El Cerro Paranal, es una montaña ubicada en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, hogar de algunos de los observatorios más importantes del mundo, que hoy enfrenta una amenaza inminente debido a la instalación de un complejo industrial para producir hidrógeno y amoníaco verde.
Este proyecto, encabezado por AES Andes, podría comprometer la calidad del cielo nocturno, considerado uno de los más oscuros y limpios del planeta.
María Teresa Ruiz, Premio Nacional de Ciencias Exactas, enfatizó en Una Nueva Mañana sobre las graves consecuencias que tendría la instalación de un complejo industrial a tan solo 10 km del observatorio.
«El cerro Paranal y Armazones, donde se está construyendo el telescopio más grande del mundo, son los lugares más oscuros del planeta. Es el último lugar en la Tierra donde aún se puede observar el universo sin contaminación lumínica», señaló la astrónoma.
Según Ruiz, la inversión astronómica de casi 6.000 millones de euros por parte de los europeos en este observatorio se justifica por la singularidad del lugar, ideal para realizar observaciones. «Chile ha sido históricamente un muy buen anfitrión, y los gobiernos han cuidado los observatorios. No quiero que, por ignorancia, se destruyan», enfatizó.
El proyecto propuesto, que contempla la construcción de instalaciones industriales, ha generado gran preocupación entre los científicos. La contaminación lumínica provocada por la actividad diaria de unas 1.000 personas podría arruinar las condiciones necesarias para la astronomía. «La contaminación lumínica podría matar esta inversión», afirma María Teresa Ruiz.
En respuesta a los reclamos, AES Andes asegura que el proyecto está emplazado en una zona definida por el Estado para el desarrollo de energías renovables y que incorpora los más altos estándares en materia lumínica.
Sin embargo, Ruiz no está convencida de que las medidas sean suficientes. «El Gobierno de Chile tiene un compromiso con la Unión Europea para proteger la calidad de los cielos. Este compromiso debería ser respetado, ya que la contaminación podría afectar no solo a Chile, sino a la humanidad entera«, subrayó.
En cuanto al impacto de este proyecto en el futuro de la astronomía en Chile, Ruiz destacó que jóvenes astrónomos como Bernardita Reid y María Teresa Paneque se han comprometido a alzar la voz en redes sociales. «Estos chicos, especialmente las mujeres, están luchando por proteger nuestros cielos», concluye la científica.