones Alemania no se había planteado seriamente constituirse en potencia internacional.
Las circunstancias han cambiado y Johann Wadephul aportará desde esta cartera todo su saber hacer para abrir el camino a una Alemania como nuevo pilar de la OTAN y de una Europa abocada a tomar las riendas de su propia política de seguridad y, junto a los socios europeos, de un nuevo lugar en la Alianza Atlántica.
Wadephul ya se ha puesto manos a la obra. El pasado viernes, visitó al ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, con el que habló sobre el papel de Europa en las conversaciones de paz sobre Ucrania iniciadas por Estados Unidos. A mediados de abril estuvo en París y habló durante una hora y media con el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, muestras añadidas de que el nuevo gobierno alemán prescinde con facilidad del protocolo y la corrección si hay asuntos de peso en juego. El hasta ahora jefe del grupo parlamentario, Thorsten Frei, otro hombre de confianza de Merz, ocupará el cargo de Jefe de la Cancillería.
El SPD no se ocupará, por tanto, del Ministerio de Exteriores y su hombre fuerte en el gobierno será Boris Pistorius, que permanecerá la frente de la cartera de Defensa. Su desempeño en la anterior legislatura ha sido muy satisfactorio, también para la CDU, y su relación con Merz es cercana y fluida. El segundo pilar del SPD será el Ministerio de Finanzas, que muy posiblemente ocupe Lars Klingbeil, pero el resto de resortes decisivos de la legislatura queda en manos de la CDU. Y uno de ellos es lo que hasta ahora era el Ministerio de Educación, que desaparece para dejar aflorar un nuevo concepto menos ideologizado y que otorga mayor protagonismo a las familias.

El ministro de Defensa alemán, Pistorius, visita la escuela de artillería en Idar-Oberstein.
Cambio en Educación
Las guarderías y toda la educación básica y obligatoria, además de parte de los cursos equivalentes a la Formación Profesional española, dependerán en adelante del Ministerio de Familia, que estará a cargo de la conservadora Karin Prien, hasta ahora ministra regional de Educación de Schleswig Holstein. Los ciclos superiores no obligatorios, fundamentalmente las universidades, pasarán a depender del Ministerio de Investigación, Tecnología y Espacio, que dirigirá la también conservadora Dorothee Bär, con la intención de reorientar su funcionalidad.
Con Wadephul y Prien en el gabinete, ambos procedentes de Schleswig Holstein, Merz está ignorando otra vieja regla no escrita de la aritmética del poder en Alemania: la representación proporcional de los Bundesländer, que establece que el mayor número posible de estados federados deben estar representados en el gobierno. Está dejando claro que para él son otros los criterios en primer plano: la competencia profesional y la lealtad política.
Al frente de Economía, Merz ha situado a una experimentada gestora en el sector energético, Katherina Reiche, de la que dependerá en buena parte revertir la política energética de la «coalición semáforo» de Olaf Scholz. Este equipo se enfrenta al reto de devolver a su partido la credibilidad. La CDU no ha parado de bajar en las encuestas desde las elecciones del 23 de febrero y sus primeras decisiones determinarán si esa tendencia ha tocado fondo o si Alemania está condenada a un ascenso irreversible de la Extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD), que figura ya en primer lugar en los sondeos de intención de voto.